¿Puedo ser sumisa en la cama y seguir siendo feminista?
Foto compuesta: Modelos posando/Getty/Guardian design

He estado con mi pareja durante casi seis años y, en su mayoría, he disfrutado de nuestras relaciones sexuales. Prefiero ‘recostarme y relajarme’ y a mi pareja le parece bien. Si me pongo encima o si tengo mucho control, soy incapaz de salir de mi cabeza y me siento estresada. Sin embargo, mi personalidad y mi lado moral lo encuentran conflictivo, ya que afuera del cuarto soy feminista y estoy de acuerdo en que durante mucho tiempo se les ha enseñado a las mujeres a someterse a su hombre y a olvidar sus propias necesidades. Esto ha provocado una confusión en mi forma de entender el sexo. ¿Cómo puedo sentir que tengo el control sin ser dominante en la cama? ¿Puedo ser feminista y a la vez ser sumisa durante el sexo?

El sexo consensuado requiere que ambas partes de la pareja den su permiso para lo que ocurre, ya sea que asuman un rol más pasivo o dominante en un momento dado. Si alguien elige asumir una posición erótica sumisa, es un acuerdo que él o ella podría dejar en cualquier momento. Así que, de hecho, la pareja sumisa es en realidad la que controla la moral; si esa persona desea obtener el control físico, él o ella debe asegurarse primero de que su pareja le da todo el permiso para hacerlo. Pero aunque estos aspectos pueden ayudarte a considerar la sumisión física más aceptable desde el punto de vista ético, en general, las conexiones eróticas se intensifican cuando se rompen los tabúes… incluyendo lo que podría considerarse como un no-no feminista.

Pamela Stephenson Connolly es una psicoterapeuta ubicada en EU que se especializa en el tratamiento de desórdenes sexuales.

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