Primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, dimite y abandona el país en medio de violentas protestas
Hasina renuncia y abandona el país en medio de violentas protestas estudiantiles que dejaron casi 300 muertos. Miles celebran y saquean su residencia oficial.
Hasina renuncia y abandona el país en medio de violentas protestas estudiantiles que dejaron casi 300 muertos. Miles celebran y saquean su residencia oficial.
La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, dimitió este lunes y abandonó el país tras semanas de violencia generalizada en las calles debido a las protestas estudiantiles que han dejado casi 300 muertos, según informó la televisión local Channel 24.
Hasina abandonó el país en un helicóptero militar a las 14:30 hora local, acompañada por su hermana menor, Sheikh Rehana, según el medio Prothom Alo. Fuentes citadas por el mismo medio indicaron que ambas partieron hacia Bengala Occidental, en la India.
Miles de personas se congregaron frente a la residencia oficial de la primera ministra en Daca, y tras conocerse la noticia de su marcha, muchos de ellos irrumpieron en el edificio. Las imágenes transmitidas por Channel 24 mostraron a decenas de ciudadanos en la residencia oficial, Ganabhaban, llevándose muebles, frigoríficos y vajilla en un ambiente de victoria. Muchos de los manifestantes se detuvieron para saludar a las cámaras de televisión con los brazos en alto, celebrando el final de meses de protestas.
Las manifestaciones, que comenzaron hace cinco semanas de forma pacífica para exigir el fin de unas cuotas al empleo público consideradas discriminatorias, se tornaron violentas con el tiempo. Las denuncias de represión policial contra los manifestantes exacerbaron la situación, resultando en casi 300 muertos, principalmente estudiantes y civiles.
El 4 de agosto, al menos 91 personas murieron y cientos más resultaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes y la policía, que utilizó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a la multitud. Esta cifra de fallecidos es la más alta registrada en un solo día de protestas en la historia reciente de Bangladesh, superando las 67 muertes del 19 de julio.
En respuesta a la violencia, el gobierno de Bangladesh impuso un toque de queda indefinido a partir de las 18:00 horas del domingo 4 de agosto y declaró tres días de vacaciones generales desde el lunes 5 de agosto. Además, los servicios de internet de banda ancha y móvil se vieron interrumpidos durante unas dos horas, según el observatorio independiente de seguridad cibernética NetBlocks.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, advirtió que la violencia en Bangladesh debe cesar de inmediato.
Se espera que el jefe del ejército de Bangladesh, Waker-Uz-Zaman, haga una declaración en las próximas horas, en medio de una situación que ha sumido al país en el caos y que representa la mayor prueba para Hasina en sus 20 años de gobierno. La primera ministra había asumido su cuarto mandato consecutivo en enero pasado tras unas elecciones boicoteadas por la oposición.
Críticos de Hasina y grupos de derechos humanos han acusado a su gobierno de usar una fuerza excesiva contra los manifestantes, algo que tanto Hasina como sus ministros niegan. “Los que protestan no son estudiantes, sino terroristas que quieren desestabilizar la nación”, denunció Hasina tras una reunión del grupo de seguridad nacional. Las comisarías de policía y las oficinas del partido gobernante fueron atacadas mientras la violencia se extendía por todo el país de 170 millones de habitantes.
La salida de Hasina de Bangladesh marca un momento crítico en la historia reciente del país, dejando un vacío de poder y una profunda incertidumbre sobre el futuro político de la nación.
– Con información de medios y EFE.