La NASA descubre la estrella más lejana jamás observada
La NASA y el telescopio Hubble descubrieron la estrella más lejana y antigua hasta el momento. Foto: NASA, ESA, B. Welch (JHU), D. Coe (STScI), A. Pagan (STScI)

A través del telescopio Hubble se ve solo como un puntito de tres píxeles, pero es, en realidad, la estrella más lejana y antigua nunca observada. Eärendel, a 12 mil 900 millones de años luz de la Tierra y formada cuando el universo aún era joven, será una puerta para entender la evolución estelar.

Aunque ya no existe, porque explotó hace millones de años, su luz fue tan potente que aún es visible y es un estrella de récord pues, hasta ahora, la más lejana detectada era Ícaro, descubierta en 2018 a 9 mil millones de años luz.

El hallazgo, que publica Nature, fue posible gracias a un equipo internacional liderado por Brian Welch de la Universidad Johns Hopkins (EU) y el equipo Space Telescope Science Institute.

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La estrella Earendel ya no existe porque explotó hace millones de años. Foto: NASA, ESA, B. Welch (JHU), D. Coe (STScI), A. Pagan (STScI)

“Hasta la fecha habíamos visto solo estrellas recientes, nunca una tan antigua como esta”, que existió en los primeros mil millones de años tras el Big Bang, dijo el investigador José María Diego, del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-UC), uno de los autores del estudio.

Destacó que el descubrimiento permitirá entender la evolución de las estrellas y la formación de las primeras de ellas, así como la etapa de reionización del universo, un periodo en el que circulaban electrones libres, pero no se sabe muy bien qué fuentes de energía provocaron ese proceso.

Eärendel será “una ventana a una era del universo con la que no estamos familiarizados, pero que condujo a todo lo que conocemos. Es como si hubiéramos estado leyendo un libro interesante, pero comenzamos en el segundo capítulo y ahora tenemos la oportunidad de ver cómo empezó todo”, dice Welch, citado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La estrella toma su nombre del poema El viaje de Eärendel, la estrella vespertina, escrito en 1914 por J.R.R. Tolkien, autor de El señor de los anillos, y se encuentra en una galaxia que han llamado Sunrise Arc.

El equipo estima que tendría, al menos, 50 veces la masa del Sol y era mucho más brillante que este, pero habrá que esperar a que el recién lanzado telescopio James Webb esté totalmente operativo para determinar su masa, tamaño, temperatura, radio y establecer si es una estrella de primera o de segunda generación.

Las estrellas de primera generación, las más cercanas al inicio del Big Bang, solo estaban formadas por hidrógeno y helio, pues junto a un poco de litio eran los únicos elementos que había en el universo.

De Eärendel ya solo existe su luz y para predecir si su brillo se mantendrá en los próximos años o es temporal “se necesita estimar la masa de todas las estrellas que se encuentran en la línea de visión”, señaló Yolanda Jiménez, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), quien participó en el proyecto.

Hasta 2018, cuando se detectó Ícaro, nadie había pensado en buscar este tipo de estrellas, que son muy difíciles de reconocer, “son simplemente un punto de luz, sin ninguna forma”, detalló José María Diego.

De hecho, Hubble se diseñó para ver galaxias a la distancia que está Eärendel, pero no para estudiar una única estrella: “hace tres años era ciencia ficción, nadie se lo hubiera creído”.

Sin embargo, ha sido posible gracias a “algo que nos regala la naturaleza”, un fenómeno llamado lente gravitatoria, cuyo efecto es como hacer el Hubble 70 veces más grande. “No hay telescopio en la Tierra que sea tan grande; es una combinación única”.

Por el momento, Eärendel es solo un punto de tres píxeles, pero “es increíble la cantidad de información que se puede obtener de un solo puntito”, dijo el investigador español. 

Con información de EFE

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