La princesa Amalia, heredera del trono holandés, renuncia al derecho a un ingreso anual

La princesa Amalia, heredera del trono holandés, escribió una carta al primer ministro para renunciar a su derecho a 1.6 millones de euros al año en ingresos y gastos personales y domésticos porque aceptarlo la haría sentir “incómoda”.

Amalia, la hija mayor del rey Willem-Alexander, quien el jueves aprobó sus exámenes de fin de estudios con un reconocimiento de distinción y colgó su mochila escolar en la asta de la bandera del palacio para celebrar, dijo en una carta escrita a mano a Mark Rutte que no quería tomar su asignación hasta que tuviera deberes reales adecuados.

“El 7 de diciembre de 2021 cumpliré 18 años y, de acuerdo con la ley, recibiré una asignación”, escribió Amalia en una carta publicada por la emisora ​​pública holandesa NOS. “Me resulta incómodo mientras no haga nada a cambio, mientras otros estudiantes lo pasan mucho más mal, particularmente en este período de coronavirus“.

Lee también: La Reina solitaria: cómo cambiará la monarquía tras la muerte del príncipe Felipe

Amalia dijo que tenía la intención de tomarse un año sabático y luego comenzar sus estudios de pregrado. Dijo que reembolsará los 300,000 euros anuales de ingresos a los que tenía derecho mientras aún fuera estudiante, y que no reclamará 1.3 millones en gastos “hasta que incurra en altos costos en mi papel de Princesa de Orange”.

NOS dijo que su decisión marcó la primera vez que un miembro de la familia real se negó a reclamar su salario libre de impuestos y su asignación para gastos. La monarquía holandesa ha superado a la británica como la más cara de Europa, según un estudio de 2012.

El año pasado, el gobierno holandés acordó un presupuesto real de 47.5 millones de euros para 2021, sin incluir el costo de las visitas de Estado o el mantenimiento del palacio, y el rey Willem-Alexander recibió un salario de 998,000 euros y 5.1 millones de euros en gastos oficiales.

Su esposa, Máxima, recibió 1.1 millones de euros, la exreina Beatriz 1.7 millones y Amalia 1.6 millones. Presionado por los partidos de oposición, Rutte acordó una revisión del costo anual, pero advirtió sobre los peligros “populistas” de tal discusión.