Una delantera para Xavi

El FC Barcelona fichó a tres delanteros y a un lateral en el mercado de invierno. Suena raro viniendo de un club de estatura, pero la realidad es que al equipo le urge ganarse un cupo en la próxima Champions League. Quintos en Liga, eliminados de Champions y Copa del Rey, y en fase clasificatoria de la Europa League, la encomienda de rescatar la temporada luce difícil para un equipo al que las lesiones y los conflictos administrativos han lastrado durante casi siete meses.

En junio pasado, con la pretemporada ya en marcha, el primer equipo llegó a tener en nómina hasta ocho delanteros. Un exceso. Al entonces entrenador Ronald Koeman le preocupaba más apuntalar otras posicione y se optó por ceder a Francisco Trincao al Wolverhampton, vender a Konrad de la Fuente al Olympique de Marsella y quedarse con el Kun Agüero, Memphis Depay, Lionel Messi, Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé, Ansu Fati y Martin Braithwaite. Todas las posiciones de ataque tenían un titular y un recambio, como se exige en los equipos de alto rendimiento; pero la situación se torció con la salida de Messi, la vuelta de Griezmann al Atlético de Madrid y las lesiones del Kun Agüero (con su consecuente retiro del futbol a causa de problemas cardíacos), Dembélé, Fati y Braithwaite. En menos de dos meses, el ataque había sido minimizado y se fichó a Luuk De Jong, a petición de Koeman, para paliar las bajas. Aquello fue insuficiente y le costó la cabeza al entrenador.

Con el fichaje de Xavi Hernández y la ayuda de la cantera se trabajó para que la situación no empeorara; pero el equipo sigue sin poder demostrar solidez en el ataque más de dos partidos consecutivos. Hay pocas ideas en el mediocampo y una notoria desesperación en la punta. Cuesta demasiado encontrar la portería contraria y la plantilla no tiene un solo atacante de élite –algo sorprendente en un club por el que han pasado los mejores de la historia–. La obsesión agota a los aficionados y al equipo, tan acostumbrados al juego inteligente y al gol vistoso. Pese a todo, la junta directiva hizo bien su trabajo y el entrenador vio satisfechas sus puntuales peticiones.

Las llegadas de Ferran Torres, Adama Traoré y Pierre-Emerick Aubameyang, todos provenientes de la Premier League y acostumbrados a su frenético ritmo y su dureza, demuestran que Xavi sí necesitaba más físico en la plantilla; algo que moviera los cimientos del vestuario y lo contagiara de empuje. Los perfiles son complementarios: Ferrán es el que tiene mejor trato de balón y visión de juego, Aubameyang aún guarda algo de su potente zancada y el olfato goleador que lo hicieron uno de los mejores en su posición, y Adama, a parte de su imponente humanidad, sabe de futbol asociativo. El club los necesita con tal desesperación, que Dani Álves se quedó fuera de la lista para la Europa League, cuya normativa solo permite incorporar tres fichajes de invierno.

En la plantilla de febrero se podrá divisar mejor el proyecto que Xavi tiene en mente. Y ojalá sea como cuando jugaba: más cerebro que improvisación.