El FBI, bajo presión para combatir crímenes de odio antiasiáticos después del tiroteo de Atlanta
Lijing Zhao, propietario de Jo Jos Massage, coloca un ramo de flores fuera del spa donde cuatro personas fueron asesinadas a tiros en Acworth, Georgia, el 17 de marzo. Fotografía: Elijah Nouvelage / Getty Images

Las agencias locales y federales de la policía están bajo presión para incrementar los esfuerzos para combatir la creciente oleada de crímenes de odio contra asiáticos americanos después del ataque contra salones de belleza en Atlanta que dejó ocho muertos, de los cuales seis eran mujeres asiáticas.

El FBI y otras fuerzas policiales se enfrentan a las críticas por los niveles de denuncias de crímenes de odio que permanecen abismalmente bajos, a pesar de varios intentos del Congreso por resaltar la indignación.

Los líderes de la comunidad asiaticoamericana expresaron su consternación e miércoles, un día después del tiroteo en tres salones de masajes, sobre la discriminación y el acoso al que se han enfrentado históricamente sus comunidades y que aún no se les presta la atención que merecen.

Tuvieron que morir seis mujeres asiáticas en un día para que las personas se fijaran en esto”, dijo Sung Leon Choimorrow, directora ejecutiva de National Asian Pacific American Women’s Forum (NAPAWF), a The Guardian. “Los registros de crímenes de odio contra los asiáticos americanos son tan bajos porque ni siquiera están dispuestos a aceptar que nos discriminan y acosan por nuestra raza”.

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En las estadísticas de crímenes de odio más recientes del FBI (2019), se identificó un total de 4,930 víctimas donde su raza o etnicidad fue el motivo. De ellas, 4.4% fueron víctimas de sesgos anti asiáticos, en comparación con el 48.5% de anti afroamericanos y 14.1% anti hispánicos.

Es generalmente aceptado que las cifras no muestran adecuadamente el problema de crímenes de odio en Estados Unidos hoy en día, incluyendo a los asiáticos americanos. Una ley federal se estableció en 1990 para requerir que haya registros de crímenes de odio, pero ha sido inefectiva porque las fuerzas policiales individuales no están obligadas a participar.

Como resultado, casi el 90% de las organizaciones policiales involucradas en el estudio de los crímenes de odio en 2019 no reportó un solo incidente, lo que muchos activistas por los derechos civiles consideraron francamente increíble. Además, un reporte federal publicado en febrero encontró que más del 40% de los crímenes de odio jamás se reportan a las autoridades.

Ni siquiera tenemos un panorama claro de la verdadera cantidad de crímenes de odio en Estados Unidos. El FBI puede decirte cuántos robos ocurrieron el año pasado, pero no te pueden dar un verdadero estimado de los crímenes sesgados”, dijo Michael German del Brennan Center for Justice, quien trabajó en la década de los 90 como un agente encubierto del FBI, infiltrado en grupos supremacías blancos.

German señaló que entre 2017 y 2018 hubo 230,000 crímenes de odio violentos, de acuerdo con una encuesta a las víctimas del Departamento de Justicia (DoJ). Sin embargo, en el mismo periodo el DoJ sólo procesó 50 casos de crímenes de odio.

“Es un indicador de la falta de interés y prioridad que el gobierno federal presta a este tema”, dijo German.

A falta de cifras oficiales creíbles, grupos de asiáticos americanos han intentado llenar el hueco al recolectar ellos mismos los datos. Poco antes del tiroteo en Atlanta, el grupo Stop AAHI Hate publicó un informe detallando 3,795 incidentes de acoso verbal, ataques físicos, discriminación en la oficina y otras formas de sesgo que ocurrieron durante la pandemia.

El grupo dijo que los incidentes representan “solo una fracción del número de incidentes de odio que ocurren, pero sí muestra qué tan vulnerables son los asiáticos americanos ante la discriminación”.

Asian Americans Advancing Justice es otro grupo que alienta el autoreportaje de odio y acoso a través de su rastreador del odio, StandAgainstHatred.org. Marita Etcubañez, la directora de iniciativas estratégicas, dijo que el subreportaje crónico de incidentes de odio tiene muchas causas, incluyendo la renuencia de los individuos a interactuar con la policía, y la falta de asistencia para idiomas.

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“Muchos inmigrantes no confían en el gobierno y no creen que obtendrán la asistencia y el apoyo que necesitan para reportar”, dijo.

Las mujeres y los adultos mayores asiaticoamericanos aparentemente son los objetivos más comunes en la oleada de incidentes que abarca desde acoso verbal hasta ataques brutales. En enero, Vicha Ratanapakdee, de 84 años, fue fatalmente atacado en las calles de San Francisco.

Choimorrow dijo que ha habido un aumento en los incidentes de odio durante la pandemia. Su grupo, NAPAWF, condujo una encuesta que se publicará pronto donde encontraron que alrededor del 50% de las mujeres estadounidenses de origen chino en la encuesta experimentaron insultos racistas en público, la cifra aumentó hasta el 64% en las mujeres estadounidenses de origen coreano.

Ella dijo que puede confirmarlo personalmente. “He experimentado racismo dirigido hacia mí durante la pandemia, simplemente al caminar por mi barrio en Chicago. Un hombre nos persiguió a mí y a mi hija gritando ‘¡Regresa a China y llévate tu virus!’ “

La motivación exacta del hombre que perpetró el tiroteo de Atlanta aún no es clara, algunos reportes sugieren que pudo haber sido de naturaleza más bien sexual que racial. Pero el temor entre los asiaticoamericanos ha crecido gracias a los asesinatos, pues llegaron después del crecimiento en incidentes de odio ocasionado por las descripciones xenófobas que Donald Trump realizó sobre el coronavirus como el “virus chino”.

Joe Biden habló sobre el tiroteo el miércoles. “Cualquiera que haya sido la motivación aquí, conozco a algunos asiáticos americanos, ellos están muy preocupados, porque como saben, he hablado sobre la brutalidad contra los asiaticoamericanos, y es muy preocupante”, dijo.

En su primera semana en el puesto, el presidente firmó una orden ejecutiva diseñada para combatir el racismo y la xenofobia contra los asiáticos americanos y los inmigrantes de las islas del Pacífico. En ella se condenó “La retórica xenófoba e inflamatoria” sin mencionar a Trump por su nombre.

La orden también instruyó al fiscal general de Estados Unidos, el antiguo juez federal Merrick Garland, para “expandir la recolección de datos y el reportaje público de los incidentes de odio”.

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German dijo que después de los tiroteos de Atlanta, el departamento de justicia estará bajo la lupa.

“Garland estará bajo presión para hacer más. Al público le preocupan los crímenes de odio y el crecimiento significativo de la violencia contra los asiaticoamericanos”, dijo.

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