Las secreciones virales son más intensas por las tardes, según estudio
Personal médico le toma la prueba de coronavirus a una mujer en la Ciudad de México. Foto: EFE.

Es posible que las personas secreten más coronavirus en las tardes, por lo que esta podría ser la mejor parte del día para realizar pruebas, mientras que una investigación distinta indica que la asistencia a escuelas tiene un impacto mínimo sobre las infecciones serias de Covid-19.

El regreso en etapas de los niños a las escuelas en todo el Reino Unido difundió la preocupación por un posible aumento en las infecciones. Por esto, los estudiantes de las secundarias y los institutos tienen que realizarse dos pruebas de flujo a la semana, para monitorear las tasas de infección en la comunidad.

No obstante, una nueva investigación, que aún no ha sido revisada, sugiere que es menos probable que las pruebas de Covid-19 arrojen falsos negativos si se realizan entre el medio día y la tarde, en comparación con otras horas del día. Candace McNaughton de Vanderbilt University Medical Center en Nashville, Estados Unidos, y sus colegas, examinaron los resultados de 30,000 pruebas PCR realizadas en el área de Nashville entre marzo y junio del año pasado, y encontraron una variación doble en la proporción de resultados positivos en un día de 24 horas, cuando el pico se dio alrededor de las 2pm.

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Aunque no pueden descartar por completo la posibilidad de que esto se deba a que se realizaron las pruebas a diferentes grupos en diferentes momentos del día, una explicación mucho más probable es que hay más derrame viral durante las primeras horas de la tarde, por las fluctuaciones “circadianas” diarias en cómo nuestras células inmunes interactúan con el coronavirus, dijeron.

Estudios de otros virus, como la influenza, también han indicado que los síntomas de un individuo y el derrame viral pueden variar en un periodo de 24 horas.

También es posible que otras variaciones en nuestra fisiología, como las secreciones nasales, durante el día de 24 horas puedan interferir con la cantidad de virus recolectados en muestras de nariz y garganta, según la Dra. Rachel Edgar, una virología en el Imperial College London, quien no formó parte de la investigación.

Para confirmar esto, los investigadores tendrían que infectar a individuos con coronavirus y monitorear sus cargas virales en diferentes horas del día. Hasta que se hagan tales pruebas, McNaughton prefiere el principio cautelar: “Si quisiera obtener el resultado más acertado posible, asistiría a la prueba durante las primeras horas de la tarde”, dijo.

La hora de las pruebas podría ser particularmente importante para los exámenes rápidos de antígenos, como los que se realizan en los alumnos y sus familias, pues estos son más propensos a arrojar falsos negativos que las altamente sensibles pruebas PCR.

Edgar, quien estudia cómo el reloj circadiano afecta la infección viral, dijo: “Aunque la comprensión de la razón detrás de la variación observada es importante, la evidencia aquí presentada sugiere que el Covid-19 se detecta con mayor frecuencia a medio día, y las recolección de muestras en estas horas puede ayudar a reducir la incidencia de falsos negativos, particularmente en aquellos que tienen cargas virales menores”.

Mientras tanto, un análisis separado indica que aunque los adultos que viven con niños experimentaron un pequeño crecimiento en el riesgo de infectarse de Covid-19 y de ser hospitalizados durante la primera parte de la segunda oleada de la pandemia, no aumentaron sus probabilidades de ser internados en la unidad de cuidados intensivos o de morir, más que las de otros adultos sin hijos.

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La investigación, publicada en el British Medical Journal, se basa en un análisis de historiales médicos anónimos para 12 millones de adultos británicos durante las dos primeras oleadas de la pandemia. Encontraron que no incrementó el riesgo para los adultos de 65 años o menos que vivían con niños de cualquier edad durante la primera oleada, cuando las escuelas estaban cerradas.

Durante la segunda oleada, el incremento del riesgo fue equivalente a una infección adicional por cada 100 personas para aquellos que viven con niños de primaria, y dos infecciones adicionales para aquellos que viven con niños de secundaria, en comparación con quienes viven sin niños.

No hubo un incremento en el riesgo de muerte durante ninguna oleada. De hecho, las personas que viven con niños de 0 a 11 años tuvieron menos posibilidades de morir de Covid-19 durante ambos periodos.

Liam Smeeth, profesor de epidemiología clínica en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, quien estuvo involucrado en la investigación dijo: “Esto no significa que podemos ser complacientes, y necesitamos seguir monitoreando y midiendo lo que sucede, tomando todos los pasos para minimizar los contagios que sean necesarios. Pero el incremento absoluto de riesgos es realmente pequeño, y también debe ponerse en el contexto del enorme beneficio para la sociedad que significa la apertura de las escuelas”.

La razón por la que el riesgo adicional fue tan pequeño, dado a que los niños también se infectan y transmiten el virus, su sospecha es que los cuidadores se enferman más con coronavirus de temporada, y por ello es más probable que tengan anticuerpos que puedan reaccionar contra el Sars-CoV-2. También puede deberse a que las personas que viven con niños son ligeramente más saludables en general, según Smeeth.

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