‘¿Quién sabe cuándo volverá mi periodo?’: una franca conversación sobre la menopausia
“Hay tanta vergüenza femenina en el mundo y mientras las mujeres se hacen mayores, se pone peor”. Foto: Siriporn Kaenseeya/Getty Images/EyeEm

Cuando Heather Corinna acabó en la sala de emergencias en 2013 con una serie de síntomas “misteriosos” como mareos, dificultad para respirar, la cara ardiendo como si se hubiera quemado con el sol, estaba a solo unos días de tener seguro médico.

Corinna recuerda esto con claridad porque la cuenta fue de 10 mil dólares. Corinna no olvida que a pesar de su edad, 43 años, de su sexo asignado (femenino), y de una serie de síntomas, ningún doctor pensó que se podía tratar de la perimenopausia, y, más especificamente, de un bochorno junto con un ataque de pánico.

Esta es la primera experiencia que el nuevo libro de Corinna, What Fresh Hell is This?, sobre la menopausia y la perimenopausia te abre los ojos con coraje. En el libro, Corinna, la mente poderosa de la educación sexual detrás de Scarlateen.com, uno de los recursos sobre educación en línea más antiguos, y de S.E.X., la guía más popular sobre sexo y relaciones escrita para adultos jóvenes en idioma ingles, ofrece un argumento muy poderoso, con base en una historia poco conocida, sobre la brecha entre esta fase intensa de la vida y lo que podría ser en un mundo más humanista, y por qué está tan alejado de la realidad ahora. Empiezo por preguntarle que cómo es que los profesionales médicos pocas veces pueden ayudarnos a pasar por una experiencia tan común, mientras que el “mercado de la menopausia” está lleno de lociones no reguladas, pociones y aparatos como nunca antes.

HC: Para la gente que solo quiere sacarnos dinero con el envejecimiento, los asuntos de peso, cuidado de la piel, y cabello podemos sentirnos muy observadas por esas cosas aunque en los demás lugares no nos vean. Especialmente si hemos ido con proveedores de cuidado de salud por la perimenopausia y hemos recibido una serie de respuestas que son en realidad muy típicas: “Eres demasiado joven”, “No creo que te esté pasando”, “Tus niveles hormonales se ven bien”.

No todos los doctores tienen la educación adecuada. E incluso entre aquellos que la tienen, muchos no se han actualizado. Y si sientes que tu doctor te está manipulando y aparece la asociación científica filantrópica con su mercadotecnia y tú piensas: “oh, alguien me ve, alguien me escucha, alguien no duda de mi”. Pero desafortunadamente ese alguien quiere una suscripción mensual de 50 dólares.

JF: El libro habla de la experiencia emocional y sociocultural de navegar por estas aguas en particular. De cómo echa a perder nuestro sentido del género y de la sexualidad, y sobre lo que significa ser “una persona lista”. Mucho de eso me está pasando. Y yo no lo había juntado todo hasta que leí el libro. Soy una mujer judía gorda con el pelo crespo y nunca fui espectacular en lo que respecta a la belleza convencional pero de alguna forma encontré la manera de sentirme hermosa y sexy y lista y eso me hizo sentir protegida.

HC: Encontraste la armadura perfecta.

JF: Y ahora la perimenopausia está echando a perder mi armadura.

HC: Para mi es con lo que fanfarroneo. Mi alarde personal era mi fuerza. Era la forma en que podía conmigo cuando boxeaba. Me veía ruda. Pero ahora ya no puedo alardear igual. Tal vez tenga uno diferente en otro lado. No lo se.

JF: Ahora estoy confundida todo el tiempo. ¿Quién sabe cuando va a regresar mi período? ¿Este cambio de humor es hormonal o es otra cosa? Me da mucha tristeza y me siento perdida e incoherente muchas veces. ¿Cómo escribes un libro en medio de esto? ¿Cómo tienes claridad?

HC: ¡No tengo idea! Tenía el impulso para hacerlo y veía que mucho le faltaba al canon pero no estaba rebosante de confianza porque ¿quién lo está en este periodo de la vida? Me acuerdo que le dije a mi editor, “si voy a hacer esto tienen que permitirme escribirlo como si Hunter S Thompson tuviera la menopausia. Porque no puedo hacerlo de otra forma. Tienen que permitirme ser un desastre”. Tener ese permiso me ayudó mucho.

JF: Tú eres la primera persona no binaria que publica un libro sobre menopausia. Y le da una forma maravillosa al libro. Una de las cosas que me sorprendió descubrir es cómo la terapia hormonal podría tener propiedades potenciales para afirmar el género para alguien como yo, una mujer cisgénero que se enfrenta a la pérdida de muchas de las características de la femineidad.

