Rusia y Ucrania ‘cerca de acordar’ el estatus de neutralidad, dice Sergei Lavrov


El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia señaló que podría estar cerca un acuerdo con Kiev sobre el estatus de neutralidad para Ucrania como parte de un acuerdo de paz, incluso cuando Volodímir Zelenski dijo al Congreso de los Estados Unidos que el Kremlin había convertido los cielos ucranianos en una “fuente de muerte”.

Sergei Lavrov sugirió en una entrevista con los medios de comunicación que las conversaciones con Kiev estaban avanzando a pesar del continuo derramamiento de sangre, haciendo eco de los comentarios cautelosamente optimistas realizados durante la noche por el presidente de Ucrania en relación con las negociaciones.

“Las negociaciones no son sencillas por razones obvias”, dijo Lavrov a RBC news. “Pero, no obstante, existe cierta esperanza de alcanzar un acuerdo”.

“Actualmente se está discutiendo seriamente el estatus de neutralidad junto con, por supuesto, las garantías de seguridad. Esto es lo que se está discutiendo actualmente en las negociaciones. Hay términos absolutamente específicos y, en mi opinión, las partes están cerca de llegar a un acuerdo”.

En un discurso por video en las primeras horas de la mañana del miércoles, Zelenski también señaló que creía que existía la posibilidad de llegar a un acuerdo si Rusia adoptaba posturas “más realistas”. El martes, Zelenski se mostró dispuesto a ofrecer al Kremlin una ofrenda de paz al indicar que Ucrania no se integraría a la OTAN.

Ucrania no se unirá a la OTAN, reconoce el presidente Zelenski, video

Sin embargo, en un poderoso discurso ante el Congreso de los Estados Unidos, Zelenski esbozó un panorama espantoso del conflicto, suplicando a la administración del presidente estadounidense Joe Biden que haga más en cuanto a la imposición de sanciones, que aliente a las empresas estadounidenses a dejar de comerciar con Rusia y que aumente el suministro de armas militares, en particular ofreciendo aviones de combate.

“La paz es más importante que los ingresos”, dijo. “Les pido que hagan más”.

Cambiando al inglés, continuó: “Tengo casi 45 años. Mi edad se detuvo cuando los corazones de más de 100 niños dejaron de latir. No le encuentro sentido a la vida si no puedo detener estas muertes. Esta es mi principal misión como líder de mi pueblo, valientes ucranianos”.

Zelenski también habló de los nuevos acuerdos de seguridad con Occidente para garantizar el futuro de Ucrania, en lo que pareció ser una alusión a un posible acuerdo con el Kremlin.

Anteriormente, el miércoles, el principal negociador de Moscú, Vladimir Medinsky, había señalado que en las conversaciones con representantes de Kiev, su delegación pretendía que Ucrania asumiera un estatus comparable al de Suecia o Austria, dos Estados miembros de la Unión Europea que no son miembros de la alianza militar de la OTAN.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, también confirmó la propuesta en la mañana del miércoles.

El miércoles, Medinsky comentó a los periodistas que las conversaciones eran “lentas y difíciles”, pero afirmó que el Kremlin quería la paz “lo antes posible”.

Añadió que se estaban discutiendo otros temas, entre ellos el estatus de la península de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en 2014, así como las repúblicas autoproclamadas de Luhansk y Donetsk.

El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak, que participa directamente en las conversaciones con Medinsky, respondió indicando que “las expresiones sobre el modelo sueco o austriaco de neutralidad” no reflejan la necesidad de que Ucrania tenga garantías respecto a su seguridad.
Señaló: “Ucrania ahora se encuentra en un estado de guerra directa con Rusia. Por tanto, el modelo solo puede referirse a Ucrania y a las garantías de seguridad legalmente verificadas. Y sin otros modelos u opciones”.

Podolyak comentó que una parte clave de cualquier acuerdo consistiría en que Occidente aceptara socorrer a Ucrania en caso de cualquier conflicto futuro con Rusia y que no dudara en imponer una “zona de exclusión aérea”.

“Añadiré que Ucrania nunca ha sido un Estado militarista que ataca o planea atacar a sus vecinos”, dijo. “A diferencia de estos vecinos. Por este motivo, hoy Ucrania quiere tener un grupo de aliados realmente fuerte con garantías de seguridad claramente definidas.”

