La reina Isabel II desea que Camila sea reina consorte cuando Carlos se convierta en rey
La reina Isabel II con Camilla, duquesa de Cornualles, en Royal Ascot en 2013. Foto: Doug Peters/Alamy

La reina Isabel II expresó su “sincero deseo” de que la duquesa de Cornualles, Camila, se convierta en reina consorte cuando Carlos se convierta en rey.

En un sincero mensaje con motivo del 70º aniversario de su ascenso al trono, la monarca manifestó su deseo, preparando inequívocamente el camino para la reina Camila.

Cuando la duquesa se casó con el príncipe de Gales en 2005, Clarence House dejó en claro que llevaría el título de S.A.R. la princesa consorte.

Desde hace tiempo se especula que se trata de un título de conveniencia en un momento en el que se consideraba que la duquesa era menos popular en las encuestas, debido a su relación con Carlos cuando este estuvo casado con Diana, princesa de Gales.

Se tiene entendido que durante mucho tiempo Carlos ha albergado el firme deseo de que su esposa lleve el título de reina consorte, y que sea así coronada y ungida, cuando él se convierta en rey.

La reina manifestó su apoyo a esta idea en un mensaje publicado el sábado antes del Día de la Adhesión.

En la misma, la reina agradeció a la nación la “lealtad y el afecto” que había recibido durante su largo reinado. Añadió: “Y cuando, en su momento, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le darán a él y a su esposa, Camila, el mismo apoyo que me han dado a mí; y es mi sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camila sea conocida como reina consorte mientras continúa su propio servicio leal“.

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El príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles durante una visita al Centro de Visitantes y al jardín amurallado en la reapertura del castillo y los jardines de Hillsborough, en Irlanda del Norte. Foto: Chris Jackson/PA


La reina recientemente indicó su firme apoyo a Camila, nombrando a la duquesa Dama Real de la Muy Noble Orden de la Jarretera, en reconocimiento de su contribución a la monarquía.

Muchos comentaristas consideraron que se trataba de un paso hacia la confirmación del estatus de Camila como reina consorte.

Es evidente que los altos cargos de la realeza consideran que la opinión pública sobre Camila ha cambiado en los últimos años debido a su creciente popularidad, y que este momento histórico en el reinado de la reina, en el que celebra su jubileo de platino, es el momento adecuado para poner fin a las especulaciones acerca del futuro título de Camila.

Cuando se casó con Carlos, muchos cuestionaron que no se le podría llamar princesa consorte y que el protocolo establecía que sería la reina Camila en todo caso, del mismo modo que la reina madre se convirtió en la reina Isabel cuando se casó con Jorge VI.

La reina, que este domingo conmemora en privado en Sandringham el 70º aniversario de su ascenso al trono, dijo en su mensaje que seguía siendo un día que “incluso después de 70 años, sigo recordando tanto por la muerte de mi padre, Jorge VI, como por el inicio de mi reinado”.

Asimismo, renovó la promesa que hizo por primera vez en 1947 “de que mi vida siempre estará dedicada a su servicio“.

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La reina Isabel II grabando su discurso anual de Navidad en el castillo de Windsor en 2021, junto a una foto de ella y el príncipe Felipe tomada en 2007 para conmemorar su aniversario de bodas de diamante. Foto: Victoria Jones/AP

También rindió homenaje al duque de Edimburgo, que falleció en abril a los 99 años después de haber permanecido a su lado durante 73 años de matrimonio.

La reina comentó: “Tengo la fortuna de haber contado con el apoyo incondicional y afectuoso de mi familia”.

“Fui bendecida al tener en el príncipe Felipe a un compañero dispuesto a desempeñar el papel de consorte y a realizar desinteresadamente los sacrificios que conlleva”.

“Es un rol que vi desempeñar a mi propia madre durante el reinado de mi padre”.

Reflexionó sobre la “benevolencia que me han mostrado personas de todas las nacionalidades, credos y edades en este país y en todo el mundo a lo largo de estos años”.

“Permanezco eternamente agradecida y humilde por la lealtad y el afecto que me siguen brindando”.

No se trata de la primera vez que la reina expresa su “sincero deseo” sobre un asunto delicado.

En 2018, aseguró que Carlos la sucedería al frente de la Commonwealth, después de un gran debate sobre quién sería su sucesor.

Expresó su opinión un día antes de que se reunieran en el castillo de Windsor los máximos dirigentes de los gobiernos de los 53 países, diciendo que era su “sincero deseo que la Commonwealth siga ofreciendo estabilidad y continuidad a las generaciones futuras y que un día decida que el príncipe de Gales continúe la importante labor que inició mi padre en 1949”.

Como era de esperar, tras esta declaración, la Commonwealth acordó que Carlos, que no era una opción universalmente popular, debía suceder a su madre para dirigirla.

Técnicamente, Camila habría sido reina cuando Carlos ascendiera al trono, y solo la legislación lo habría impedido.

Sin embargo, los asistentes reales insistieron, cuando se casó con Carlos en 2005, en que Camila no quería ser reina y señalaron originalmente que la anteriormente señora Parker Bowles “tenía la intención” de ser conocida en su lugar como princesa consorte –la primera en la historia británica–.

En 2018 se eliminó de la página web de Carlos cualquier mención a la “princesa consorte” durante una renovación.

El excorresponsal real de la BBC, Peter Hunt, comentó: “Este es el mensaje más extraordinario. La reina está asegurando que la transición, cuando ocurra, a su hijo como rey sea lo más fluida y libre de problemas posible”.

“Está asegurando el futuro de una institución a la que ha servido durante 70 años. Y en el caso de Camila, se completa el viaje de ser la tercera persona en un matrimonio a reina en espera”.

Históricamente, las mujeres casadas con un monarca han sido coronadas como reina consorte.

Tal fue el caso de la esposa de Jorge VI, la reina Isabel, la reina madre, y de la esposa de Jorge V, la reina María, la abuela de la reina.

La excepción la constituye la reina María II, que, junto con su esposo, el rey Guillermo III, fue cosoberana desde 1689 hasta 1694.

La página web real solía declarar: “Una reina consorte es coronada conjuntamente con el rey, en una ceremonia similar pero más sencilla“.

No obstante, tras la boda de Carlos con Camila, añadió la cláusula de rescisión “a menos que se decida lo contrario“.

El esposo de la reina Victoria, Alberto, fue nombrado príncipe consorte 17 años después de su matrimonio. Trabajó con diligencia para ganarse el afecto de la población tras sufrir una hostilidad inicial.

Victoria deseaba que se convirtiera en rey consorte cuando se casaran, sin embargo, el entonces primer ministro Lord Melbourne descartó esa posibilidad.

El duque de Edimburgo no poseía el título de príncipe consorte, ya que rechazó la oferta en los primeros años del reinado de la reina.

Reina consorte vs. reina regente

Camilla puede estar destinada a ser reina, pero no la reina.

La reina es la reina regente, una monarca femenina cuyo rango y título son equivalentes a los de un rey y que reina por derecho propio. Una reina consorte es la esposa de un rey reinante.

Mientras que una reina regente posee y ejerce poderes soberanos, una reina consorte –como la madre de la reina, que se convirtió en la reina Isabel cuando Jorge VI se convirtió en rey– no comparte formalmente los poderes de su cónyuge.

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