Los efectos de Otis en Acapulco: “no tenemos luz, agua y no tenemos casi nada que comer”
El huracán Otis generó destrozos en las colonias populares de Acapulco, Guerrero. Ilustración: Samantha Guerrero.

A las seis de la tarde del martes 24 de octubre, Herminia y su hija se encerraron con su nieta y nieto para protegerse del huracán Otis en la colonia Alta Bella Vista en Acapulco, Guerrero. “Para no correr ningún riesgo”, cuenta Herminia.

En esa casa, su casa desde niña, Herminia, de 55 años, ha pasado varios desastres. Vivió el huracán Paulina, en octubre de 1997; el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel, en 2013; los temblores de 1985, 2017 y 2021. La casita siguió en pie. Y no es que su casa de paredes moradas se haya derrumbado con Otis. Eso no pasó. Pero en esta ocasión, cuenta Herminia, por poco y se la llevaba el viento con todos dentro.

“La lluvia se dejó venir con furia y el viento movía toda la casa”, recuerda. Entonces se metieron bajo los colchones. La casa es de tabique, pero fue construida sobre una zona vulnerable.

Los efectos de Otis en Acapulco: “no tenemos luz, agua y no tenemos casi nada que comer” - acapulco-guerrero
Los techos de una gran parte de las casas en las colonias Bella Vista y Alta Bella Vista en Acapulco, Guerrero, volaron con el impacto del huracán Otis. Foto: Marlén Castro / La-Lista.

Después del hogar de Herminia empieza el cerro. Al cabo de unas tres horas, alrededor de las nueve de la noche, el viento venció al techo y las láminas volaron. Cuando el huracán tocó tierra, en los primeros minutos del miércoles 25 de octubre, la familia de Herminia tenía horas aferrada a las cosas pesadas que hay en la casa.

La Calle 8, de la colonia Bella Vista, es la vía que toma Herminia para llegar a su hogar. Es una calle empinada desde que se deja la avenida Ejido, una de las vías más viejas de Acapulco. Cuando termina la Bella Vista y comienza la Alta Bella Vista, hay que subir unas escaleras infames, cortitas y sin descansos, que son como subir cinco pisos de un edificio y sin hacer pausa porque no hay una mínima sombra que cubra del sol, así que, es mejor, subirlas de corrido.

El miércoles por la mañana, luego del impacto del huracán Otis en Acapulco, Herminia y su hija —ambas son bajitas y muy delgadas— intentaron recuperar las láminas que se volaron. De hecho, ahora pueden recuperarlas y hacerse de otras más, pues las calles están tapizadas de las láminas que arrancó el viento.

Esta zona de la Alta Bella Vista y Bella Vista ahora parece un lugar de casas sin techo y ventanas sin vidrios. Muchas estructuras de fierro y aluminio volaron completitas. Para remontar la Calle 8 hay que pasar por encima de varias láminas que aún siguen en el suelo, o tinacos, o ramas grandes y árboles enteros que arrancó Otis.

En algunas partes de esta calle empinada, las láminas que volaron las quitaron de en medio de la calle y las amontonaron en una esquina, junto con los tinacos y vidrios quebrados. En otras partes hay que ir sorteando todos estos obstáculos.

Los efectos de Otis en Acapulco: “no tenemos luz, agua y no tenemos casi nada que comer” - noticias-acapulco-otis
El huracán Otis también derrumbó árboles y palmeras que aún obstruyen el camino en Acapulco, Guerrero. Foto: Marlén Castro / La-Lista.

Las colonias populares de Acapulco, sin atención luego del impacto de Otis

Son las tres de la tarde del viernes 27 de octubre. El calor arreció en Acapulco después de Otis. En la Calle 8 y en varias otras calles de las colonias populares, la gente está haciendo parte de su vida cotidiana en las banquetas, porque dentro de lo que quedó de sus hogares el calor no se soporta y sigue sin haber luz para encender un ventilador. A algunas familias se les acabó el gas y cocinan con leña. Sacaron su comal, mesas y sillas. Mudaron su cocina a la calle.

Tres días después del paso del huracán, a los habitantes de estas colonias no los ha atendido ninguna autoridad.

