La gente consume ‘microdosis’ de psicodélicos para mejorar su bienestar durante la pandemia
Hongos alucinógenos. El profesor Adam Winstock explica que el consumo de microdosis para aumentar la creatividad está cambiando en favor de mejorar el bienestar. Foto: Maartje Blijdenstein/AFP/Getty Images

Se ha producido un cambio de tendencia en los consumidores de drogas recreativas que toman pequeñas dosis de psicodélicos, como LSD y hongos alucinógenos, para mejorar su bienestar y su salud mental durante la pandemia, señaló un destacado experto en adicciones.

La gente consumía microdosis para automedicarse en lugar de seguir la tendencia, que se popularizó en Silicon Valley, de consumir pequeñas cantidades de psicodélicos para aumentar la creatividad, señaló el profesor Adam Winstock, fundador y director de la Encuesta Global de Drogas.

La encuesta de 2021 reveló que, entre los encuestados que consumían tanto microdosis como medicamentos psiquiátricos, casi la mitad indicó haber reducido o suspendido sus medicamentos recetados.

Winstock, psiquiatra consultor y especialista en medicina de la adicción que vive en Londres, comentó que los hallazgos sugerían que la gente estuvo experimentando con microdosis durante la pandemia, quizás debido al aumento de los tiempos de espera en los servicios de salud mental.

El informe también reveló que la gente experimentó con una gran variedad de psicodélicos. Alrededor de un tercio de las personas que consumieron microdosis de LSD u hongos alucinógenos (psilocibina) indicaron que también probaron otras sustancias, como el éxtasis (MDMA), la ketamina, un anestésico disociativo, y la ayahuasca, un potente cóctel de plantas alucinógenas venerado por los curanderos indígenas.

Mientras que una dosis de LSD para experimentar un viaje es de aproximadamente 100 microgramos, los ambiciosos trabajadores de la tecnología de Silicon Valley elogian el efecto de consumir entre 10 y 20 microgramos cada pocos días en su creatividad y productividad, y en el Reino Unido las personas indican que lo hacen por razones similares.

“En el pasado, la gente utilizaba las microdosis para mejorar su rendimiento y su creatividad”, comentó Winstock. “Ahora, creo que la gente está orientando su uso hacia la microdosificación para mejorar su bienestar y para tratar sus problemas de salud mental”.

De la quinta parte de los consumidores de microdosis que dijeron que tomaban medicamentos psiquiátricos, alrededor de una cuarta parte indicó que dejó de tomar sus medicamentos por completo y otra cuarta parte redujo su consumo.

“Esto, en mi opinión, supone el cambio de la microdosificación hacia el tratamiento de la salud mental”, añadió Winstock, que es profesor clínico honorario del Instituto de Epidemiología y Atención Médica del University College de Londres.

Más de una quinta parte de los encuestados que consumieron LSD y hongos alucinógenos en los últimos 12 meses informaron que tomaron microdosis de cualquiera de estas drogas durante ese periodo.

Tres cuartas partes de ellos no informaron ningún efecto secundario, mientras que aproximadamente el 10% informó sobre efectos mentales no deseados y el 8% sobre efectos físicos.

Winstock se mostró cauteloso sobre los hallazgos, señalando que la mayoría de las investigaciones sobre psicodélicos y salud mental incluían dosis completas de las drogas.

Asimismo, comentó que esperaba que la encuesta alentara a los servicios de salud mental, a los establecimientos psiquiátricos y a los legisladores a abordar positivamente la microdosificación, añadiendo que si la práctica sigue siendo ilegal, las personas vulnerables podrían ser explotadas o ingerir accidentalmente dosis alucinógenas y perjudiciales.

El mayor ensayo controlado con placebo sobre psicodélicos realizado hasta la fecha por investigadores del Imperial College de Londres descubrió que la mejora del estado de ánimo reportada por los consumidores de microdosis podría tratarse simplemente del efecto placebo.

Uno de los investigadores principales de ese estudio, el Dr. David Erritzoe, director clínico del Centro de Investigación Psicodélica de la universidad, comentó que apoyaba la realización de más ensayos clínicos sobre los posibles beneficios de las microdosis.

No obstante, añadió que el revuelo en torno a esta práctica conducía a que la gente reportara efectos positivos exagerados.

“El problema radica en que es un poco contracultural y proviene de algo tan genial como Silicon Valley. Tenemos libros bestsellers de gente muy genial que escriben sobre cómo transformaron sus vidas. Y aprovecha el escepticismo sobre la experiencia médica y las grandes farmacéuticas. Todo ello aumenta las expectativas de la gente y un posible efecto placebo”.

La Encuesta Global de Drogas de 2021, que recibió respuestas de más de 32 mil personas de más de 20 países entre diciembre de 2020 y marzo de 2021, también señaló el impacto del Covid-19, con una ligera disminución en el uso de drogas recreativas.

Aunque el uso de psicodélicos disminuyó ligeramente durante ese periodo, Winstock indicó que los datos de los seis años anteriores mostraban una tendencia ascendente en su uso.
Muchas personas también informaron que tomaron más precauciones al consumir drogas en el ámbito social durante la pandemia.

De los 14 mil encuestados que indicaron haber consumido marihuana, el 42% dijo que compartió con menos frecuencia un porro, un vapeador, una pipa o una pipa de vidrio con otras personas durante la pandemia.

Poco menos de una cuarta parte (24%) señaló que era más probable que consumiera porros, pipas y pipas de vidrio preparadas exclusivamente por ellos mismos, mientras que una quinta parte indicó que aumentó su distanciamiento social al consumir marihuana.

De los encuestados que reportaron consumir cocaína, el 26% dijo que era menos probable que compartiera un popote o un esnifador con otra persona, mientras que una quinta parte señaló que era menos probable que esnifara una línea preparada por otra persona.

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