Las encuestas siempre han generado problemas en Morena. Irak López, del equipo de Marcelo Ebrard, suele recordar que Andrés Manuel López Beltrán aceptó frente a él que en muy pocos casos se hacían encuestas, que le pidió que se disciplinara y renunciara a su aspiración y solo así le ofreció algo a cambio. Así, los problemas se solucionaban en corto y el público amlover enaltecía la credibilidad de ese dichoso instrumento que han manejado unas cuantas personas. Hay quien se pregunta ¿por qué tanta insistencia de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con las encuestas? Aquí está la respuesta:
El equipo de encuestas es encabezado por una mancuerna, que integran Gabriel García Hernández y Emiliano Calderón, que maneja bajo perfil y es más conocido por el apodo de “El Bicho”, una mancuerna que se convirtió también en una alianza de negocios. En su momento, ese equipo lo integró también Raymundo Artís (q.e.p.d.) y sumó cada vez más chalanes, por el número de encuestas que había que simular, siendo Paco de la Huerta el chalán en jefe.
Por su corrupción y particularmente por sus negocios con Alejandro Del Valle y Carlos Cabal Peniche, a quienes después no les cumplió, Gabriel García Hernández salió de la jefatura de las delegaciones de bienestar, pero ante la necesidad de utilizar los padrones de programas sociales para tener control pleno del partido, AMLO lo ha reactivado.
En Morena se ha acusado a Gabriel García y a Emiliano Calderón de vender candidaturas y condicionarlas a que los candidatos paguen sus campañas.
El grupo se convirtió en un factor de poder por el control informático que mantienen en el gobierno de AMLO. Se les entregaron la jefatura de programas sociales, la administración de la Estrategia Digital Nacional, CFE Internet, el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información (Infotec), los contratos de sistemas de cómputo de Morena y con todo ello el manejo de cientos, si no es que miles, de millones de pesos que, en el mejor de los casos, fueron a parar a campañas políticas.
Mario Delgado contrató otras encuestadoras para definir algunas candidaturas en Morena, pero López Obrador le dejó en claro “las encuestas importantes las hace El Bicho”.
En las encuestas marca Bicho, los resultados son de pronóstico reservado, pero López Obrador termina siempre contento, y eso es lo que importa más.
En cambio, el grupo de poder falló en sus encomiendas, aunque hiciera grandes negocios. Quebró Infotec, pero obtuvo muchos contratos del gobierno federal. Fracasó en generar padrones en las secretaría de bienestar y en Morena. Fracasó en su encomienda de llevar internet a todo el país, pero hizo jugosos negocios con Altán Redes a cambio de que el gobierno federal salvara a dicha empresa de su quiebra.
El proyecto de red compartida, ahora Internet para todos, comenzó con Enrique Peña Nieto y ha significado una sangría al erario por más de 140 mil millones de pesos. No ha registrado avances significativos. El negocio solo cambió de manos, ahora a las de los famosos “encuestadores de Morena”.
El financiamiento de 150 millones de dólares a Altán es un rescate a una empresa privada ligada directamente al equipo encuestador, a pesar de que AMLO había dicho que su gobierno no rescataría empresas ni bancos. Pequeñas empresas desaparecieron por la pandemia, pero no obtuvieron apoyo.
Ante las críticas, AMLO y el gobierno han querido hacer ver el rescate como la adquisición de una empresa privada por parte del Estado para poder dar internet a la población. Dicha empresa, sin embargo, ya existía: CFE Internet. Y surgen aquí interrogantes: ¿para qué crear CFE Internet si se requería subcontratar a Altán?, ¿por qué rescatar a Altán en vez de cancelar el contrato y la asociación por su incumplimiento?, ¿por qué “comprar” una empresa quebrada que lleva 10 años sin cumplir con llevar internet a comunidades? Para premiar con dinero a leales servidores.
Aunque Marcelo Ebrard sostenga que va arriba en las encuestas, los encuestadores oficiales no dejarán pasar a nadie que les amenace los negocios o el poder que crearon al amparo de López Obrador.