Crisis de Covid-19 en Hong Kong: ¿por qué es tan alta la tasa de mortalidad?
Trabajadores del gobierno con equipo de protección en una calle de Hong Kong este año. La ciudad está viviendo su peor ola de Covid-19 y tiene una tasa de mortalidad que figura entre las más altas del mundo. Foto: Anthony Kwan/Getty Images

Hong Kong ha registrado 5 mil muertes por Covid-19 y más de un millón de casos entre su población de 7.5 millones de habitantes, entonces ¿por qué la situación ha llegado a ser tan grave?

¿Qué está ocurriendo en Hong Kong?

Hong Kong se encuentra inmerso en su peor brote de Covid-19. El aumento del número de infecciones durante la quinta ola ha superado al de otras ciudades del mundo. El análisis de los datos del gobierno realizado por Hong Kong Free Press mostró que había casi 900 infecciones confirmadas por cada 100 mil ciudadanos de Hong Kong a principios de marzo, cuando los casos alcanzaron su punto máximo. El máximo histórico de la pandemia lo tenía la ciudad de Nueva York, con 500 casos por cada 100 mil habitantes, en enero.

El virólogo de la Universidad de Hong Kong, Vijaykrishna Dhanasekaran, afirmó que uno de los factores que impulsaban esta elevada tasa era la “alta densidad de población de Hong Kong y los espacios reducidos, especialmente en las viviendas públicas”.

El sistema de salud pública de la ciudad también se ha visto afectado por la variante ómicron, provocando efectos devastadores. Los pacientes tenían que esperar afuera de los hospitales mientras se acumulaban los cadáveres dentro de las salas. Finalmente, ómicron entró en los asilos de ancianos y encontró una parte de la población especialmente vulnerable, sobre todo por el bajo índice de vacunación entre los ancianos de la ciudad.

¿Por qué Hong Kong tiene una tasa de mortalidad tan alta?

Antes de la quinta ola, Hong Kong había registrado un total de 212 muertes relacionadas con el coronavirus. Ahora registra diariamente una cantidad superior a esa.

El virólogo Siddharth Sridhar, del Departamento de Microbiología de la Universidad de Hong Kong, señaló que la tasa de mortalidad de Hong Kong por el Covid-19 -una de las peores del mundo- era “trágica pero previsible”, y la atribuyó a una “tormenta perfecta” de bajos índices de vacunación entre las personas mayores, bajos índices de infección previa y un sistema de salud desbordado.

Dhanasekaran comentó: “Los datos son realmente claros… La mayoría de las personas que terminan en los hospitales no están vacunadas, la mayoría de las personas que están en condiciones graves son ancianos. Es realmente evidente lo que ha fallado”.

La dirigente de Hong Kong, Carrie Lam, reconoció que el índice de vacunación de la ciudad ha desempeñado un papel importante. En la actualidad, el 81% de las personas mayores de 12 años han recibido dos dosis de las vacunas disponibles en Hong Kong, la Sinovac, de fabricación china, una vacuna tradicional inactivada, y la BioNTech, una vacuna de ARNm producida en Alemania. Sin embargo, esa cifra desciende a casi el 37% entre las personas de 80 años o más.

La desconfianza en las autoridades tras meses de protestas prodemocráticas, las detenciones y la consiguiente represión por la ley de seguridad nacional también han sido culpadas de la escasa aceptación de la vacuna, así como de un énfasis excesivo en los posibles efectos secundarios.

¿El uso de la vacuna Sinovac ha contribuido a la crisis?

Los datos del gobierno muestran que Sinovac es la vacuna preferida entre las personas mayores de 70 años, a pesar de que varios estudios indican que es menos eficaz -especialmente contra ómicron- en comparación con la vacuna BioNTech. Esto se podría deber, en parte, a que algunos asilos de ancianos solo ofrecen la vacuna Sinovac a sus residentes.

Según Dhanasekaran, la vacuna Sinovac “ha demostrado funcionar muy bien en muchos países” contra cepas anteriores del virus, aunque “no era tan eficaz como la [vacuna] BioNTech”.
Dhanasekaran señaló: “Tener algunas vacunas es mejor que no tener vacunas”, y añadió que “Sinovac no es realmente el principal problema aquí, el bajo índice de vacunación es absolutamente el problema”.

¿Qué significa el fracaso de Hong Kong contra la variante ómicron para la China continental?

La China continental está luchando contra una serie de brotes de ómicron que han supuesto el confinamiento de casi 30 millones de personas. El gobernador de la provincia nororiental de Jilin, actual centro de las infecciones en China, se comprometió a “lograr una comunidad de cero-Covid en una semana”, según informaron el lunes los medios de comunicación estatales.

Sin embargo, en un indicio de que las miles de infecciones por ómicron podrían estar obligando a las autoridades a adoptar un enfoque más dinámico, China aprobó el domingo pasado el uso de pruebas rápidas de antígenos, una primicia en el país, que ha recurrido exclusivamente a las pruebas de ácido nucleico para confirmar los pacientes de Covid-19.

Hong Kong adoptó un cambio similar a finales de febrero, cuando los laboratorios fueron incapaces de procesar el gran número de muestras de pruebas de ácido nucleico que recibían, lo que provocó un enorme retraso en el registro de casos. En la China continental, alrededor del 50% de las personas mayores de 80 años están completamente vacunadas. Por el momento, solo se ha aprobado el uso de vacunas de fabricación china en la China continental, de las cuales ninguna es de ARNm.

Xi Chen, economista especializado en salud y desarrollo de la Facultad de Salud Pública de Yale, recientemente tuiteó una serie de gráficas del Financial Times que destacaban la tasa de mortalidad de Hong Kong en comparación con la de los países con mayores índices de vacunación de personas mayores. Lo tituló: “Una imagen vale más que mil palabras. Un mensaje de alerta para la China continental”.

China aún no ha informado sobre el aumento de las muertes relacionadas con su última ola de infecciones, sin embargo, los expertos coinciden en que la política de cero-Covid del país todavía pende de un hilo. El epidemiólogo de la Universidad de Oxford, Chen Zhengmin, comentó a Reuters: “Las próximas dos semanas son clave para determinar si las políticas existentes realmente pueden ser efectivas para frenar el crecimiento de la infección o incluso alcanzar completamente los cero casos en una ciudad, como observamos el año pasado”.

Publicado en colaboración con Hong Kong Free Press.

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