Argentina se acerca a legalización histórica del aborto
Foto: Juan Ignacio Roncoroni/EFE

Uki Goñi/The Guardian

Belén terminó en la cárcel después de sufrir un aborto espontáneo. No sabía que estaba embarazada y la mujer de 25 años fue a solicitar ayuda médica en un hospital en Argentina en la provincia del norte de Tucumán cuando sufrió dolor abdominal.

De acuerdo a la ley antiaborto de Argentina, el hospital reportó a Belén, no es su verdadero nombre, a las autoridades y la sentenciaron a ocho años de prisión por homicidio. No consiguió su libertad sino hasta ocho años después, en 2017, cuando una abogada feminista tomó su caso y convenció a la suprema corte de Tucumán de que revocaran su sentencia.

“Hay muchas Belenes en Argentina y esta locura continuará hasta que se legalice el aborto”, dijo Ana Correa, activista por aborto y autora del libro Somos Belén.

Ese momento tan esperado podría estar a punto de llegar.

Se espera que Argentina avance un paso más para convertirse en el primero de los países grandes de América Látina en legalizar el aborto el jueves, cuando la casa baja del congreso vote para aprobar la ley en favor del aborto que respalda el presidente Alberto Fernández. El presidente tiene mayoría en la casa baja y una fuente del gobierno dice que el senado podría votar para pasar la ley la próxima semana.

La presión para aprobar la ley es parte de una “ola verde” pro aborto que está arrasando en América Latina, y tienen como símbolo un pañuelo verde que se ha convertido en la bandera de la campaña en toda la región.

“Las mujeres de Argentina tienen el respaldo de toda América Latina, en donde el pañuelo verde se ha levantado desde el norte hasta el sur”, dice Claudia Piñeiro, una escritora argentina que lleva años en campaña para que se legalice el aborto.

La falta de acceso al aborto legal ha condenado a millones de adolescentes en toda la región a llevar a término embarazos no deseados. Tan sólo en Argentina, más de 7 mil niñas de entre 10 y 14 años tuvieron bebés que con frecuencia son resultado de una violación, según un reporte reciente de la Red de acceso al aborto seguro de Argentina.

La ley castiga a las mujeres que se someten a un procedimiento en todo América Latina, en donde la influencia de la iglesia católica ha contribuido a que el aborto siga siendo ilegal en la mayoría de los países.  Al igual que en el caso de Belén, muchas mujeres acaban en prisión por buscar asistencia médica después de tener un aborto espontáneo

El aborto se prohíbe totalmente en El Salvador, República Dominicana, Nicaragua y Honduras, aunque hay caso de excepción por violación o para salvar la vida de una mujer en países como Brasil y Chile.

En América Latina, el aborto sólo es legal en Cuba y Uruguay, que son países más pequeños en donde la iglesia católica tiene menos influencia. El aborto por decisión también es legal en algunos estados de México, y en los países sudamericanos de Guyana y en el departamento de Guyana Francesa.

Un cambio en la ley de Argentina, país natal del Papa Francisco, sería una importante señal en toda la región en donde la demanda de abortos legales sigue aumentando.

La factura para las mujeres argentinas es terrible. Casi 40 mil mujeres ingresaron a hospitales públicos por las complicaciones que surgieron de los abortos ilegales tan sólo en 2016, indica un nuevo reporte. De estas admisiones, 6,400 fueron de niñas y adolescentes entre 10 y 19 años.

Al menos 65 mujeres murieron por intervenciones clandestinas entre 2016 y 2018, un periodo de tres años. La mitad de ellas estaban en los 20s y nueve eran adolescentes.

Por lo menos 73 mujeres, y también doctores y enfermeras, han ido a prisión o han estado bajo arresto temporal por cargos de aborto ilegal en Argentina desde 2012, dicen las activistas pro aborto.

Hace dos años, el senado rechazó un intento previo de legalizar el aborto después de un maratónico debate de 15 horas y a pesar del las encuestas de opinión que muestran un gran apoyo a la legalización.

La iglesia católica llevó a cabo una fuerte campaña de cabildeo en contra de la legislación, y  el proyecto de ley no contaba con el apoyo del entonces presidente Mauricio Macri.

Pero la decepción dio impetus a las activistas feministas de Argentina y como la pandemia del coronavirus está acabando con el apoyo para su administración, el presidente Fernández está dispuesto a cumplir su promesa electoral de legalizar el aborto.

Traducida por Andrés González

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