Microsismos no implican la inminencia de un sismo de gran magnitud
CIUDAD DE MÉXICO. 19ABRIL2023.- A las 11:00 de la mañana se realizó el Simulacro para estar prevenidos en caso sismos, en la Capital del país. Aquí la zona de Polanco, en la que la gente salió de restaurantes de esta exclusiva colonia. FOTO: VICTORIA VALTIERRA/CUARTOSCURO.COM

El 10 y 11 de mayo pasados, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) registró una serie de 15 microsismos con epicentro en la Ciudad de México, con rango de magnitudes entre 1 y 3, mientras que las profundidades detectadas varían entre 1 y 1.5 kilómetros (km).

El sismo de mayor magnitud (M3.0) ocurrió a las 22:20:17h, tres km al noreste de la alcaldía Magdalena Contreras, dentro de la Ciudad de México.

Protección Civil informó que los sismos registrados se originaron dentro de la ciudad y a poca profundidad (cercanos a la superficie), por eso fueron claramente percibidos. Sin embargo, pueden considerarse como parte de la actividad habitual del subsuelo en la Zona Metropolitana del Valle de México y no implicarían la inminencia de un sismo de gran magnitud.

“Esta sismicidad ha sido reportada por el SSN desde 1974, año en el que se puso en operación un sistema de instrumentos para su registro, y se atribuye a la presencia de pequeñas fallas geológicas activas en el subsuelo del Valle de México. En los últimos años ha aumentado la capacidad de detección instrumental, por lo que es posible registrar sismos con magnitudes muy bajas“, detalló.

“La costa del océano Pacífico ha dado origen a los sismos más grandes que se han documentado en nuestro país. La comunidad científica no tiene registro de que en esta zona del altiplano se haya originado un sismo con magnitud similar a los de la costa del Pacífico. Es decir, en la capital del país es muy poco probable que se genere un sismo de gran magnitud, los registros históricos así lo demuestran”, abundó.

Como parte de sus conclusiones tras haber estudiado los microcosmos, Protección Civil apuntó que el sustrato rocoso de la Ciudad de México, al igual que algunas zonas de lomas (terreno firme) alrededor de ésta, se caracteriza por la presencia de pequeñas fallas geológicas activas, similares a las que se encuentran prácticamente en cualquier lugar del territorio nacional. La sismicidad que dichas fallas producen es de carácter natural, es decir, no hay relación con las actividades humanas.

“Aunque dichas fallas presentan actividad con cierta frecuencia, los sismos no llegan a alcanzar magnitudes que pongan en peligro a la población ni a su infraestructura”, anotó.

Además, precisó que la actividad sísmica que ocurre en la Ciudad de México no está relacionada con la reciente actividad del volcán Popocatépetl, ni tampoco con la actividad sísmica de otras regiones del país; se trata de fenómenos geológicos independientes.

Y aclaró que “la alerta sísmica no se activa con estos sismos locales, el sistema está diseñado para alertar sobre sismos lejanos, originados principalmente en la costa del Pacífico y que sean potencialmente peligrosos. Por ejemplo, el sismo del 19 de septiembre de 1985(M8.1, en las costas de Michoacán)”.

A la fecha, no se han reportado daños en la infraestructura de la Ciudad de México, como consecuencia de la actividad sísmica local, anotó.

Síguenos en

Google News
Flipboard