Relacionan un ácido graso presente en el aceite de palma con la propagación del cáncer
Propagación del chocolate. El equipo responsable del estudio advirtió sobre el peligro de que los pacientes se pongan a dieta en ausencia de ensayos clínicos. Foto: MarianVejcik/Getty Images/iStockphoto

Los científicos demostraron que un ácido graso presente en el aceite de palma puede favorecer la propagación del cáncer, en un estudio que podría sentar las bases para nuevos tratamientos.

El estudio, realizado en ratones, descubrió que el ácido palmítico favorecía la metástasis en los cánceres de boca y de piel. En el futuro, se podría combatir este proceso con medicamentos o con planes de alimentación cuidadosamente diseñados, sin embargo, el equipo responsable del estudio advirtió sobre el riesgo de que los pacientes se pongan a dieta a falta de ensayos clínicos.

“Hay algo muy especial en el ácido palmítico que lo convierte en un promotor extremadamente potente de la metástasis”, señaló el profesor Salvador Aznar, Benitah, del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona. “Creo que es demasiado pronto para determinar qué tipo de dieta podrían consumir los pacientes con cáncer metastásico que frenaría el proceso metastásico”.

El estudio se suma a la evidencia emergente de que se puede utilizar la dieta para mejorar los tratamientos contra el cáncer existentes, ya que las células tumorales dependen desproporcionadamente de ciertos nutrientes, o son necesarios en etapas críticas como la metástasis.

El estudio se basa en un trabajo anterior del mismo equipo que demuestra que, dentro de un tumor, tan solo un pequeño subgrupo de células tiene la capacidad de propagarse desplazándose fuera del tumor, llegando a otros órganos y colonizándolos. Estas células cancerosas especializadas parecían depender en gran medida de los ácidos grasos, y el último estudio determinó que se trataba del ácido palmítico, que se encuentra en el aceite de palma, aunque también en una gran variedad de alimentos, como la mantequilla y el aceite de oliva.

El estudio, publicado en Nature, descubrió que cuando se añadía ácido palmítico a la dieta de los ratones, aumentaban las probabilidades de que se extendieran los cánceres de boca y de piel. Otros ácidos grasos denominados ácido oleico y ácido linoleico, grasas omega-9 y omega-6 presentes en alimentos como el aceite de oliva y la linaza, no presentaron el mismo efecto. Ninguno de los ácidos grasos analizados aumentó el riesgo de desarrollar cáncer en primer lugar.

El estudio sugirió que la exposición al ácido palmítico provocaba cambios en la función de los genes de las células cancerosas que les permitían percibir los ácidos grasos y consumirlos con mayor eficacia. Además, al parecer, la presencia del ácido palmítico hizo que las células cancerosas entraran en un “estado regenerativo” permitiéndoles formar redes de comunicación más allá del tumor, lo que se sabe constituye un paso crucial para la propagación.

La metástasis del cáncer sigue siendo la principal causa de muerte en los pacientes con cáncer y la gran mayoría de las personas con cáncer metastásico solo pueden recibir tratamiento, pero no se pueden curar.

Al comprender qué necesitan las células cancerosas para dar este salto, los científicos también identificaron formas para bloquear el proceso y están planeando realizar un ensayo clínico con proteínas que interfieran en la respuesta del tumor al ácido palmítico.

“Se trata de un enfoque mucho más realista en términos de una terapia real, que no depende de si a un paciente le gusta la Nutella o la pizza”, señaló Aznar-Benitah. “Jugar con las dietas es muy complicado”.

El profesor Greg Hannon, director del Instituto de Investigación del Cáncer del Reino Unido en Cambridge, comentó: “Se trata de un estudio riguroso y exhaustivo que sugiere que la exposición a uno de los principales componentes del aceite de palma cambia de forma duradera la conducta de las células cancerosas, volviéndolas más propensas a progresar de una enfermedad local a una enfermedad metastásica potencialmente letal. Debido a la prevalencia del aceite de palma como ingrediente en los alimentos procesados, este estudio proporciona una fuerte motivación para seguir estudiando cómo los hábitos alimenticios influyen en el riesgo de evolución de los tumores”.

Helen Rippon, directora ejecutiva de Worldwide Cancer Research, comentó: “Este descubrimiento representa un gran avance en nuestra comprensión de cómo se relacionan la dieta y el cáncer y, lo que quizás resulta más importante, cómo podemos emplear este conocimiento para comenzar nuevas terapias contra el cáncer”. Se calcula que la metástasis es responsable del 90% de las muertes por cáncer, lo que equivale a aproximadamente 9 millones de muertes al año en todo el mundo. Aprender más sobre lo que provoca la propagación del cáncer y, lo que resulta más importante, cómo detenerla, es el camino que debemos seguir para reducir estas cifras”.

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