Políticos que enferman en la cárcel pero cuando salen bailan o hasta se casan

Varios políticos que han pisado la cárcel han tenido algún padecimiento que los ha llevado al hospital. En algunos casos, ya fuera de prisión se recuperan al grado que se les ve bailando, en giras o hasta se llegan a casar.

En el caso del exgobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, tuvo complicaciones de salud a mediados del año pasado por lo que se le practicaron hasta tres cirugías en el colon.

El juez que llevaba su proceso determinó que podía continuar fuera de prisión su proceso penal por delitos electorales, bajo la figura de arraigo domiciliario.

La medida fue solicitada por los abogados del exgobernador, quienes argumentaron su mal estado de salud.

Semanas después, El Bronco libró el proceso en su contra y en noviembre del año pasado fue visto bailando en los XV años de su hija.

El pasado fin de semana, el político incluso acudió a una plática con jóvenes de Michoacán:

Otro caso de políticos que enfermaron en la cárcel pero afuera se han recuperado es el de la exlideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo.

La maestra pasó sus últimos meses en la Torre Médica del penal de Tepepan, pues argumentó problemas de salud.

Desde su llegada a prisión en 2013, la maestra Gordillo expuso que tenía problemas de salud que ameritaban la  supervisión de un médico:

“Tengo un solo riñón y padecí hepatitis C (…) Estoy solicitando la atención médica de mi doctor que sabe qué puedo comer, qué no puedo comer, por problema renal, por problemas de que tuve hepatitis C y padezco hipertensión (…) Necesito que mi doctor vea mi alimentación, a efecto de verificar mi sano estado físico y los medicamentos que debo tomar”, dijo.

Al respecto, su médico particular, Jesús Francisco Walliser, envió un documento al juez penal que lleva su caso, en el que informó que Elba Esther tiene “diez padecimientos”, por lo que requería de atención especial en una unidad médica de cuidados intermedios, “con vigilancia de sus signos vitales”.

Sin embargo, al salir de prisión la maestra pudo hasta casarse con Luis Antonio Lagunas Gutiérrez, quien fue su abogado , por lo que organizó un magno festejo:

Hay más casos de políticos que enferman en la cárcel, y cuando salen ya no se ha conocido su estado de salud.

Es el caso del senador del PAN, Jorge Luis Lavalle, quien en septiembre pasado abandonó el Reclusorio Norte y enfrenta en libertad el proceso penal por los delitos de asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho, que la Fiscalía General de la República (FGR) le imputó con base en una denuncia presentada por el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, quien lo acusó de haber entregado sobornos millonarios a legisladores de diversos partidos para que aprobaran la reforma energética del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Para lograr su libertad, la defensa argumentó que el exlegislador por Campeche presentaba complicaciones severas a su salud, debido a una hernia hiatal que padece.

El juez Marco Antonio Fuerte Tapia requirió a Lavalle Maury entregar su pasaporte para evitar que salga del país, además de que el exsenador deberá presentarse cada 15 días a firmar el libro de registros en el Reclusorio Norte.

En el mismo caso se encuentra quien acusó a Lavalle de tales sobornos: el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien actualmente sigue en la cárcel.

El exfuncionario fue internado en el hospital en cuanto llegó a México extraditado.

El perito médico de la FGR realizó la revisión física y médica del extraditado y encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en su salud, por lo que propuso la internación de Lozoya en un hospital poco después de arribar al país desde España.

Gracias al criterio de oportunidad, por el que señaló a sus probables cómplices, Lozoya pasó un tiempo en libertad, hasta que fue visto cenando en un restaurante de Lomas de Chapultepec, lo cual provocó que la FGR pidiera su prisión preventiva:

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