Por qué algunos niños son agresivos
En ciertas etapas la agresividad en los niños es parte de su desarrollo, pero si persiste puede ser síntoma de oro problema.
En ciertas etapas la agresividad en los niños es parte de su desarrollo, pero si persiste puede ser síntoma de oro problema.
Cuanto tu hijo te contesta, te golpea o empuja a sus compañeros, sientes que estás haciendo algo mal con su educación. Tratas de mantener la paciencia, pero tu peque te desafía con su conducta. ¿Por qué algunos nños son agresivos?
Criar a tus peques es un desafío enorme. Quieres lo mejor para ellos: que sean felices y cumplan sus sueños. Deseas hacerlos fuertes e independientes, pero es muy complicado establecer un balance en la crianza, entre marcarles límites y no ser autoritarios.
Evitas ser demasiado estricta y aplicar el “porque lo digo yo”, quieres lograr que ambos se entiendan, pero cuando hay situaciones en las que te hace un berrinche monumental y te agrede, no dejas de cuestionarte: “¿Qué estoy haciendo mal?”.
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¿Qué hay detrás de la agresividad en los niños?
La conducta agresiva en los niños es parte del crecimiento, sobre todo en los peques menores de tres años, ya que están aprendiendo a gestionar sus emociones y reconocerlas.
La organización Zero to Three explica que los impulsos o deseos agresivos son naturales en los niños, pues forman parte de su instinto de supervivencia. A lo largo del desarrollo de los niños estos impulsos se expresan en varios comportamientos de acuerdo a la edad. Con ayuda de los papás, los peques aprenden a regular y canalizar los deseos agresivos.
Dependiendo de la edad, son los tpos de comportamientos agresivos que muestran los niños. Por ejemplo, un peque de un año empuja o jalonea, mientras que un bebé de nueve meses si jala el cabello no sabe que esa acción causa dolor.
“Es solamente desde el segundo año que el niño desarrolla una mejor consciencia de que es una persona separada —“yo” y “tú”—, cuando puede comenzar a entender que él está enojado con alguien y se comporta con fuerza intencionada. Por lo general, no hablamos de que un niño es cruel u hostil hacia otros hasta en algún momento durante el segundo año”, indica Zero to Three.
Esta organización detalla que los niños no saben suficiente sobre causas y efectos, por lo que no pueden entender las consecuencias de sus acciones o cómo regular su comportamiento con los demás.
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¿Es normal la agresividad en los niños?
Aunque el comportamiento agresivo es parte del crecimiento de los niños y de su aprendizaje sobre sus emociones, es importante prestar atención a las acciones de los peques, ya que la agresividad puede ser síntoma de algún otro problema.
La Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia explica que la agresividad infantil se refiere a todas las conductas en las que el niño busca imponer su voluntad sobre otros, por lo que recurre a acciones como golpes, gritos, empujones y pellizcos contra los demás; este comportamiento es parte del desarrollo del niño, en especial durante los primeros cinco años de vida.
Esta plataforma también explica que, como parte, del desarrollo cognitivo, la aparición de nuevas habilidades verbales y la consciencia de sí mismo contribuyen a un fuerte deseo de dependencia en el niño. Mientras que los padres comienzan a imponer reglas y límites, lo cual puede causar frustración en los pequeños.
“Los choques entre la voluntad de imponerse del niño y la postura de límites de los padres conducen a episodios más frecuentes de frustración y enojo. Por lo tanto, algunos comportamientos agresivos en respuesta a la frustración son comunes en la vida temprana”. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia
La psicóloga Alicia López de Fez nos explica que la agresividad infantil es un “estado emocional” asociado a sentimientos de ira, odio y deseo de hacer daño a otras personas, animales u objetos. Pero ¿cualquier tipo de agresividad en los niños es mala?
La especialista nos aclara que algunos tipos de agresividad, como los berrinches, forman parte del desarrollo del niño. Este tipo de situaciones son una oportunidad para enseñarle a tu peque cómo canalizar e identificar sus emociones.
“El problema surge cuando la agresividad no desaparece en el momento adecuado o cuando su intensidad está totalmente fuera de control”, dice López Fez.
La psicóloga nos describe cuatro tipos de agresividad infantil:
- Física: Empujones, arañazos, patadas, puñetazos, entre otros.
- Verbal: Insultos, motes y burlas.
- Psicológica: Maltrato dirigido a afectar la autoestima de los demás.
- Social: El intento de aislar a alguien de determinado grupo.
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¿Cómo identificar la agresividad en los niños?
Es muy importante detectar las conductas agresivas en los peques para poderlos ayudar y descubrir las causas de esos comportamientos. Betty Woolcott nos cuenta cómo identificar a un niño agresivo:
- Pierde el control constantemente.
- No muestra empatía.