“Quisiéramos que, aunque sea, nos vengan a ver para traernos algunas colchonetas para que los niños no duerman en el suelo”, solicita Herminia. Sus colchones continúan mojados.

Los efectos de Otis en Acapulco: “no tenemos luz, agua y no tenemos casi nada que comer” - huracan-otis-en-acapulco-guerrero
El huracán Otis hizo que algunas casas perdieran sus techos y destruyó varias estructuras. Foto: Marlén Castro / La-Lista.

Hasta ahora se han registrado 39 personas fallecidas y 10 desaparecidas en Acapulco, Guerrero, pero en los barrios populares como la Bella Vista, Alta Bella Vista, la Progreso y la Alta Progreso no se escuchan malas noticias acerca de personas muertas arrastradas por las aguas o que estén ausentes. Eso sí, los destrozos están por todos lados y parece que la gente no tiene ánimos de levantar las estructuras que se volaron.

No ha subido nadie del Ayuntamiento para despejar las calles llenas de escombros, por lo que los automóviles no suben hasta arriba. Para llegar hasta el pie del cerro, donde vive Hermina, hay que caminar. Los alimentos que tenían en el refrigerador ya se les echaron a perder y la gente anda buscando tiendas que estén abastecidas. No es fácil hallar una tienda que no haya sido saqueada. De hecho, parece que ya no la hay.

En las avenidas Ejido y Cuauhtémoc, dos de las calles que conectan todo en la parte popular de Acapulco, las tiendas departamentales y las tiendas de conveniencia —llamadas así porque facilitan la compra rápida y cercana a los domicilios— quedaron destruidas por el huracán Otis.

Otro inconveniente para salir a buscar de comer es el transporte público. Simplemente no hay. Sólo se pueden mover los que cuentan con auto propio. De todos modos sería raro que hallen víveres aquí o en alguna otra zona del puerto. Todo, absolutamente todo, para este viernes, ha sido saqueado. No hay una tienda que se haya salvado de la rapiña.

Los efectos de Otis en Acapulco: “no tenemos luz, agua y no tenemos casi nada que comer” - acapulco-huracan-otis
La población de las colonias populares de Acapulco, Guerrero, tuvo pérdidas materiales por el impacto del huracán Otis. Foto: Marlén Castro / La-Lista.

‘Yo no me lo robé, a mí me lo dieron’

El pasado miércoles 25 de octubre se pudo entender la razón de tanta gente acarreando mercancías impunemente.

En la esquina de la avenida Ejido con Calle 8, una bodega de productos Fud, conocida como Sigma, fue vaciada en su totalidad. La empresa dueña de la bodega, en la que había unos 20 camiones llenos con mercancía, pudieron haber denunciado el robo. La bodega tiene varias cámaras de vigilancia. A la vuelta, sobre la avenida Ejido, había patrullas de la Guardia Nacional y la Policía Estatal, a las que no se les pidió ayuda.

Dos hombres llamaban a la gente para llevar producto. Las personas que pasaban por ahí aprovecharon la oportunidad. Pidieron sin medida: llevaban cajas de yogurt, paquetes de salchichas, de jamón, de diferentes tipos de queso; manchecho, oaxaca, mozzarela, entre otros.

Los efectos de Otis en Acapulco: “no tenemos luz, agua y no tenemos casi nada que comer” - saqueos-huracan-otis-acapulco
En muchos negocios se registraron saqueos luego del impacto del huracán Otis en Acapulco, Guerrero. Foto: Marlén Castro / La-Lista.

Herminia y su hija fueron de las personas que llevaron de esa mercancía.

“Yo no me lo robé. A mí me lo dieron”, asegura Herminia un tanto avergonzada con su carga en brazos. Una caja grande y pesada con jamón, salchicha, queso y yogurt de varias marcas y tamaños.

“Ya no tenemos comida y si nadie viene a ayudarnos, al menos tenemos esto para pasarla los siguientes días”, señala.

Herminia y su hija suben la empinada Calle 8 a paso lento y con largas pausas para descansar. Desde aquí se observa su casa.

“En esa casa moradita con raya rosa tiene su casa”, dice con amabilidad. “Sólo que, como ya sabe, ahorita no tenemos luz, no tenemos agua y no tenemos casi nada que comer”.

Síguenos en

Google News
Flipboard