Conversaciones comerciales de Brexit en ‘punto muy difícil’, dice gobierno,  mientras Francia amenaza con veto
Foto: Pixabay

Daniel Boffey, Heather Stewart, Simon Murphy y Lisa O’Carroll/The Guardian

Downing Street ha advertido que las negociaciones del Brexit han llegado a un “punto muy difícil”, ya que Francia amenazó con ejercer su veto para acabar con un acuerdo comercial y de seguridad traído desde Londres por el jefe negociador de la Unión Europea.

Con las negociaciones en aguas turbulentas en el último momento, Clément Beaune, ministro de Asuntos Europeos de Francia y aliado cercano del presidente Emmanuel Macron, dijo que su país podría actuar unilateralmente si los términos no son los correctos.

“Creo que también es el caso de nuestros socios que, si hubiera un acuerdo que no es bueno, que en nuestra evaluación no corresponde a esos intereses, nos opondremos a él”, dijo Beaune. “Sí, cada país tiene un veto, así que es posible. Francia, como todos sus socios, tiene los medios de un veto. Debemos hacer nuestra propia evaluación de este acuerdo, es normal. Le debemos eso al pueblo francés, se lo debemos a nuestros pescadores y a otros sectores económicos.

“Quiero creer que tendremos un buen trato, pero para conseguir un buen trato sabes que es mejor ser franco, y decir nuestros intereses. Hemos sido muy claros, a veces los británicos un poco menos, sobre nuestros intereses.”

Un portavoz del número 10 (Downing Street) confirmó que las negociaciones se encontraban en un “punto muy difícil”, y reiteró la insistencia del gobierno británico en proteger la “soberanía”.

“Estas son negociaciones en vivo que están en curso. Todavía hay algunas cuestiones que superar. El tiempo apremia, y nos encontramos en un punto muy difícil en las conversaciones”, dijo el portavoz.

“Lo que es seguro es que no podremos llegar a un acuerdo que no represente nuestros principios fundamentales sobre soberanía y recuperación del control”.

Añadió: eso incluye el control de nuestras fronteras, la decisión sobre un sistema de control de subsidios robusto y de principios y el control de nuestras aguas pesqueras”.

Fuentes del gobierno del Reino Unido habían afirmado el jueves por la tarde que las negociaciones de Brexit habían dado un repentino paso atrás después de que el furioso cabildeo francés presionara a la UE a hacer demandas tardías.

Se dijo que el aparente endurecimiento de la posición de la UE había desestabilizado las prolongadas conversaciones, deshaciendo el progreso realizado en las 24 horas anteriores. Las conversaciones que se llevaron a cabo en el sótano del departamento de negocios de Reino Unido fueron más allá de las 11 pm del jueves. Ambas partes creen que la noche del domingo o la mañana del lunes es el plazo final para la negociación de un año.

Beaune dijo que su gobierno estaba siguiendo de cerca los acontecimientos en Londres, donde los negociadores han estado trabajando noche y día para hallar un terreno común y que examinarían cualquier acuerdo.

Dijo que: “Este riesgo (de no llegar a un acuerdo) existe. No debemos ocultarlo porque hay empresas, nuestros pescadores, ciudadanos que necesitan saber y por lo tanto debemos prepararnos para el riesgo de no llegar a un acuerdo. Es decir, el 31 de diciembre no habrá más libre circulación y libre acceso al mercado de Reino Unido y viceversa.

“Pero no es lo que queremos y las negociaciones siguen en curso con Michel Barnier, quien está en Londres en este momento. Todavía sigo esperando que podamos llegar a un acuerdo, pero también les digo a nuestros pescadores, a nuestros productores, a nuestros ciudadanos, que no aceptaremos un mal acuerdo”.

Las conversaciones siguen enfocadas en el nivel de acceso que se ofrecerá a la flota pesquera europea a las aguas británicas a finales de año y las llamadas disposiciones de igualdad de condiciones.

La UE busca garantías en un acuerdo de que Reino Unido no podrá distorsionar el comercio a través de subsidios o reduciendo las normas ambientales, laborales y sociales.

Fuentes de Reino Unido afirmaron que la UE comenzó a presionar para obtener más y más garantías sobre el papel de un regulador doméstico de los subsidios, o ayuda estatal, después del período de transición, una demanda desestimada rotundamente por Bruselas.

“No vemos ninguna ruptura o problema real más allá de la ya lenta marcha de esta negociación”, dijo una fuente de la UE el viernes. “Se centra en la aplicación doméstica de las regulaciones de ayuda estatal ya sea ex ante (previa) o ex post (posterior a que se otorgue un subsidio)”.



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