HC: Las personas usan estrógenos durante la menopausia por todo tipo de razones, pero siempre hay razones para avergonzar a las mujeres en el mundo y mientras más grandes son, las cosas se ponen peor. Particularmente a la mitad de la vida, cuando la mujer quiere seguir siendo femenina y mujer, todo se vuelve complicado y vergonzoso y feo. En lugar de reconocerlo de una forma empática: “por Dios, me da mucha pena que estés pasando por esta crisis de identidad de género, ¿qué podemos hacer para afirmar tu identidad? Y todo es sólo déjalo ir, ya quedó atrás”, o cosas así.

Para llegar a eso desde un lugar no binario, lo opuesto puede ser verdad, muchas cosas de la menopausia sólo se han visto desde la perspectiva de género. Que la pérdida de la femineidad es la única forma en la que uno puede estar sufriendo. El género no es algo que yo experimente necesariamente, punto. Para mi hay una especie de virilidad que siento que estoy perdiendo y que no tiene nada que ver con femineidad. Y eso no cabe dentro de ninguno de los marcos de referencia que existen. Podría hablar de eso con un doctor. Algunas personas se quedan sin género por la menopausia, y yo digo: “Dios, eso quisiera”. La menopausia solo ha hecho que mi cuerpo sea menos legible para otras personas. Ahora me dicen más veces señora, no menos veces.

JF: Quitarle el centro a la intervención médica es tan importante. Con frecuencia, incluso si los doctores que se suponen saben lo que están haciendo con la menopausia en realidad no lo saben. Y los doctores suelen ser una fuente de temores y de dolor y de desconfianza para muchas personas, especialmente para los marginados.

HC: La mayoría de la gente no tiene que ir al médico por la menopausia, lo cual es muy bueno para muchas personas. Si no tienes un seguro médico decente y eres pobre, lo último que quieres es un montón de cuentas médicas.

Incluso si tienes acceso, tienes que pensar en los días que tienes que pedir en el trabajo para buscar ayuda. Eso es un problema. Si eres gorda sabes que si vas por allí, nueve de diez veces te puedes quejar de todo lo que no tiene que ver con eso, la menopausia no es la excepción, y sabes que lo que te van a decir es que te pongas a dieta y que hagas ejercicio y eso va a ser todo.

JF: Y si eres negra peor. El establishment médico tiene un historia de minimizar el dolor de la mujer pero más en las mujeres de color que son totalmente ignoradas, y muchos de los síntomas son vagos cuando los describes, aunque cuando los sientes son específicos.

Hay una teoría de la evolución que es muy popular hoy en día llamadaLa hipótesis de la abuela” que trata de “explicar” el por qué las mujeres viven más tiempo que su fertilidad y eso se debe a que así podemos ayudar a nuestros hijos a criar a sus hijos. ¿Por qué diablos tenemos que justificar nuestra existencia?

HC: Sí. ¿No nos conoces? Además algunas de nosotras nunca nos hemos reproducido o no tenemos la capacidad de hacerlo en primer lugar lo que no quiere decir que nunca servimos para nada. Pero incluso si no hicimos nada, incluso si sólo sacamos libros de la biblioteca y los leímos solas en el sillón y no le dimos nada de valor aparente a este mundo, tenemos valor en el mundo por el sólo hecho de existir.

JF: Una amiga me ayudó con esto hace algunos años, cuando se me fue el período por primera vez. Ella me dijo, “Siempre he pensado que cuando seas más grande te vas a parecer a alguien entre Stevie Nicks y Frankie Bergstein”. Pensar en algo positivo en lugar de sólo temer perder lo que se tiene me ayudó a hacer tierra. Escribes acerca de esto de manera hermosa en el libro y me pregunto si tienes modelos a seguir, ¿a quién te gustaría parecerte?

HC: Ohh. Me gustaría ser una mezcla de Patti Smith, David Bowie, Fran Lebowitz, Harvey Fierstein y Lily Tomlin.

JF: Nos cruzaremos en Frankie Bergstein. Yo traeré la masa madre.

HC: Yo traeré la hierba y me reiré tan fuerte que me vas a tener que decir que no me meta en problemas con los vecinos.

JF: Me encanta eso. Me encanta la idea.

HC: Creo que es bueno. Estoy tan cansade de hacer cosas para otras personas. ¿Cuándo me ‘gano’ el derecho de existir para mí, de tener valor para mí?

La entrevista se editó y condensó para mayor claridad.

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