Con un presupuesto bajo asedio, con la peor pandemia en 100 años y una economía que se desmoronó, Arturo Herrera espera que 2021 se rompa la inercia y que ‘dejemos de ser un país que solo crecía 2% al año”.
Arturo Herrera, Secretario de Hacienda y Crédito Público de México. ©Foto: Angélica Escobar.
El de 2020 fue el peor año de la economía de México del que se tenga memoria: un desplome en la economía cercano al 9%, destrucción de millones de empleos, sectores que dejaron de ser motores de ingresos (como el turismo) y un aumento en la pobreza que destruyó décadas de planes de mejora social.
A diferencia de otros países, el gobierno decidió obviar las recomendaciones de organismos multilaterales y prefirió no inyectar ningún plan de apoyo fiscal profundo para evitar la alta mortandad de pymes y con ellas también de empleos.
Se optó por la austeridad antes que por el rescate. Se optó por endeudarse a cambio de una recuperación más lenta de la economía y de su gente.
La decisión de sacar del confinamiento a las manufacturas vinculadas a las cadenas productivas del T-MEC permitió frenar la caída libre de la economía y ha sido el sector externo el responsable de las recuperaciones que se vieron en el último trimestre.
“Siguiendo la máxima de Mario Draghi (ex presidente del Banco Central Europeo) de ‘vamos a hacer todo lo que se necesite’, nosotros hicimos todo lo que se pudo”, dice Arturo Herrera, titular de Hacienda y Crédito Público el último día hábil del 2020.
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Este año se espera un rebote de la economía, que según la última encuesta del Banco de México podría ser de 3.45% y de 2.59% para 2022. Para 2023 el PIB aumentaría en 2.16% y 2% para 2024. Aunque el gobierno espera romper ese dato de crecimiento que nos acompaña desde hace décadas y que había sido (crecer 4% anual) una promesa de campaña de la 4T.
ARTURO HERRERA: Uno de los elementos más interesantes de la reacción ante el Covid-19, que ha empezado a ser parte de la discusión a nivel internacional, es entender que los distintos países tenían espacios de maniobra diferentes ante la pandemia. Países como Suiza o Alemania tienen tasas de interés negativas, es decir, les pagan por endeudarse. Cuando no te cuesta te puedes endeudar 20 o 30% del PIB, por eso ellos dieron créditos blandos a las empresas o dieron créditos que se convertían en subsidios como en Estados Unidos. Nosotros tenemos tasas de referencia de 4.25 puntos, una de las más altas que hay, y nosotros no levantamos dinero a 10 años, no en un día, y los bonos de 10 años están incluso apenas abajo 6%. Si hubiéramos hecho un endeudamiento como el de Alemania, nos hubiera costado más de 400,000 mdp adicionales, que es más que el presupuesto de todas las universidades públicas y preparatorias públicas del país.
“¿Sabía que podemos vacunar a 10 millones de personas al mes?” -Arturo Herrera
La administración del Presidente había tenido como una de sus puntas de lanza el fortalecimiento de la red de protección social, y eso terminó siendo muy bueno porque esa red se había empezado a fortalecer desde 2019, de tal forma que cuando necesitábamos tenerla sólida ya lo estaba, ya se había hecho el tendido. Ahora, en las circunstancias en las que estamos esto ayuda a mitigar los efectos, pero no ayuda a resolver los efectos.
No tenemos un problema de pobreza extrema como lo llegamos a tener hace muchos años, pero tenemos un problema de pobreza y eso en un país de ingresos medios quiere decir que hay una enorme desigualdad, que efectivamente se agrava por el Covid-19. Aunque todos estamos en riesgo de contagiarnos están más en riesgo quienes no tienen el lujo de poder trabajar desde su casa.
No, porque la principal salida para esto radica en diversas cosas. Esta crisis económica es el producto de un problema sanitario. Por eso nosotros le estamos apostando muy fuerte a dos temas: aprender a convivir con el Covid-19 y tener una política muy agresiva de despliegue de la vacuna. Yo, en circunstancias como éstas, solía hablar de tasas de interés, de tipo de cambio, de ratings y ahora hablo de tasas de contagio, de los niveles de congelamiento, de capacidad de vacunación. ¿Sabía que podemos vacunar a 10 millones de personas al mes?
El mayor aumento que hubo en el Presupuesto fue justo en el sector salud, un incremento del 9%. El gasto más importante que se hace en vacunas y en medicamentos, no necesariamente lo van a ver este 2021, porque ya los empezamos a gastar desde 2020. De hecho reservamos los recursos o hicimos prepago de parte de eso. Lo que sí tenemos claro es que la mayor prioridad de la política pública en México es la lucha contra el Covid-19; si por alguna razón se requieren recursos adicionales, vamos a buscar el espacio para proveerlos. Esto nos está obligando a ser mucho más imaginativos en otras áreas. Por ejemplo, en la parte de inversión estamos redoblando los esfuerzos de alianzas con el sector privado para que parte de la inversión que antes hacía el sector público. Si antes nosotros teníamos que hacer una carretera con el presupuesto público, ahora esos recursos los llevamos al sector salud y la hacemos con una concesión con el sector privado.
