Un listado con las principales amenazas para la paz en este Año Nuevo: un cártel indígena, un estado que no conoce la paz en la actual administración, armas que dejan caer bombas…
El año que viene trae consigo desafíos importantes en materia de seguridad. Estos son los 8 focos rojos que autoridades y sociedad civil debemos cuidamos en este 2024 que arranca entre la desesperanza de las masacres frecuentes y el anhelo de que se mantenga una baja histórica de homicidios dolosos.
Violencia electoral. La renovación de 20 mil 375 cargos de elección popular, desde la presidencia de la República hasta regidurías, movilizará al crimen organizado para tener representación en puestos públicos. El mayor peligro está en las elecciones a presidencias municipales, pues desde ese puesto se pueden designar las jefaturas de las policías, contratos de obra pública y permisos para la operación de giros negros que son usados para lavar dinero sucio.
Tráfico de migrantes indocumentados. A medida que la legalización de las drogas ha disminuido las ganancias por tráfico de estupefacientes, se ha incrementado el valor del mercado negro de traslado de migrantes indocumentados. Autoridades en Estados Unidos calculan que se trata de un negocio ilegal cuyo valor ronda los 13 mil millones de dólares, lo que superaría incluso al negocio de tráfico de armas.
Los Chapitos. Estados Unidos no cede en la presión por enjuiciar y castigar en sus prisiones a los tres hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán que siguen en libertad. El fin de mandato en la Casa Blanca y en Palacio Nacional obliga a apresurar los esfuerzos por destronar a Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y “El Güero Moreno” por el tráfico de fentanilo.
Zacatecas. El estado cuya violencia creció exponencialmente en este sexenio sigue siendo un problema de cabeza para el presidente López Obrador y para la dinastía Monreal. La pelea por las rutas de migrantes indocumentados, la protección privada a mineras canadienses y la extorsión son las joyas de la corona que disputan Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel de Sinaloa, Cártel del Noreste y, al menos, cuatro brazos armados locales.
Puerto de Ensenada. La llegada de precursores químicos desde Asia para la elaboración de drogas sintéticas le ha dado a este puerto en Baja California un lugar relevante en el mapa criminal global. Tan importante que Ensenada, el paraíso de los viñedos y atardeceres espectaculares, amenaza con convertirse en una ciudad tan violenta al norte del país como Ciudad Juárez.
El Cártel Chamula. Los conflictos armados en Chiapas amagan con intensificarse debido a un actor criminal que va ganando poder: el Cártel Chamula, brazo armado del Cártel de Sinaloa, el único de origen 100% indígena, que gracias a su base social y al desarrollo de la narcocultura en el sur de México, ha ampliado su capacidad de fuego.
Reclutamiento forzado de adolescentes. A medida que el gobierno federal ahonde en aprehensiones por la presión del fin de sexenio, los cárteles también acelerarán el reclutamiento forzado, especialmente de menores de edad. Además del típico enrolamiento, hay que cuidar lo que pasa en la vida digital y redes sociales, donde también se buscan niñas, niños y adolescentes para la guerra.
Drones explosivos. Se trata de la mayor amenaza a la población civil no relacionada con el crimen organizado en la frontera entre Jalisco y Michoacán. Los bajos costos de un ataque aéreo con drones, más la capacidad para hacer daño en zonas rurales, convierte a esta herramienta en un peligro que debe considerarse el próximo año como prioridad en la seguridad nacional.
GRITO. Va un 9 y 10: la ONU alerta que con el crecimiento de la inteligencia artificial, los gobiernos deben vigilar un posible aumento en delitos relacionados con usurpación de identidades y pornografía infantil.