- No obedece reglas con frecuencia.
- Manipula a otras personas.
- Hace berrinches.
- Promueve el conflicto y no muestra remordimiento.
- Sus intereses están relacionados con la violencia o la crueldad.
La psicóloga nos dice que es necesario que los padres pongan atención a estas señales, las cuales podrían intensificarse en el futuro y continuar con los comportamientos agresivos. También recomienda considerar la ayuda de un profesional que nos ayude a entender las causas de este comportamiento.
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Consejos para tratar la agresividad infantil
La trabajadora social Viviana López nos comenta que un niño agresivo no necesita regaños ni gritos, ya que a través de ese comportamiento lleno de ira tu peque te está tratando de decir algo.
“Un niño agresivo está demostrando que algo no está bien en su salud emocional, quizá está siendo víctima de maltrato, o sus padres viven peleando mucho tiempo; tal vez no recibe el amor y cariño que todo niño debe recibir para crecer integralmente, por eso la solución no es regañar, porque con eso solo se alimenta más esa conducta agresiva”, indica la experta.
Cuando hay comportamientos agresivos, la especialista recomienda tratar a los niños con amor y comprensión, brindarle la ayuda que necesita a fin de cambiar poco a poco las agresiones por un comportamiento más positivo.
La psicóloga infantil y juvenil, Katia Aranzabal Barrutia, nos comparte algunos consejos para tratar a un niño agresivo:
- Identifica sus necesidades emocionales: Toma en cuenta la edad de tu peque para comprender el por qué de su comportamiento y la etapa en la que se encuentra de aprendizaje.
- Apóyalo: Sé consciente de que un niño está en pleno desarrollo y necesita de tu ayuda.
- No le grites ni lo amenaces: Solo impulsarás su comportamiento agresivo.
- Evita juzgarlo: Conserva la calma, no lo hagas sentirse como si fuera una mala persona o juzgado.
- Trata de resolver el problema antes de la adolescencia: Trabaja con tu peque para encontrar las causas que motivan su comportamiento lo más pronto posible, durante la adolescencia podrían intensificarse estas conductas.
- Evita la agresión: Si estás presente cuando tu hijo se comporta agresivo, frena esos comportamientos.
- Canaliza su comportamiento: Implementa estrategias para canalizar sus emociones de forma positiva, ya sea dibujando o haciendo otra actividad que lo ayude a desahogarse.
- Refuerzo positivo: En situaciones en las que regule sus emociones, reconoce su esfuerzo, hazle saber que hizo lo correcto.
- Ayúdale a ser empático: Enséñale a tu peque que las acciones afectan a los demás, pídele que trate de imagnarse cómo se sentiría si se comportaran con él como lo hizo.
- Claridad en las instrucciones: Dependiendo de la edad que tenga tu peque, busca la manera de establecer límites, así aprenderá cómo actuar en determinada situación.
- Identifica la causa de su comportamiento: Analiza cuál crees que sea la causa de su enojo, de esta forma podrás trabajar con tu peque en gestionar sus emociones.
- Sé paciente: Cuando tu peque estalla, hace berrinches o te contesta puedes sentirte mal y pensar que no estás haciendo las cosas bien. Recuerda que regular las emociones es parte de su proceso de aprendizaje, ten paciencia juntos lograrán a tratar la agresividad.
- Comunicación y mucho amor: Escucha a tu peque, presta atención a cada detalle que te cuenta, demuéstrale lo mucho que lo amas y que siempre lo apoyarás. Si se siente respaldado te tendrá la confianza de contarte qué lo afecta.
- Pon el ejemplo: Como adulo piensas que los niños no se dan cuenta de muchas cosas, pero absorben cada cosa que ven, escuchan y sienten. Si tú también estallas cuando algo no sale bien o muestras un comportamiento agresivo con los demás, tus peques lo aprenderán. Ten cuidado con tus emociones y en como las regulas para no explotar.
- Analiza si eres contradictorio: La crianza también implica ser autocrítico, reflexiona sobre cómo te comunicas con tu peque y cómo actúas. Quizá le pidas no ser agresivo, pero tú tienes conductas iracundas.
La psicóloga Katia Aranzabal nos recuerda que si los comportamientos agresivos continúan, se intensifican y afectan su desempeño en la escuela o en otros ambientes, debes recurrir a un especialista para determinar las causas, además de detectar a tiempo algún trastorno.
La crianza es una tarea muy complicada, parece que cada vez se pone más difícil. Con amor, paciencia y comprensión superarás todos los obstáculos y ayudarás a tu peque cuando lo necesite.
Cuéntanos en Facebook qué opinas sobre la agresividad en los niños y cuáles consejos has aplicado con tus peques.
Este artículo se publicó originalmente en Baby Daily. Puedes leerlo aquí.
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