Días de furia para Monreal; presionan a Alito; y los gastos de Notimex

Que en los pasillos de Palacio tomaron nota de todas las entrevistas que dio Ricardo Monreal en la semana.

El zacatecano saltó de un medio a otro -más de diez en un mismo día- para quejarse que no fue invitado a la comilona en Toluca el pasado domingo.

El senador sí fue invitado al acto político pero no al previo donde al parecer plancharon acuerdos con la cúpula de Morena, ni pudo llevar sus porras para que le gritaran “¡presidente, presidente!”, y tampoco lo invitaron a dar un discurso como a los demás. Es decir: lo invitaron a aplaudirle a los otros.

El lunes, Monreal encabezó fúrico una conferencia de prensa, donde acusó actos anticipados de campaña de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto, pero dijo no tener corazón para denunciarlos. En el PAN, PRI y PRD retomaron la idea de Monreal y ya denunciaron a los susodichos.

A partir del martes Monreal comenzó a dar un sinnúmero de entrevistas quejándose de la exclusión e insistiendo en que él no desistirá en su aspiración de ser el candidato presidencial de Morena.

Los días de furia terminaron el jueves, cuando supo que iban a liberar a su ex colaborador José Manuel del Río Virgen y viajó hasta Veracruz, donde mantiene un choque con el gobernador morenista Cuitláhuac García, quien a su vez atribuyó la liberación al “amigo pudiente”.

Ya hasta se dice en broma: ¿para qué quieren oposición en Morena? Si con Monreal adentro, basta y sobra.

En el PRI nada más no se les hizo la renuncia de Alito Moreno.

Once ex dirigentes y líderes del PRI fueron a pedirle que “reflexionara” sobre su permanencia en el cargo, y uno de plano (Roberto Madrazo) le pidió su renuncia.

Pero Alejandro Moreno dijo que él no se va hasta agosto 2023, aunque eso sí se comprometió con ellos a no buscar la candidatura presidencial.

¿A poco después de los audioescándalos creyó que alguien podría votar por él?

Lo cierto es que hay un bloque que arropa al presidente y que es capaz de enfrentar a peñistas y salinistas con tal de defender a Alito.

Ahí está por ejemplo la diputada Lorena Piñón Rivera, quien arremetió contra Claudia Ruiz Massieu, a quien llamó “la senadora Salinas” y “señora Salinas”, tan sólo porque dio una entrevista a Latinus, en la que reiteró la petición de renuncia al dirigente priista.

Quien tampoco se anda por las ramas es el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien dijo que Alito “debería tomar este año la decisión de dejar la dirigencia del PRI”.

En los pasillos de palacio ven que los priistas se llevan pesado, pesado.

En una de esas hasta les conviene un intercambio: Alito a Morena y Monreal al PRI.

Quien ya ni la burla perdona es la directora de Notimex, Sanjuana Martínez.

Esta semana se conoció que envió al Senado un informe titulado “de austeridad republicana“,  donde presume reducciones en el presupuesto que tenía en años pasados.

Las reducciones suenan muy bien hasta que uno cae en cuenta que están comparando a una agencia que funcionaba y tenía presencia nacional e internacional, con una que está parada y sin operaciones desde hace dos años.

La agencia ha gastado más de 300 millones de pesos en 2020 y 2021 y argumenta que la mayoría se va en el pago de nómina. Empleados que por cierto no han generado una sola nota desde junio de hace dos años.

Además reporta gastos como seguros de vida, asesorías externas y servicios de telefonía móvil, cuando no está en operaciones, y por lo visto sus trabajadores sólo se dedican a generar videos de la conferencia de AMLO.

En los pasillos de palacio ya dan por perdido (para el siguiente sexenio) este caso -que habrá que ver cuánto presupuesto le asignan para el siguiente año- y dicen estar ‘a muerte’ con Sanjuana.

Quien quiera empezar a escribir la historia de cómo se descompuso el gobierno de AMLO, puede darse una vuelta por Notimex.