Ambientalistas acusan engaños en tour del Amazonas para embajadores extranjeros
Foto: Ria Sopala/Pixabay.com

Dom Phillips/The Guardian

Río de Janeiro.- Algunos ambientalistas criticaron el tour de tres días por el Amazonas que el gobierno de Brasil organizó para embajadores extranjeros por ser un engaño y propaganda mediática, pues no atravesó por ninguna zona ambientalmente devastada.

El tour finalizó el viernes 6 de noviembre y se enfocó en las áreas mejor protegidas del norte del Amazonas. “El gobierno preparó un itinerario que no demuestra la realidad del Amazonas, el abandono de los pueblos indígenas, el robo de tierras, la minería ilegal y la deforestación indiscriminada. Es un engaño”, dijo Marcio Astrini, director ejecutivo de Climate Observatory, un grupo de ONGs ambientalistas.

No es necesario que vean la malo

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, quien dirigió el tour y encabeza el consejo del Amazonas del gobierno, afirmó que “no era necesario” observar de cerca los efectos de los incendios y la deforestación.

Los analistas dicen que el tour fue una concesión para los gobiernos europeos, indecisos sobre la ratificación de un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur. La deforestación y los incendios en el Amazonas incrementaron desde que Jair Bolsonaro ocupó la presidencia de Brasil en enero de 2019 gracias a su agenda antiambientalista, y promesas sobre el desarrollo de la región.

“Los gobiernos que están a favor de la ratificación con Brasil quieren que las cosas se hagan de este modo para poder argumentar a su favor en sus capitales”, dice Oliver Stuenkel, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Getulio Vargas, una escuela de negocios de São Paulo.

Otros temen que haya sido una trampa propagandística debido a que los tuits de una cuenta de Twitter oficial del gobierno afirman que Brasil protege al ambiente mejor que cualquier otro país, además de las declaraciones de Bolsonaro sobre “intereses sospechosos” en las riquezas del Amazonas. El sitio de verificación de datos Fakebook.eco desmintió muchas de esas declaraciones.

El viaje que Bolsonaro propuso hace un año después de que ocho países europeos, incluyendo al Reino Unido, exhortaran en septiembre a que Brasil tomara acciones efectivas sobre la deforestación, partió de Manaus, una ciudad al norte del Amazonas, que es la zona mejor protegida.

Los puntos del viaje

El tour incluyó un zoológico, un centro de monitoreo de la deforestación, una granja sustentable y la confluencia de los ríos Amazonas y Negro, cerca de Manaus, un destino turístico muy visitado. El viernes, los embajadores visitaron una base militar en la reserva indígena yanomami y un centro de salud indígena en el pueblo remoto de São Gabriel da Cachoeira.

Greenpeace propuso una ruta alternativa  para los embajadores que pasaba por áreas devastadas como el bosque Jamanxim en el estado de Pará. “Espero que los embajadores comprendan que esto no es más que propaganda mediática, y no representa la realidad” dijo Cristiane Mazzetti, activista del Amazonas para Greenpeace Brasil.

Antes de salir, la embajadora interina del Reino Unido en Brasil, Liz Davidson, tuiteó que “es una vergüenza que el viaje no incluya visitas a las zonas más devastadas por la degradación ambiental”. También aseguró al diario Valor Econômico de Brasil que el Reino Unido quería que las autoridades brasileñas presentaran un plan a largo plazo para combatir la deforestación ilegal.

“Es una vergüenza que el viaje no incluya visitas a las zonas más devastadas por la degradación ambiental” -Liz Davidson, embajadora interina del Reino Unido en Brasil

De acuerdo con reportes del sitio G1, por una desviación de último minuto de la ruta oficial, los embajadores no volaron sobre la autopista BR-163 en Pará (la región sugerida por Greenpeace) que atraviesa zonas altamente deforestadas del Amazonas. Tampoco hubo planes para aterrizar.

“Planeábamos volar sobre la región de la BR-163 … pero no pudimos porque aunque volábamos bajo, las nubes obstruyeron la visibilidad, pero es importante aclarar que llevarlos in loco no es realmente necesario”, dijo Mourão a reporteros en Manaus, de acuerdo con el sitio local A Critica. Él encabeza una operación del ejército para combatir incendios y deforestación, aunque muchos consideran que es inefectiva.

Crece el daño… y disminuye la ayuda

El gobierno de Bolsonaro ha desmantelado protecciones ambientales. Han despedido a funcionarios, a otros les han prohibido hablar con los medios, y también han prohibido la destrucción de tractores y otra maquinaria utilizada por leñadores y mineros ilegales. La deforestación llegó al punto más alto en diez años entre agosto de 2018 y julio de 2019, cuando alcanzó los 10 mil 129 kilómetros cuadrados, y hay indicios de que las cifras que se presentarán el próximo mes serán aún más altas.

Los incendios en el Amazonas también igualaron una marca de hace diez años, pues aumentaron 13 por ciento en los primeros nueve meses de 2020. En un discurso para Naciones Unidas, Bolsonaro afirmó falsamente que el bosque tropical no se incendió, y culpó a poblaciones indígenas de esparcir una “campaña de desinformación anclada a intereses sospechosos” en los medios. En abril, el secretario de Medio Ambiente, Ricardo Salles (quien también asistió al tour del fin de semana) exigió incrementar la desregulación mientras los medios estaban distraídos con la pandemia de Covid-19.

El viernes, Climate Observatory afirmó que las emisiones de gases de efecto invernadero de Brasil aumentaron un 9.6 por ciento en 2019. Declararon que se emitieron 2.2 toneladas de dióxido de carbono, principalmente por las deforestación del Amazonas, y además ahora es imposible que Brasil alcance su objetivo de emisiones para el año en curso.

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