¿Se enfrentará Putin a cargos de genocidio por las atrocidades cometidas en Ucrania?
Manifestantes sostienen carteles acusando a Vladimir Putin de crímenes de guerra en una manifestación en Londres el mes pasado. Foto: Martin Pope/Getty Images


El presidente estadounidense Joe Biden elevó la apuesta en sus críticas contra las acciones de Vladimir Putin en Ucrania al acusarlo de genocidio, diciendo que el líder ruso está “intentando eliminar la idea de siquiera ser ucraniano”. Pero, ¿hasta qué punto es importante la acusación y hasta qué punto es probable que Putin se enfrente a cargos de genocidio en Ucrania?

El genocidio es uno de los cuatro delitos juzgados por la Corte Penal Internacional (CPI) y generalmente es considerado el más grave. La corte lo define como “caracterizado por la intención específica de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso mediante el homicidio de sus miembros o por otros medios: causando graves daños corporales o mentales a los miembros del grupo; infligiendo intencionalmente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial; imponiendo medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo; o trasladando forzadamente a los niños del grupo a otro grupo”.

La corte, con sede en La Haya, Países Bajos, ha sido objeto de ataques por su limitado número de juicios exitosos: 10, todos ellos por crímenes de guerra y/o crímenes contra la humanidad, y ninguno por genocidio. Cuando el fiscal de la CPI, Karim Khan, anunció en febrero que iba a abrir un caso sobre los acontecimientos ocurridos en Ucrania, señaló que existía “una base razonable para creer que se habían cometido tanto presuntos crímenes de guerra como crímenes contra la humanidad”.

Según los casos que figuran en la página web de la CPI, esta solo ha acusado a una persona de genocidio, el entonces presidente sudanés Omar al-Bashir, en 2009, por el conflicto en Darfur. Tras un levantamiento en 2003 por parte de rebeldes mayoritariamente no árabes, su gobierno armó, entrenó y financió a grupos de nómadas árabes para que atacaran pueblos de todo Darfur, matando, violando y saqueando a su paso. Nunca ha sido juzgado, ya que ha rechazado la autoridad de la CPI.

Incluso si Putin fuera acusado de genocidio, al igual que Bashir, seguramente rechazaría la autoridad de la corte, Rusia se retiró de la CPI en 2016.

Aunque la CPI nunca ha enjuiciado a nadie por genocidio, sí se han dictado sentencias en tribunales especiales. El genocidio fue introducido por primera vez como concepto legal en los juicios de Nuremberg, donde 24 nazis fueron acusados tras la rendición de Alemania en la segunda guerra mundial.
Más de 50 años después, en 1999, Jean-Paul Akayesu, alcalde de una pequeña ciudad de Ruanda, se convirtió en la primera de las personas sentenciadas por genocidio por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda por su participación en el asesinato masivo durante la guerra civil que estalló en la pequeña nación africana en 1994.

Radovan Karadžić, el exlíder serbio de Bosnia, y el excomandante serbio de Bosnia Ratko Mladić, fueron sentenciados por genocidio en el Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia respaldado por la ONU por la masacre de Srebrenica de 1995.

Si algún día se llegara a crear un tribunal especial de este tipo para investigar la guerra en Ucrania, es probable que Putin también lo boicotee.

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