“No tenemos un problema de pobreza extrema como lo llegamos a tener hace muchos años, pero tenemos un problema de pobreza y eso en un país de ingresos medios quiere decir que hay una enorme desigualdad”-Arturo Herrera
Sí, yo creo que el Covid-19 es una tragedia pero ha traído a la superficie la discusión de temas que había que dar; trajo a la superficie la necesidad de tender puentes con diversos sectores. Uno es el de acercar al sector privado. Esto ayuda plantear reformas y programas que requieran la cohesión de muchos sectores, que ahora están dispuestos a dialogar pero que antes era mucho más complejo.
Sí, y hay dos elementos que apuntan a ello: un proyecto de programas de inversión que ya suman más de 2% del PIB para infraestructura en carreteras, energía y puertos, y el otro es la Ley de Pensiones donde un elemento central son las aportaciones adicionales que va a hacer el sector privado.
Uno de los puntos es qué tan rápido podemos traer vacunas y aplicarlas para dejar el Covid-19 atrás. Eso nos va a permitir crecer en el 2021 y probablemente crecer en el 2022, pero eso es distinto de cómo vamos rompiendo la trayectoria de un país que crecía en promedio al 2% en términos anuales. En México tenemos un sistema financiero muy endeble, o mejor dicho muy poco profundo. Solamente 37% de los mexicanos tiene una cuenta bancaria; un sistema de pensiones que solamente cubre el 17% del PIB (Afores), y esos son los recursos que se van a las inversiones de largo plazo.
Creo que hay que moverse rápido en cinco sectores: tener un sistema financiero más profundo para que los ahorros puedan traducirse en inversión; aumentar la inversión, que es parte de lo que hemos estado acordando con el sector privado, el país no puede crecer más si se invierte poco; hay que recaudar mejor pues hoy recaudamos solo 14% del PIB y un país que recauda poco, puede invertir poco y gastar poco. En cuarto lugar, tenemos que iniciar una discusión seria sobre cómo debería ser un sistema de cuidados (para niños), cuánto costaría y cómo lo vamos a implementar porque no vamos a crecer si no le damos oportunidades a las mujeres de incorporarse al mercado laboral. Solamente 47% de las mujeres en edad de trabajar tienen empleo. Esto puede tener muchas explicaciones incluyendo el de una cultura machista, pero no es nada más un tema de un recurso económico perdido, es un tema de justicia social, de equidad pero es algo en lo que tenemos más claro el problema que las soluciones. Y el quinto punto es darle viabilidad de largo plazo a Pemex.
Hay que encontrar la forma correcta de fortalecer a Pemex y entender cuál es la razón por la que está en su situación actual. En 2004 Pemex producía 3.4 millones de barriles por día. En 2012 producía 2.4 millones y ya tenía una deuda de 50,000 mdd. A inicios de 2019, Pemex producía menos de 1.7 millones de barriles y tenía una deuda de 107,000 mdd: se había endeudado más del doble para producir menos. Ya logramos parar la caída en la producción y ahora queremos que empiece a crecer. Hay que resolver el tema del sobreendeudamiento. Una de las razones es porque nosotros, en el gobierno Federal y en Hacienda en particular, le cargamos muchos impuestos a Pemex y la razón por la que hacemos eso es porque recaudamos relativamente poco. Es la vaca a la que ordeñamos más.
“Hay que encontrar la forma correcta de fortalecer a Pemex y entender cuál es la razón por la que está en su situación actual”-Arturo Herrera
Tenemos que resolver cómo recaudamos más, de tal forma que nos permita tener una estructura tributaria justa con Pemex, en la que pague lo que le corresponde y le permita ser una empresa sana qué parte de los recursos que hoy dedica a pagarnos impuestos los invierta en crecer, producir y explorar.
Pemex es viable desde la forma tradicional en cómo se miden las empresas, desde el retorno de la inversión (ROI). Desde esa métrica Pemex está bastante bien comparada con otras empresas petroleras.
Es eso y cuando tiene que pagar el servicio de la deuda. Poco a poco le estamos bajando la carga tributaria porque eso nos permite también a nosotros adaptarnos y a que sus recursos los vamos a tener que suplir de alguna forma, tenemos que ser más eficientes.
Así es. Y también estamos ayudando a Pemex a desapalancarse: el año pasado en operación enorme de 20,000 mdd esa operación incluyó 5,000 mdd de desapalancamiento. A pesar de las condiciones tan difíciles en las que está Pemex, le provee a la Federación ingresos por casi 1 billón de pesos, casi 4% del PIB son ingresos de origen petrolero.
Los números que nosotros pronosticamos para el 2021 no dependían de la llegada de la vacuna, era nada más casi al rebote técnico sobre la caída del 2020. Pero sí nos sentimos cómodos. Yo empecé a reconocer en estos días una situación inusual: normalmente un Secretario de Hacienda tiene que por naturaleza ser cauto y pesimista para que si acaso la sorpresa sea para arriba y sea lo menor posible para abajo. Yo me sentía razonablemente más optimista que la mayoría de la población con las vacunas, porque tenía mejor información y había sido parte de los equipos que firmaron y negociaron los contratos con todas las empresas. En dos o tres meses vamos a tener vacunados a 7,8, 9 millones de mexicanos y eso hace ya una gran diferencia.
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