Así se ha incrementado la deuda con AMLO; Hacienda lo atribuye a megaobras

El presidente Andrés Manuel López Obrador no cumplió su promesa de no endeudar al país y el próximo año propone contratar un techo de endeudamiento de 1.7 billones de pesos, lo que equivale a construir cuatro veces el Tren Maya.

Esto provocará que se cierre el 2024 con un aumento de 6.5 billones de pesos en deuda, lo que representa casi el doble que la contratada por Felipe Calderón y 53% más que con Enrique Peña Nieto.

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La deuda pública son los préstamos totales, internos y externos, contraídos por el sector público con el fin de satisfacer sus necesidades de gasto. El endeudamiento en sí no es negativo, si se usa, por ejemplo, para detonar la inversión. Pero precisamente este componente del gasto, la inversión, caerá en 23% frente a 2023. Como resultado, por cada peso de endeudamiento sólo se gastarán 0.59 pesos en inversión, la proporción más baja desde 2009, y el resto se usará para financiar el gasto corriente, anotó México Evalúa.

“El mayor problema es que la deuda no se utilizará sólo para inversión (como debe ser) sino para el gasto corriente. En la iniciativa de Ley de Ingresos de 2024, el gobierno solicita, como hemos dicho, que el Congreso autorice un endeudamiento de alrededor de 1.8 billones de pesos, pero plantea un gasto en la inversión física de apenas 889 mmdp. De esta manera, el gobierno federal volverá a romper la ‘regla de oro’ del financiamiento sostenible, la cual reza que la deuda pública debe ser, por lo menos, del mismo nivel que la inversión física”, agregó la organización.

De acuerdo con el paquete económico, Hacienda prevé 7.3 billones de pesos en ingresos totales del sector público, pero el gasto es muy superior: 9 billones 22 mil millones de pesos. 

En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador la deuda aumentará 6.6 billones de pesos, de acuerdo con México Evalúa

El endeudamiento de 2007 a 2012, durante el gobierno de Felipe Calderón, fue de 3 mil 460.5 billones de pesos. 

Mientras que en el sexenio de Enrique Peña Nieto, de 2013 a 2018, la deuda aumentó 4 mil 241.5 billones de pesos. 

“Otros datos” de la deuda… pero reconocen aumento

El presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que es menor la deuda en su sexenio que en administraciones anteriores. Sin embargo, por primera vez reconoce que esta sí ha aumentado, pues antes decía que su gobierno no endeudaría al país.

“La deuda pública de México es menor a la deuda pública que dejó Calderón y que dejó Peña Nieto, pero entiendo pues sus arranques de histeria, porque estaban muy mal acostumbrados”, afirmó el presidente en una de sus conferencias matutinas.

Incluso, presentó una gráfica, que después difundió su vocero en redes sociales, en la que se afirma que al finalizar su administración el aumento de la deuda será de 5.3%.

El mandatario explicó que al 29 de agosto de 2023, la deuda se encuentra en 14.1 billones, o 44 por ciento del PIB, y en diciembre de 2024 llegaría a 48.9 de aprobarse el paquete económico, dando un acumulado de 5.3 puntos del PIB en el sexenio.

Lo anterior se dará en un panorama donde Hacienda prevé un crecimiento económico entre 2.5 y 3.5%, impulsado por factores internos como el consumo y el empleo. 

Claudia Villegas, periodista y directora de la revista Fortuna, explica a La-Lista que el aumento en la deuda es en parte por el pago de los megaproyectos del actual gobierno, como el Tren Maya; el aumento a las pensiones de adultos mayores; el pago de la deuda de Pemex, entre otros gastos.

“Se necesita dinero para financiar Dos Bocas, el Tren Maya, las pensiones para adultos mayores que están aumentando, de 4 mil pesos van a pasar a 6 mil; entonces sí se necesita este incremento que algunos analistas están calificando como gasto corriente. La administración del presidente AMLO no puede dejar así como está el Tren Maya, ni Dos Bocas”, anota. 

