‘Me vi a mí misma en RuPaul’: cómo Drag Race inspiró a los kenianos LGBTQ+ a encontrar la libertad
Toyo, una mujer transgénero, posa durante un desfile de moda LGBTQ+ en el centro de bienestar Ishtar ubicado en Nairobi, Kenia. Foto: Brian Otieno/Global Fund

Una audiencia con cubrebocas se sienta alrededor de los bordes de una sala poco llamativa en un edificio modesto en el centro de Nairobi. Escasamente amueblada y decorada con algunos carteles que anuncian la PrEP, un medicamento que reduce las posibilidades de contraer el VIH, se escucha un leve murmullo de conversaciones animadas.

Entonces, los altavoces entran en acción y reproducen “Sweet Dreams” de Beyoncé, y aparece pavoneándose Toyo, una mujer transgénero de 23 años, con un vestido azul brillante ceñido a su figura, complementado con uñas pintadas de rojo brillante y el universal cubrebocas, de color negro. Camina hasta el final de la sala, hace una pose y regresa. Tras Toyo, aparece la señorita K -o Kelvin, cuando no es drag-, de 24 años, que luce un vestido rojo de tirantes, una larga peluca negra, unos falsos tacones Louboutin y mucho maquillaje.

Toyo y Miss K forman parte de Dolls, un grupo de personas homosexuales, transexuales y no binarias que trabajan como voluntarios en Ishtar, un centro social para hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, y el lugar donde se celebra el espectáculo de hoy.
Durante aproximadamente media hora, los miembros de Dolls modelan una serie de trajes en su pasarela provisional e interpretan dos canciones haciendo playback.

El grupo Dolls se formó a finales de 2018 con cuatro integrantes. Ahora tienen 35 miembros, un ejemplo de la creciente confianza de la comunidad LGBTQ+ en Kenia, donde se penaliza la homosexualidad y las personas se enfrentan al estigma, la discriminación y la violencia.

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Ishtar es un centro social para hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en Nairobi. En Kenia se penaliza la homosexualidad. Foto: Brian Otieno/Global Fund

Ishtar, que recibe financiamiento del Fondo Mundial, pertenece a la coalición Gay and Lesbian Coalition de Kenia, que comenzó a funcionar en 2006 con seis organizaciones integradas. Ahora cuenta con alrededor de 20 grupos miembros, incluidos algunos ubicados en zonas rurales, según Peter Njane, director de Ishtar.

Njane comenta que todavía prevalecen los abusos verbales y la discriminación, pero añade: “Veo esperanza porque estamos viendo que los hombres gays salen a la calle… Han ocurrido muchos cambios en este país”.

Toyo, una de las fundadoras de Dolls, escuchó sobre Ishtar por primera vez a través de un hombre homosexual que vivía en su vecindario. “Me emocioné cuando me hablaron de una organización así”, cuenta. “Pensé que estaba sola en este mundo. En mi pueblo, todo el mundo me lanzaba piedras diciendo: “Eres tan femenina, eres tan esto…”.

Al trabajar como voluntaria en Ishtar, Toyo descubrió un sentimiento de comunidad y comenzó a pensar en cómo podía difundir el mensaje. Había trabajado como modelo y tenía un gran número de seguidores en Instagram, así que se asoció con otros voluntarios y empezaron a experimentar con la moda, el maquillaje y la actuación.

Entonces vio RuPaul’s Drag Race -un reality de televisión estadounidense que documenta la búsqueda de estrellas drag- y se sintió inmediatamente inspirada. “Me vi a mí misma en RuPaul, podía entrar en mi personaje, tener un aspecto perfecto y todo el mundo estaba contento. Después, salía del personaje y nadie se acordaba de mí. Es como si fueras dos personas en un solo cuerpo”, explica.

“Solo podíamos hacer estos eventos, usar la ropa y el maquillaje, en Ishtar. Afuera, somos personas muy diferentes”.

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El doctor de Ishtar, Anthony Kikombo, realiza un chequeo médico rutinario a un paciente transgénero en el centro de bienestar. Foto: Brian Otieno/Global Fund.

Al poco tiempo, la gente comenzó a solicitar unirse al grupo. Kelvin vio por primera vez a Dolls actuar en 2018, cuando era estudiante en la escuela de moda. Se unió el año pasado después de que no pudo seguir pagando sus estudios. Como Miss K, su primera presentación fue haciendo playback con el tema “I Will Always Love You” de Whitney Houston frente a unas 70 personas.

“Me travestía en la escuela y en público, pero no era tan feliz”, comenta. “En Kenia, cuando te travistes, la gente dice que hay algo malo en ti. Rezan por ti para que te liberes de los demonios. No lo hacía con otros miembros de la comunidad LGBTQ+, las personas que me conocen y me aprecian por lo que soy”.

Y añade: “Dolls se apoyan mutuamente, son tus mentoras. Si hay algún problema, se los puedes contar”.

Antes de la llegada del Covid-19, el grupo Dolls estaba ganando impulso y comenzaba a ser invitado a actuar en otras organizaciones LGBTQ+ y en algunos eventos privados. Además, establecieron un concurso anual de Miss Ishtar.

A pesar de los problemas causados por la pandemia, Toyo tiene grandes planes para el futuro de Dolls. Quiere crear una línea de ropa para sus desfiles. Actualmente, comprar el vestuario, los accesorios, los zapatos y el maquillaje constituye un reto. En ocasiones, los miembros consiguen que las mujeres compren los artículos, o compran al por mayor y de tiendas de caridad para evitar la atención no deseada, después personalizan los conjuntos en la máquina de coser de Ishtar.

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Peter Njane, director de Ishtar. Foto: Brian Otieno/Global Fund

Recibe mensajes de personas de toda Kenia, desde Mombasa y Kisumu, preguntando cómo pueden crear su propia versión de Dolls. “Somos una especie de proyecto piloto en el que todo el mundo se fija”, comenta Toyo.

“Queremos que Dolls se fortalezca y sea un ejemplo para los demás, y que tenga otras sedes. A través de estos eventos creamos conciencia; espero que podamos llegar a los medios de comunicación convencionales en los que la gente dejará de juzgarnos por nuestra sexualidad y empezará a ver nuestro talento, nuestra capacidad para hacer otras cosas… Se trata de la diversidad, de enseñarles a otras personas quiénes somos”.

El Fondo Mundial y sus socios proporcionaron los medios de transporte para The Guardian en Kenia.

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