Jonathan Pedroza nunca imaginó ser papá soltero y mucho menos de dos niños, pero ahora su hijo Luca y su hija Mariana son lo más importante de su vida.

El joven de 28 años se dio cuenta de que separado de su pareja iba a ser muy complicado estar cerca de los niños y tomó la decisión de cambiar de casa, de empleo y de rutina con tal de dedicarles el tiempo que merecían. Ahora, es capaz de compartir la crianza.

En entrevista, reconoce que su infancia fue difícil debido a que le hizo falta su figura paterna y aclara que el tiempo que dedica a Mariana y Luca lo hace sentirse pleno y afortunado. Además, confía en que con su ejemplo sus hijos sean capaces de formar una familia en la que predominen el cariño y el respeto.

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