‘Yo por las 40 horas’: las voces a favor y en contra de reducir la jornada laboral

En los últimos 13 años, se han presentado 17 iniciativas de reforma para reducir la jornada laboral, pero la mayoría se han ido a la congeladora. El último intento fue presentado a inicios de este año por la diputada Susana Prieto, de Morena, la cual frenó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien pidió discutirla hasta el 2024 porque aseguró que los foros “pasaron de noche”.

“Es bueno el debate, yo voy a esperar a ver qué se resuelve, qué opiniones hay, qué bueno que se abra el debate y posteriormente fijar una postura, todavía no termina el periodo legislativo, hay tiempo”, consideró el mandatario el pasado 5 de diciembre.

“Estamos conscientes de que el presidente AMLO no está pagando los costos políticos de no apoyar esta reforma. Es muy claro que este tema no le interesa, ya es hora de que este lado lo presionemos”, comentó Efraín Salazar, activista por los derechos laborales. 

El objetivo de reducir la jornada de trabajo es que las personas tengan una mejor calidad de vida, con descanso y tiempo para dedicar actividades de ocio o recreación.   

En Estados Unidos y otras partes del mundo tienen un estereotipo del mexicano: sentado y dormido bajo un gran sombrero, como si fuera un holgazán. Pero la realidad es que México es el país donde se trabaja más horas al año en promedio, según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Con un promedio de 2,128 horas trabajadas al año, según el último dato disponible de 2021, los mexicanos trabajan 757 horas más que en Dinamarca, donde la jornada laboral promedio es de alrededor de 1,363 horas, mientras que el promedio entre los países de la OCDE es de 1,716 horas.

Nunca habíamos estado más cerca de lograr esta reforma”, afirmó la diputada Susana Prieto, quien propuso reducir el horario laboral de 48 a 40 horas por semana, respetando los dos días de descanso para los trabajadores.

“Nuestra iniciativa implica reformar la fracción cuarta del artículo 123, porque este artículo constitucional recoge el producto de las luchas alrededor del mundo para lograr que la jornada laboral fuese de 8 horas”, indicó.

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Voces como la del empresario Carlos Slim y cámaras empresariales han rechazado esta propuesta.

“Yo creo que es mejor que las personas trabajen 48 horas y ganen más, a que trabajen 40 horas y ganen menos. Eso es muy importante para la población: tener mejor ingreso para el mayor poder adquisitivo y es lo que se ha logrado”, opinó el ingeniero, quien es uno de los hombres más ricos del mundo.

En contraste, el empresario Carlos Bremer se mostró a favor de la propuesta para reducir la jornada laboral a 40 horas a la semana.

Se pueden lograr los mismos objetivos, la misma capacidad de trabajo, y dedicarle más tiempo a los valores y a la familia”, consideró.

En entrevista para La-Lista, el activista Efraín Salazar (mejor conocido en redes como ‘Fra, el hada de las vacantes‘) señaló que la reducción de la jornada laboral no es un tema nuevo y ha cobrado mayor impulso luego de que empujaran las vacaciones dignas para los trabajadores.

“Sí hemos visto que hay menos voluntad política en este caso que en el anterior (vacaciones dignas). Esta es una iniciativa que está desde abril pero no es la primera que se ha presentado. Han habido 17 ocasiones que se ha intentado modificar la jornada laboral en México y en todas estas ocasiones el ‘lobbying’ (cabildeo) político ha impedido que esto pase”, señaló.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes Díaz consideró que de momento no es viable reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas, pues el país perdería atractivo en materia de inversiones.

En el mismo sentido, el presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, José de Jesús Rodríguez Cárdenas afirmó que no es el momento para reducir la jornada laboral y “habrá condiciones en el futuro” para hacerlo.

En los países de la OCDE, en promedio, los dueños de las empresas se quedan con el 31% de las ganancias, mientras que en México acaparan el 66%, el resto es para los trabajadores que laboran largas jornadas.

Esto contrasta con el argumento de que las empresas quebrarían en caso de reducir las jornadas laborales.

Álvaro Alejandro García Parga, representante de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), dijo que no es el momento para llevar a cabo un cambio de dicha magnitud en el país, pues la semana “tiene 168 horas. Ya descontando las 56 horas de sueño y las 48 de trabajos, deja 64 horas, menos tiempo libre para ocio”.

“La OIT empezó a decir eso (reducir la jornada laboral) desde 1960, y todavía vienen a decirles a los trabajadores que hace falta tiempo… Lo que aquí sobra es hipocresía y muchos expertos en joder trabajadores”, criticó la diputada Prieto Terrazas durante un foro del Parlamento Abierto, en el que se escucharon voces a favor y en contra.

Para un pequeño empresario, un vendedor de agua purificada, la reducción de la jornada laboral implicaría que contrate a más trabajadores.

“Es malo porque si se reduce la jornada de trabajo yo tendría que contratar más gente, para mi negocio es contraproducente, si de por sí la situación no me permite tener ganancias holgadas, ahora imagínate que tengo que contratar más gente”, comentó Abilio Sánchez Roque, quien reparte las horas de sus empleados de lunes a sábado, de 9 de la mañana a 6 de la tarde.

“Mi negocio lo sacrificaría mucho, porque la ganancia va a ser muy poca. A la gente empresaria no le conviene esa reducción”, comentó.

La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Esperanza Ortega, defendió que estos cambios son inminentes, dado que forman parte de los acuerdos suscritos por México en el T-MEC.

“No nos negamos los industriales a esta reducción (de la jornada laboral), sabemos que es parte de los acuerdos del T-MEC, como fueron el tema de sindicatos, de (ampliar) las vacaciones, de (aumento a los) salarios”.

Sin embargo, consideró que la implementación de esta reforma afectará principalmente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), debido al costo que tendrán que absorber.

José Ángel Sesma, licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana, expuso que calculan que las empresas tendrán que contratar a 2.6 millones de trabajadores más si se aprueba la reforma, además de que habrá un aumento del costo de producción de 10 a 20%.

“Este tipo de reformas se tienen que pensar con detenimiento porque obviamente que tú reduzcas de 48 a 40 horas la jornada laboral, también implica bajar la productividad de los trabajadores. Esto afectaría más que nada a pequeñas y medianas empresas, y empresas que se dedican a la manufactura, al turismo, al comercio en general, porque ellos no pueden parar, eso implica que tienen que prever la contratación de más trabajadores, el pago de días extra”, anotó.

Aunque reconoció que México tiene que seguir las tendencias internacionales, por lo que “tarde o temprano va a pasar” la reducción de la jornada laboral.

La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados acordó el martes de esta semana que la discusión de la reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas se pase a febrero del próximo año, cuando inicie el siguiente periodo de sesiones.

En un acuerdo de la Jucopo se establece la creación de una comisión de trabajo en materia de Días de Descanso Laboral, lo que postergaría más la discusión. 

La diputada de Morena, Susana Prieto, quien presentó la iniciativa para la reducción de la jornada, aseguró que no es posible que Morena diga que es impulsor de la reforma #YoPorLas40Horas, y luego apoyen crear una comisión de trabajo que la retrasa. 

Así es que el tema aún va para largo.

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