FOTOS del Kanamara Matsuri: el festival del pene en Japón
El festival del pene metálico se celebra el primer domingo de abril.
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Las calles de la ciudad japonesa de Kawasaki, en las inmediaciones de Tokio, celebraron el famoso Kanamara Matsuri o Festival del pene metálico.
La figura del falo se puede observar en diferentes tamaños, productos y colores durante todo el festival, sin que exista algún razgo de estigma o prejuicio, pero ¿por qué se realiza? Te contamos en imágenes.
El festival de Kanamara Matsuri, se lleva a cabo el primer domingo de abril en Kawasaki, una ciudad de Japón ubicada entre Tokio y Yokohama.
Los participantes realizan un recorrido bailando ante cientos de visitantes extranjeros y curiosos que graban con sus celulares. El objetivo es llegar al santuario de Kanayama.
¿Pero de dónde viene este festival? Aunque hay diversas versiones del origen de este evento, la más predominante cuenta una leyenda sobre cómo un demonio, que se escondió en la vagina de una mujer, castró a un hombre cuando intentó tener relaciones sexuales con su pareja el día de su boda. La mujer buscó a un herrero y le pidió que hiciera un pene de metal para que, cuando introdujera, el maligno lo mordiera ente lo mordiera y perdiera todos sus dientes. ¿Curioso no?
Durante el recorrido, uno de los momentos más importantes es cuando los participantes cargan tres ‘mikoshi’, dos penes de madera y un tercero de hierro.
El Festival del Pene también se le atribuye a los y las trabajadoras sexuales que acudían al santuario a rezar para que se les protegiera de enfermedades de transmisión sexual y tuvieran mucho trabajo.
Actualmente, esta peculiar fiesta tiene como objetivo hacer consciencia sobre las enfermedades de transmisión sexual y las diversas disidencias sexogenéricas. Sin embargo, también es considerado un rito por la fertilidad, para tener un buen embarazo y prosperidad en el matrimonio.
También tiene una función pedagógica, explica a la AFP Hiroyuki Nakamura, sacerdote del santuario sintoísta local de Kanayama.
“Si los niños no se acostumbran a verlos [los órganos genitales masculinos], podrían estar aterrorizados cuando llegue el momento”, dice.
“La gente viene a rezar por la buena fortuna y a pedir que los dioses les protejan. El festival está arraigado en el pasado pero sigue teniendo un papel importante en la sociedad moderna”, asegura.
Los locales y puestos ambulantes están repletos de artículos inspirados en el órgano sexual masculino: dulces, adornos, juguetes y llaveros.
Sin duda alguna, es un festival fuera de lo común pero que atrae a miles de personas año tras año. ¿Asistirías?