No a la terna de ministras a modo

Este lunes siguió la simulación para nombrar a quien sustituirá al señor Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ante la Comisión de Justicia comparecieron las tres mujeres propuestas por López Obrador. Si hubieran tenido un mínimo de decencia se hubieran excusado de continuar con este proceso, ya que su imparcialidad está claramente comprometida, sin embargo, no lo hicieron.

Nuestra Constitución general establece que para ser ministra o ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se debe ser mexicano por nacimiento; tener cuando menos 35 años al día de su designación; contar con título de licenciatura en Derecho con una antigüedad mínima de 10 años; gozar de buena reputación y no haber sido condenado por delito que amerite pena corporal; residencia de 2 años en el país; y el año previo a la designación, no haber sido secretario de Estado, fiscal general de la República, senador, diputado Federal o titular del Ejecutivo de alguna entidad federativa.

Lo seguiré diciendo, no apoyaremos las propuestas enviadas en la terna de López Obrador porque no cumplen con los requisitos constitucionales para ser ministras. Dos de ellas tienen su imparcialidad comprometida al ser hermanas de dos servidores públicos de Morena; mientras que la tercera es la propia abogada del presidente de la República y quien su encargo tiene un nivel tal como Secretaria de Estado.

El procedimiento que marca el texto constitucional contempla dos supuestos. El primero, que si el Senado de la República no resuelve sobre el plazo de 30 días, el presidente de la República puede designar a una persona dentro de la terna que remitió.

El segundo, que si ninguna de las personas propuestas en la primera terna alcanza la votación calificada, se regresa al Ejecutivo federal para que proponga una nueva y si en caso de que ninguna de las personas alcance la votación de las 2/3 partes de los senadores presentes, entonces, el presidente designará a una persona dentro de esta segunda terna.

Con la conformación actual del Senado mexicano se requieren 85 votos para obtener la mayoría calificada. El oficialismo tiene 75 votos y la oposición 52. Por lo que convoco respetuosamente a mis compañeras y compañeros de la oposición a que de frente y de manera pública le digamos no a esta imposición que López Obrador quiere hacer de una ministra a modo y que, de manera transparente y pública, mostremos nuestro voto de rechazo a la terna en el Pleno del Senado.

La mayoría de Morena y sus aliados necesitan 10 votos más para perpetrar esa irresponsable designación, si en la oposición estamos firmes, esa terna no pasará.