La radiación de Fukushima no provocó daños de salud en los pobladores: ONU
Central eléctrica de Fukushima después del triple desastre de Japón en 2011. Un aumento en el cáncer de tiroides entre los niños locales se ha atribuido a la detección mediante equipos de ultrasonido. Fotografía: Ho New / Reuters

La radiación que causó el colapso nuclear en Fukushima hace una década no dañó la salud de los habitantes, indica un reporte de la ONU.

Gillian HIrth, presidenta del comité científico de la ONU sobre los efectos de la radiación atómica, Unscear, por sus siglas en inglés, dijo que “no hay efectos adversos de salud entre los residentes de Fukushima documentados que pudieran atribuirse directamente a la exposición a la radiación del accidente” de marzo de 2011.

Unscear dijo que los estudios más recientes apoyan un reporte de 2013 sobre el impacto en la salud de la radiación por el colapso de tres reactores en la planta de energía nuclear de Fukushima Daiichi.

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El reporte más reciente se presentó porque Japón está preparando la conmemoración de los 10 años de que un fuerte terremoto y un tsunami provocaron la muerte de 18 mil personas y dieron lugar a la peor crisis nuclear desde Chernobyl,  que tuvo lugar 25 años antes.

El incidente forzó la evacuación de 160 mil personas, muchas de las cuales no han regresado a sus hogares desde hace 10 años.

La preocupación por los efectos potenciales del accidente surgieron a causa de la alta incidencia de cáncer de tiroides en niños que vivían en la prefectura de Fukushima durante el desastre.

La Unscear y otros expertos atribuyen los altos índices al uso de equipo de ultrasonido altamente sensible y al gran número de niños que se han examinado.

La primera ronda de pruebas se realizó entre 2011 y 2015 e identificó 116 casos de cáncer de tiroides diagnosticado o sospechoso entre más de 300 mil personas de 18 años.

“El balance de la evidencia disponible indica un aumento en el número de diagnósticos de cáncer de tiroides detectado entre los niños que estuvieron expuestos no es el resultado de la exposición a la radiación”, dijo Unscear.

“En realidad, esto es el resultado de los procedimientos de monitoreo ultrasensible que revelan la prevalencia de anormalidades en la tiroides en la población que antes no se detectaban”.

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Gerry Thomas, directora del Banco de Tejidos de Chernobyl y presidenta de patología molecular del Imperial College London, dice que no le sorprende que Unscear y otros cuerpos descarten una relación entre el cáncer de tiroides y la radiación de Fukushima.

“Las dosis de radiación de la tiroides después de Fukushima fueron 100 veces menores que después de Chernobyl debido a un número de factores”, dijo Thomas. Agregó que “toda la evidencia que tenemos de los niveles de exposición y los datos del programa de monitoreo de salud de Fukushima sugieren que es muy poco probable que se vea un incremento en cáncer de tiroides en estos niños, que ahora son adolescentes o adultos jóvenes”.

Pero en un reporte que se publicó para coincidir con el décimo aniversario del triple desastre, Greenpeace Japón advierte que un gran números de zonas que se encuentran cerca de la planta en donde ya se levantaron las órdenes de evacuación, todavía no se han descontaminado adecuadamente, lo que provoca que los residentes que regresen queden expuestos a altos niveles potenciales de radicación durante décadas.

Los gobiernos de los últimos 10 años han tratado de perpetuar el mito del desastre nuclear”, dice Shaun Bernie, especialista nuclear de Greenpeace del Este de Asia. “Trataron de engañar a los japoneses representando mal la efectividad del programa de descontaminación e ignorando los riesgos de la radiación”.

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