El mayor techo de deuda, que provocará un déficit fiscal el siguiente año, tiene como objetivo impulsar el término de los proyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y así no heredarlos inconclusos a la siguiente administración, justificó el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. 

El funcionario fue cuestionado por diputados por el tema de la deuda, el nivel de ésta, así como los déficits que se plantean para el siguiente año.

“Está comprometido en el calendario que se terminen (estos proyectos) a más tardar en el curso del 2024. Esa es la razón por la que, desde el punto de vista de la economía, es mejor hacer un esfuerzo de financiamiento por ese monto para concluir esos proyectos que dejarlos inconclusos para la siguiente administración”, aseguró Ramírez de la O.

De acuerdo con el presupuesto solicitado para el próximo año, existen siete proyectos prioritarios, en donde destaca el Tren Maya, con un presupuesto de 120 mil millones de pesos para el siguiente año.

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“Lo peor que podríamos hacer es dejarlos inconclusos, a la inercia. Y esto implicaría para la siguiente administración tomar cartas en el asunto, revisar los proyectos. Y esto es un atraso que yo les aseguro que le llevaría más de un año simplemente para tomar el control del proyecto”, agregó el secretario de Hacienda. 

“Me parece un despropósito que en un año electoral estén sacando la tarjeta de crédito. El momento para sacarla era cuando las tasas de interés estaban bajas y en la pandemia; cuando necesitabas rescatar un montón de Pymes; cuando necesitabas comprar un montón de vacunas e invertir en ciencia básica para las vacunas…”, lamenta Manuel Molano, economista con experiencia en el sector público y privado.

No obstante esta contratación de deuda “era predecible porque ¿qué hizo el presidente (antes) para no incurrir en nuevos adeudos? Pues vació todos los cochinitos, el fondo nacional de desastre naturales, el fondo de enfermedades catastróficas en salud, liquidando instituciones de la banca de desarrollo, liquidando fideicomiso, de ahí salieron buena parte de los excesos de gasto de esta administración”. 

Aunque reconoce que “las obras de capricho han existido en todas las administraciones”, “lo que me preocupa es la escala de estas cosas y lo que dejaron de hacer para pagarlas, sí sufrió seguridad pública, educación y salud, esas tres son más importantes que petróleo y trenes”. 

“Al presidente se le han ocurrido una serie de juguetes caros que consumen liquidez como locos”, refiere y puso de ejemplo el Tren Maya, cuyo costo asciende a 500 mil millones de pesos, tres veces más de lo que se proyectó en un principio

Además, el gobierno está teniendo que apuntalar a Pemex económicamente, en un intento por recuperarlo y conseguir que se remonte la capacidad de producción, pero se trata de una de las empresas más endeudadas del mundo. 

En el proyecto de presupuesto público se plantea un apoyo de 8 mil 300 millones de dólares para pagar deudas inmediatas de Pemex. Sin embargo, Petróleos Mexicanos requerirá de por lo menos 81 mil 500 millones de dólares en los próximos cuatro años para paliar sus obligaciones, por lo que el “positivo apoyo presupuestal” de 2024 y su reducción de obligaciones fiscales “es insuficiente”, concluyó la calificadora Fitch Ratings.

Actualmente no hay fondos de estabilización ni fideicomisos que sirvan de colchón, por lo que “se necesita usar esta capacidad de endeudamiento que tiene el país y que no se usó durante la pandemia”, resaltó Claudia Villegas.

Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, dijo a Bloomberg que “lo que suena más extraño es que ahora sí nos endeudamos y cuando teníamos la pandemia con un sector de salud malo, ahí no se tomó la decisión de endeudarse, preocupa mucho que ahora sea el endeudamiento la respuesta a no haber querido hacer una reforma fiscal”.

Molano agrega que “la deuda es un mecanismo muy poderoso, pero obviamente tienes que saber administrarlo”, pues “nos va a tomar una generación pagar los errores de visión de este gobierno” y pone de ejemplo el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, que pese al costo que generó no terminó por resolver el problema de saturación en el AICM. 

“El análisis costo-beneficio no sale por ningún lado”, concluye. 

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