Elvira Espinosa, la comisionada en la primera línea de defensa
Elvira Espinosa lideró el equipo que determinó los procedimientos de operación para la autorización sanitaria de emergencia en México. ©Foto: Angélica Escobar/La-Lista.

La pandemia de Covid-19 da lecciones al mundo a partir de la enfermedad y la pérdida. Una de ellas, en el caso de México, es reconocer por fin que “necesitamos trabajar en el desarrollo local de medicamentos y dispositivos médicos”.

La afirmación es de Elvira Espinosa, excomisionada de Autorización Sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) e integrante clave del equipo que hizo posible la llegada de la vacuna contra el virus al país.

No es un afán nacionalista de no recibir, sino de enriquecer la producción en México y dejarnos de tanta dependencia en estos campos que son vitales para el país”, enfatiza quien tuvo la función de establecer procedimientos para la autorización de productos necesarios en el contexto de la emergencia sanitaria. Lo que se tradujo en horas extenuantes de análisis y documentación.

Desde marzo de 2019 y hasta la llegada de la vacuna a México, en diciembre pasado, la importación y autorización de productos para combatir el virus, dispositivos médicos y medicamentos implicó reforzar filtros de control de calidad, pero también trabajar con la zozobra constante del posible contagio o llevar la enfermedad a casa en los picos más altos.

Nadie lo sabe mejor que Espinosa, también química farmacéutica bióloga. Ella lideró este proceso hasta noviembre de 2020 y presenció, en primera fila, como su equipo veía mermada su capacidad humana cuando pasó de 420 trabajadores a 30 en un momento álgido (entre abril y mayo). Trabajó con el 7.1% de su capacidad regular debido a pruebas periódicas, bajas temporales por contraer la enfermedad o decesos de servidores públicos, así como ausencias de aquellos que pertenecen a grupos de mayor riesgo de contagio.

Todo un reto. ¿Preocupación? También. Profesional y personal, porque desconocemos mucho de lo que rodea a un microorganismo como éste y sus efectos. Y aún así echar mano de todo tu conocimiento para agilizar lo posible”.

Indispensable el desarrollo local

Espinosa mantuvo contacto desde finales de febrero con homólogos en varias partes del mundo, empezando por autoridades de China, también con organismos como la Organización Panamericana de Salud (OPS) u otras organizaciones de armonización internacional en el área farmacéutica, entre ellos el Medical Center Health System. Bajo la coordinación de la especialista en biotecnología se publicaron las guías de procedimientos para personas y empresas, que permiten agilizar sus importaciones y autorización en este contexto

También trabajamos en el desarrollo local de dispositivos médicos ventiladores con otras organizaciones de la Ciudad de México, la subsecretaría de Tecnología, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, el Instituto de Enfermedades Respiratorias y el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud, para establecer lineamientos básicos y de orientación para los investigadores”.

“Ésta me parece que va a ser una de las grandes lecciones de la pandemia para el país: el desarrollo local de dispositivos médicos y medicamentos es necesario e indispensable. Hay que trabajar en eso y no es un afán nacionalista de no recibir, sino de enriquecer la producción de México y dejarnos de tanta dependencia en estos campos que son vitales”.

Fan declarada del equipo femenino

Formar parte de este grupo multidisciplinario de mujeres que negociaron la llegada de la vacuna a México le deja mirar en retrospectiva a la mujer de 18 años que decidió estudiar química: ella misma. En un tiempo donde era más común que esa matrícula universitaria registrara hombres. Decisión que le permitió desarrollar una gran habilidad que fue muy útil en este proceso: traducir con cierta facilidad lo técnico a lo administrativo.

Espinosa está convencida de que el papel de la mujer es fundamental no sólo en el núcleo familiar, también en el mundo laboral y el desarrollo de políticas públicas.

“Después de 30 años en el servicio público, puedo decir que mis mejores colaboradoras han sido mamás que pueden administrar la casa, la familia y tener un puesto de mando, directivo“, concluye Espinosa, quien ahora se desempeña en el área de Promoción de la Salud, como apoyo técnico a la dirección general de la Secretaría de Salud. “He tenido cerca a muchas mujeres valiosas, inteligentes, comprometidas y con ellas he logrado desarrollar proyectos importantes para el país. No tengo problema en trabajar con hombres, pero se nota: soy fan del equipo femenino”.

La-Lista de mujeres que la inspiran:

  • Sus abuelas
  • Su madre
  • Sus tías
  • Sus hermanas
  • Martha Delgado, subsecretaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores
  • Marcela Madrazo, exasesora del Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
  • Leona Vicario, heroína de la Independencia de México

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