‘Patria y vida’ y ‘Cuba sí, bloqueo no’ chocan en la Ciudad de México
Cubanos emigrados y mexicanos simpatizantes de ambos bandos salieron en respuesta a las protestas del 11 de julio en Cuba.
Cubanos emigrados y mexicanos simpatizantes de ambos bandos salieron en respuesta a las protestas del 11 de julio en Cuba.
Dos versiones de lo que está sucediendo en Cuba se confrontaron este lunes 12 de julio delante de la Embajada de ese país en México. Eran tan opuestas, que costaba creer que se referían a la misma isla.
En la banqueta de la entrada a la embajada se colocaron los que defendieron que Cuba tiene de las democracias más libres de América Latina; que es víctima de un bloqueo por parte de los Estados Unidos que los está asfixiando económicamente y los ha forzado a enfrentar la pandemia sin apenas poder comprar insumos médicos, y que sigue luchando para preservar la soberanía del país.
“El dilema histórico de Cuba es independencia o anexión a EU. Y hace muchos años que el pueblo cubano decidió por la independencia”, lanzó el embajador de la isla en México, Pedro Núñez, megáfono en mano y dirigiéndose a las decenas de cubanos emigrados en el país y otros tantos mexicanos, todos simpatizantes de la llamada revolución.
En la banqueta opuesta se ubicaron los que denunciaron la dictadura cubana, que el embargo de EU es una excusa del gobierno de Miguel Díaz-Canel para esconder corrupción y su mal manejo económico y médico, y que pedían la intervención humanitaria y, algunos incluso militar, de EU para liberar al pueblo cubano.
“No nos esperábamos que el pueblo saliera. Por eso, hoy traje a mi hijo, hoy traje a mi familia, para que si ellos se atrevieron adentro, que sepan que no están solos, que los que estamos fuera estamos con ellos”, comentó a La-Lista Amaro Fernández, una cubana que hace 25 años huyó del régimen.
Ambos se convocaron a partir de las 3 de la tarde en respuesta a las protestas que el domingo 11 de julio tuvieron lugar en varias ciudades de Cuba. Ya han sido calificadas de inéditas desde 1994 aunque, del bando de la embajada cubana, aseguraron que se trataba de una minoría alentada por EU a través de sus agencias, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID).
Partidarios y detractores al régimen castrista reconocieron la crisis en la que vive la isla. Pero mientras unos apuntaron a Washington como el culpable y a la Habana como garante de la libertad, para los otros, fue lo opuesto.
“Yo soy médico y mis colegas médicos me lo dicen: no tienen nada. Mandan gotas florales para el dolor. No tenemos alimentos. Se aglomeran en las filas desde las 4 de la mañana y en esas aglomeraciones, se transmite el covid”, comentó Marisol, una médica cubana que no quiso dar su nombre completo para no poner en peligro a su familia, que reside en Cuba.
El Covid-19 ha sido uno de los detonantes de las protestas que iniciaron el 11 de julio bajo los lemas en redes sociales #SOSCuba #SOSMatanza. Según el parte del Ministerio de Salud de Cuba de esa fecha, hubo 6,423 contagios confirmados y 42 muertes.
“Dormían en literas”, relató G.M., otro opositor que prefirió no identificarse por la seguridad de su familia en la isla. Se refirió a amigos suyos que se contagiaron y que los internaron en una escuela habilitada para pacientes de Covid-19. “Juntan a los sospechosos ahí sin saber si están contagiados”, añadió.
La protesta aglutinó decenas de manifestantes de cada bando. Hubo emigrados a México que llevan décadas en el país. A ellos, se les unieron mexicanos que apoyaban su causa. Del bando pro revolución cubana, participaron integrantes de Juventudes de Morena o del Colectivo de Telefonistas Zapatistas, entre otros.
Cubanos toman las calles
A lo largo del domingo 11 de julio, las redes sociales se convirtieron en espacios para denunciar abusos y violencia policial contra manifestantes y periodistas, así como problemas de conexión a internet que vivían los cubanos. Imágenes de calles llenas con personas al grito de “libertad” pronto centraron la atención de la comunidad internacional. Según la organización Amnistía Internacional, al 12 de julio tenían registradas 115 detenciones arbitrarias.
“No llamamos al pueblo a enfrentar al pueblo, hicimos un llamado al pueblo a defender su revolución”, dijo en la mañana del lunes el presidente Díaz-Canel, en una comparecencia de más de dos horas que hizo acompañado de altos mandos del gobierno y del Partido Comunista de Cuba.
Sus palabras se referían al llamado que hizo el día anterior ante las protestas de opositores en las calles de Cuba. “Lo que pasa es que enfrentaron al pueblo con violencia y el pueblo se defiende”, añadió, después de denunciar actos vandálicos que sucedieron el domingo del lado opositor.
El mandatario reconoció las “insatisfacciones” de los manifestantes: apagones, desabasto de alimentos y medicamentos, problemas por comprar en las tiendas MLC (controladas por el Estado, donde se encuentran productos que no hay en otras partes pero solo aceptan pagos en divisas, que por otro lado, escasean en el país). “¿Cuál es el origen? Es el bloqueo”, aseguró Díaz-Canel.
‘El bloqueo’
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump fue desmantelando la política de acercamiento de su país a Cuba que inició con el encuentro de Barak Obama con Raúl Castro, en 2015. Restringió los cruceros a la isla por parte de compañías estadounidenses, cesó las operaciones de Western Union y restringió las remesas, entre otras medidas que tomó en sus cuatro años de mandato. Medidas que impactaron a dos de las principales fuentes de ingresos de Cuba: el turismo, debilitado aún más por la pandemia, y las remesas.
Después de las protestas del domingo, el representante Gregory Meeks, presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de EU, instó al presidente Joe Biden a que “aliviara el sufrimiento en Cuba rescindiendo las sanciones de Trump y ofreciendo ayuda humanitaria y de vacunas adicionales para el pueblo de Cuba”.
Otra de las causas del descontento popular ha sido la creciente represión contra artistas y periodistas independientes del Movimiento San Isidro y el colectivo 27N, que han reportado organizaciones como Human Rights Watch.
La protesta en México duró más de cuatro horas. Logró convocar menos de 50 asistentes del bando opositor y poco más del defensor del régimen castrista. Fue pacífica aunque la tensión flotaba en la avenida que separaba a los dos colectivos por una fila de una decena de policías de la CDMX. Se intercambiaron insultos, consignas y hasta pareció una pelea para ver quién lograba ser más ruidoso. Solo en una ocasión, por ahí de las 5:30 de la tarde, las palabras estuvieron a punto de pasar a los golpes.
Dos consignas que se repitieron a lo largo de la tarde resumían los posicionamientos que ahí se enfrentaron. “Patria y vida”, en contraste con el eslogan del gobierno cubano, “Patria o muerte”; y “Cuba sí, bloqueo, no”.