Encuentran por primera vez microplásticos en el fondo de los pulmones de personas vivas
Los microplásticos ahora contaminan todo el planeta, desde la cima del Monte Everest hasta los océanos más profundos. Foto: David Kelly

Por primera vez se descubrió contaminación microplástica alojada en lo más profundo de los pulmones de personas vivas. Las partículas fueron encontradas en casi todas las muestras analizadas.

Los científicos señalaron que la contaminación por microplásticos ya era ubicua en todo el planeta, lo que hacía inevitable la exposición humana y significaba que “existe una creciente preocupación respecto a los peligros” para la salud.

Se tomaron muestras de tejido extraído de 13 pacientes intervenidos quirúrgicamente y se encontraron microplásticos en 11 casos. Las partículas más comunes fueron el polipropileno, utilizado en envases y tuberías de plástico, y el PET, utilizado en botellas. En dos estudios anteriores se hallaron microplásticos en porcentajes similarmente elevados en el tejido de los pulmones tomado durante las autopsias.

Ya se tenía conocimiento de que la gente respiraba las diminutas partículas, además de consumirlas a través de los alimentos y el agua. También se tiene conocimiento de que los trabajadores expuestos a altos niveles de microplásticos desarrollan enfermedades.

Se detectaron microplásticos en la sangre humana por primera vez en marzo, lo cual demuestra que las partículas pueden viajar por el cuerpo y se pueden alojar en los órganos. Todavía se desconoce el impacto en la salud. Sin embargo, los investigadores se muestran preocupados, ya que los microplásticos causan daños en las células humanas que se analizan en el laboratorio y ya se sabe que las partículas de la contaminación ambiental entran en el cuerpo y causan millones de muertes prematuras al año.

“No esperábamos encontrar el mayor número de partículas en las regiones inferiores de los pulmones, ni partículas de los tamaños que encontramos”, señaló Laura Sadofsky, de la Facultad de Medicina de Hull York en el Reino Unido, autora principal del estudio. “Es sorprendente, ya que las vías respiratorias son más pequeñas en las partes inferiores de los pulmones y habríamos esperado que se filtraran o quedaran atrapadas las partículas de estos tamaños antes de llegar tan profundo”.

“Estos datos proporcionan un importante avance en el campo de la contaminación ambiental, los microplásticos y la salud humana”, señaló. La información podría ser utilizada para crear condiciones realistas para los experimentos en laboratorio con el objetivo de determinar sus efectos en la salud.

La investigación, que fue aprobada para su publicación en la revista Science of the Total Environment, utilizó muestras de tejido de pulmón sano procedentes de las proximidades de los objetivos quirúrgicos. Se analizaron partículas de hasta 0.003 mm de tamaño y se utilizó la espectroscopia para identificar el tipo de plástico. También se usaron muestras de control para tomar en cuenta el nivel de contaminación de fondo.

Un estudio realizado en 2021 en Brasil sobre muestras de autopsias halló microplásticos en 13 de las 20 personas analizadas, cuya edad promedio era superior a la de las personas evaluadas por el estudio de Sadofsky. El polietileno, utilizado en las bolsas de plástico, fue una de las partículas más comunes. Los investigadores concluyeron: “Los resultados perjudiciales para la salud pueden estar relacionados con… estos contaminantes en el sistema respiratorio tras ser inhalados”.

Un estudio realizado en Estados Unidos sobre pacientes con cáncer de pulmón en 1998 encontró fibras de plástico y de origen vegetal (como el algodón) en más de 100 muestras. En el tejido canceroso, el 97% de las muestras contenían las fibras y en las muestras no cancerosas, el 83% estaban contaminadas.

Se vierten enormes cantidades de residuos plásticos en el medio ambiente, y los microplásticos contaminan todo el planeta, desde la cima del Monte Everest hasta los océanos más profundos. Se han detectado microplásticos en las placentas de las mujeres embarazadas, y en las ratas preñadas pasan rápidamente a través de los pulmones a los corazones, cerebros y otros órganos de los fetos.

Un estudio reciente evaluó el riesgo de cáncer y concluyó: “Se necesita urgentemente una investigación más detallada sobre la forma en que los microplásticos y los nanoplásticos afectan las estructuras y los procesos del cuerpo humano, además de si y cómo pueden transformar las células e inducir la carcinogénesis, sobre todo considerando el aumento exponencial de la producción de plástico”.

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