Tomando sin salir de casa

Quien piense que los bares y antros siguen cerrados durante la pandemia es porque claramente no se ha dado una vuelta por lugares como la Zona Rosa en la Ciudad de México, o el equivalente de estos centros de comercio y esparcimiento en cualquier ciudad de nuestro país, donde la gente se olvida rápidamente de los protocolos sanitarios y no hay ningún rigor por parte de locatarios, o autoridades, para exigir su implementación.

Bajo el pretexto de que no son bares los que están operando, sino restaurantes con horario y aforo restringidos, un hervidero de gente se desborda por los andadores peatonales en evidente estado de ebriedad, a plena luz del día y hasta ya entrada la noche, pues el gobierno capitalino amplió el horario de servicio en exteriores hasta las 23:00 horas, durante la semana del 3 al 9 de mayo. 

En la Ciudad de México llevamos dos semanas en semáforo epidemiológico naranja “hacia el amarillo”, con la promesa implícita de que cambiaremos de color en cualquier momento y entonces se retomarán todas las actividades laborales, o de menos se ampliarán los permisos de operación de algunos establecimientos. Todo parece indicar que, ya muy pronto, la idea de quedarnos en casa los fines de semana, bailando y bebiendo solos –o en compañía de nuestra “burbuja social”– será cosa del pasado.

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Tras un año y 43 días de que se anunciara el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, los mexicanos nos hemos acostumbrado a las rutinas más impensables y es posible que todavía nos tome un poco más de tiempo deshabituarnos de aquellas reuniones con los amigos en videoconferencias, las fiestas en livestream con DJs de todo el mundo o las divertidas catas y tutoriales de mixología casera. Pero mientras eso sucede: la última y nos vamos.

“El hombre nace con un déficit del 0.05% de alcohol en la sangre. Estamos probando la hipótesis de Finn Skårderud”, explica uno de los personajes de Another Round, la cinta del director danés Thomas Vinterberg ganadora del Oscar a la Mejor Película Internacional, y de la que ya se anunció una versión hollywoodense con Leonardo DiCaprio. “Como Hemingway. No beberemos después de las 8 de la noche ni durante el fin de semana”, pacta el grupo de amigos de esta historia, pues pretenden lograr un óptimo desempeño profesional y social.

Un estudio realizado en México y publicado en octubre de 2020 en el Drug and Alcohol Review de la APSAD, demostró que el consumo de alcohol se convirtió en un mecanismo para afrontar el aislamiento, pero también el estrés generado por problemas económicos derivados de la pandemia. Más de 1,300 universitarios fueron evaluados psicológicamente en línea, revelando que el 38.6% tenían problemas de dinero, y de éstos, el 67.4% aumentó su consumo de bebidas embriagantes. De acuerdo con una encuesta realizada por Nielsen, el consumo de alcohol en México aumentó al menos 63% durante los meses más críticos de la pandemia.

“Mi percepción es que el consumo subió al inicio, pero en los últimos meses fue disminuyendo gradualmente”, opina Fabiola de la Fuente, productora de vino. “La venta de vinos por internet aumentó por un tiempo, pero la gente ya no está gastando como al principio, cuando pensaron que la pandemia iba a durar uno o dos meses. Las reuniones sociales por Zoom ya se empezaron a espaciar”.

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Es de llamar la atención que a lo largo del confinamiento se notaron varias tendencias en el tipo de bebidas que las tiendas ofrecieron, pues parecían adaptarse a las diferentes exigencias de cada momento. La implementación de medidas como la Ley Seca o el control en la disponibilidad de ciertos productos, se reflejaron en la proliferación de bebidas sin alcohol o de baja graduación, como los jugos espumosos durante Navidad y Año Nuevo, las cervezas “sin alcohol” y últimamente el Hard Seltzer.

Cuando las compañías cerveceras se vieron obligadas a detener su producción en abril de 2020 por no ser consideradas como actividad esencial, Grupo Modelo encontró la manera de continuar labores con la creación de una “bebida de cebada” con 1.8 grados de alcohol, la Victoria “Chingones”, que legalmente no es considerada una bebida alcohólica por estar debajo de los 2 grados de alcohol señalados por la Ley General de Salud.

En otras partes del mundo, bebidas como el soju se pusieron de moda por el nuevo interés que existe en la cultura coreana. Fue así como aumentó la importación de marcas como Chamisul y Chum-Churum, a pesar de que algunas encuestas entre consumidores extranjeros lo colocaron como el alimento “más odiado de Corea”. Es un destilado que puede contener un volumen de 16.8% hasta 53% de alcohol.

Los hard seltzers ya llevan largo rato de haberse posicionado en otras capitales del mundo, pero su introducción en México es reciente. Se presentan como una opción más saludable que la cerveza; mezcla de agua carbonatada con sabores refrescantes, baja en calorías, sin gluten y con una graduación de entre 4% y 7% de alcohol.

Pero allá donde estas bebidas dejaron de ser novedad, ha quedado claro que no son precisamente saludables, ya que pueden esconder más calorías de las declaradas, además de tener poco valor nutricional y provocar un efecto contraproducente, donde las personas terminan por beber más de lo normal, aumentando así la cantidad de calorías y de alcohol en el organismo. Que no nos extrañe entonces que algún diputado quiera meter mano en el asunto, como cuando quisieron regular el Four Loko.

BREVES

Another Round (Otra ronda) está disponible en plataformas como Apple TV o Hulu. Aún no tiene una fecha específica de estreno en México, pero se espera que llegue a salas de cine en este mes de mayo.

La serie documental Hemingway, sobre la vida del afamado escritor y periodista estadounidense, ya se puede comprar en DVD y Blu-Ray a través de la tienda en línea de la Public Broadcasting System, en shop.pbs.org 

Todavía quedan algunos días de actividades y conciertos híbridos en el festival virtual de Mutek. Hasta el 9 de mayo en virtual.mutek.org

Ya pueden escuchar Los 100 millones, un podcast con el actor Óscar Jaenada que cuenta una historia de ciencia ficción. Producido por Dixo para Audible, la plataforma de contenidos hablados de Amazon.

Contacto: @carloscelis_