Los derechos de las mujeres en Cuba

Desde hace unos meses, la Asamblea Nacional de Cuba comenzó la creación de un nuevo Código de las familias, el proyecto incluye matrimonio igualitario y los derechos de la comunidad LGBTQ+. De manera histórica, la ciudadanía cubana –dentro y fuera de la isla– votará en un referéndum si se acepta o rechaza la iniciativa del nuevo código que ha sido sometido previamente a consultas públicas.

La necesidad de escribir un nuevo código surge del reconocimiento del gobierno cubano sobre el cambio sustancial de la familia cubana desde que se promulgó la ley anterior en 1975. La propuesta propone garantiza el derecho del pueblo a formar una familia sin discriminación, permite la adopción de niños por parejas de ambos sexos y busca legalizar el matrimonio igualitario.

En temas de género, el código no se quedó atrás y se mostró vanguardista con la participación de mujeres feministas en la hechura del texto. Se establece el derecho a la reproducción asistida, penaliza la violencia doméstica, ilegaliza toda forma de castigo corporal y promueve los derechos de la mujer. Uno de los temas más impulsados por las mujeres fue el derecho a interrumpir el embarazo y asentar la responsabilidad doméstica compartida y garantizar el derecho laboral para quienes cuidan infancias y personas.

El argumento principal para promover la campaña del ‘Sí’ al nuevo Código de las familias es un reflejo de lo que pasa en el mundo: el cuestionamiento al patriacado desde del núcleo familiar, haciendo de lo personal algo político. Es evidente que los avances legislativos respecto a la distribución equitativa del trabajo doméstico y del las tareas de cuidado es un triunfo del feminismo.

Pero, claro, como todo lo que busca generar cambios produce resistencias: los obispos, las Iglesias y los grupos anticuba se manifestaron en contra aclamando que se impone “la ideología de género” y que prácticamente reinará la homosexualidad. Estos grupos están en contra de una familia plural, pues fueron quienes impusieron con sangre el modelo de familia diseñando para someter mujeres.

Llama la atención que los grupos que siempre se manifiestan en contra del gobierno cubano y la diáspora cubana en el mundo que exige “vida y libertad” estén en contra del código que propone la igualdad. Sin duda, los pinta de cuerpo completo como conservadores e intolerantes con una noción bastante deformada de la “libertad”.

De acuerdo con la Constitución cubana, todas las personas a partir de los 16 años podrán votar y, para la aprobación del nuevo código, el ‘Sí’ tendrá que recibir más del 50% de los votos. Un nuevo código beneficiaría a la mujeres y mejoraría la calidad de vida de las disidencias sexuales, buscando así la igualdad.