No obstante, el prometedor avance fue recibido con satisfacción en Bruselas, donde los ministros de Defensa de la OTAN se encontraban reunidos en persona por primera vez desde el inicio de la guerra el 24 de febrero, aunque se rechazaron las sugerencias de desplegar una fuerza de mantenimiento de la paz.

Durante la visita a Kiev de los primeros ministros de Polonia, Eslovenia y la República Checa el martes, el viceprimer ministro polaco, Jarosław Kaczyński, sugirió que dicho despliegue en Ucrania podría proporcionar ayuda humanitaria.

Los ministros de Defensa rechazaron la idea a su llegada para su reunión, en la que escucharán a su homólogo ucraniano, Oleksii Reznikov, que previsiblemente pedirá más armas a los distintos países de la OTAN.

“Me temo que todavía nos encontramos en una fase demasiado temprana para hablar de eso”, comentó la ministra de Defensa holandesa, Kajsa Ollongren. “Primero tenemos que tener un alto al fuego. Tenemos que ver un repliegue de Rusia. Debe haber algún tipo de acuerdo entre Ucrania y Rusia, y creo que todavía continúan las conversaciones”.

Y añadió: “Siempre es bueno pensar en lo que viene después, pero primero necesitamos conseguirlo”.
El ministro de Defensa de Estonia, Kalle Laanet, se mostró más positivo respecto a la propuesta, señalando que el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz a través de la ONU era “una de las posibilidades y, por supuesto, tenemos que contemplar todas las posibilidades que puedan ayudar a Ucrania”.

Ben Wallace, secretario de Defensa del Reino Unido, indicó que tendría que “analizar los detalles primero antes de tomar cualquier decisión al respecto”.

El despliegue necesitaría el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Rusia tiene derecho a veto.

A pesar del ambiente positivo en torno a las conversaciones de paz, los bombardeos rusos continuaron implacablemente durante la noche y el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que un alcalde y su suplente en la ciudad portuaria de Skadovsk fueron los últimos líderes de las autoridades locales que fueron secuestrados por los militares rusos.

La actualización del Ministerio de Defensa ucraniano del miércoles indicó que “la peor situación continúa en la zona de Mariúpol, donde el adversario intenta bloquear la ciudad en las afueras occidentales y orientales”.

La agencia de noticias Associated Press informó que las tropas rusas habían tomado un hospital en Mariúpol y a alrededor de 500 personas como rehenes durante otro ataque contra la ciudad portuaria en el sur del país a última hora del martes, según el líder regional, Pavlo Kyrylenko.

También se confirmó la muerte de dos personas durante la noche en Kharkiv tras la destrucción de dos edificios residenciales.

“Como resultado de un ataque con artillería contra los edificios de varios pisos en el distrito Nemyshlyansky de Kharkiv, varios departamentos de dos edificios residenciales quedaron destruidos”, dijeron los servicios estatales de emergencia de Ucrania en una actualización en la mañana del miércoles.

Los equipos de rescate trabajaron para sofocar las llamas, rescatando a cuatro personas del derrumbe de un edificio, pero no pudieron salvar a otras dos que murieron en el ataque, añadió la agencia. Al parecer, una escuela también fue objeto de un ataque aproximadamente a las 3 de la madrugada, y una parte del edificio quedó destruida.

El asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych afirmó que las fuerzas armadas de su país estaban llevando a cabo contraataques a pequeña escala en varios frentes. “La situación… en los principales puntos críticos no ha cambiado, y no hay ninguna posibilidad de que cambie, ya que Rusia ha agotado sus recursos”, indicó.

Arestovych aseguró que Rusia seguía disparando misiles contra objetivos ucranianos, y que aproximadamente dos tercios de los cohetes impactaban en edificios e infraestructuras civiles.

La evaluación realizada por el Ministerio de Defensa del Reino Unido señaló que las tropas rusas estaban “luchando para superar los desafíos que plantea el terreno ucraniano” y estaban confinadas principalmente a la red de carreteras. El Ministerio de Defensa británico añadió que “el continuo fracaso de Rusia para obtener el control del aire ha limitado drásticamente su capacidad para utilizar eficazmente las maniobras aéreas, limitando aún más sus opciones”.

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