¡Increíble! El artista callejero anónimo que cubre los baches con mosaicos de colores

El año pasado, el estudio del artista radicado en Lyon conocido como Ememem recibió una llamada urgente de un estudio de arquitectura ubicado cerca de la plaza Sathonay en Francia. Alguien estaba desmontando un mosaico que había instalado en la banqueta enfrente de sus oficinas. Cuando llegó, el culpable había huido con la mitad del mismo.

Puede que esa obra haya desaparecido parcialmente, pero muchas otras creaciones de Ememem siguen esparcidas por las calles del municipio… alrededor de 350 y contando. En los últimos seis años, se ha especializado en rellenar hoyos y baches con mosaicos multicolores hechos con azulejos de diferentes tamaños y tonalidades, colocados en llamativos patrones geométricos. Algunos llevan su firma, muchas veces en forma de imagen de una pala resaltada por su nombre.

Ememem se llama a sí mismo “el cirujano del pavimento” y “el caballero del bache”, y denomina a sus obras “flackings“, un juego de palabras con el término francés flaque, que significa charco. Ha escrito que las obras son “una libreta de recuerdos de la ciudad. Revelan lo que ha pasado… Aquí, se recogieron y arrojaron adoquines. Allí, un camión del mercado de verduras arrancó un trozo de pavimento”.

Su trabajo ha estado llamando cada vez más la atención en la ciudad. Una página web local llamada HappyCurio presenta recorridos a pie de las mismas y su cuenta de Instagram tiene 147 mil seguidores. “Él es una estrella del arte callejero local”, comenta Lisa Mambré, subdelegada del distrito 9 de Lyon. “Su obra es muy llamativa. Todo aquel al que le preguntes parece conocerlo”.

Sin embargo, aunque las obras de Ememem sean muy visibles, él, en cambio, es extremadamente escurridizo. Al igual que su colega Banksy, prefiere mantener el anonimato. Se niega a ser fotografiado y no concede entrevistas ni por teléfono ni en persona. La información sobre él se limita a una breve biografía y un paquete de prensa en su página web oficial (ememem-flacking.net).

“Es importante para mí seguir siendo un poco misterioso”, escribió. “Y también se debe a que no tengo mucho talento cuando se trata de interacciones sociales”.

A fin de descubrir un poco más sobre este misterioso artista, me vi obligado a investigar más a fondo y a contactar a varias personas que han estado en contacto con él, políticos locales, un organizador de festivales, el dueño de una galería e incluso el gerente de una sala de exposición de azulejos. Pero, de manera frustrante, la mayoría nunca había tenido contacto directo con él o no quiso revelar mucho sobre su identidad, prefiriendo respetar su deseo de discreción.

Un hombre que puede ofrecer alguna idea es su agente, Guillaume Abou, quien lo conoce desde hace unos 15 años. Él ofrece una descripción intrigante: “Él es una persona que tiene una gran necesidad de dar y compartir”, explica. “Es bastante tranquilo, pero ha tenido una vida un poco turbulenta”.

Otra persona que lo conoce es Jeff Carpentier, director de Planètes Carrelages en la ciudad de Amiens, en el norte de Francia, donde Ememem compró azulejos para un flacking que creó como parte de un festival de arte local llamado IC.ON.IC. “Es discreto, pero también muy comunicativo y apasionado por lo que hace”, comenta.

El paquete de prensa de la página web de Ememem señala que anteriormente fue compositor de un conocido grupo de rock, aunque no hay más pistas. No tiene estudios artísticos formales y, en un principio, siguió los pasos de su padre emprendiendo una carrera como instalador de azulejos en casas. Abou me dijo que el artista habla francés con acento extranjero y una investigación posterior determinó que es de ascendencia italiana. En lo que respecta al nombre Ememem, su origen sigue siendo enigmático y Abou se limita a decir, de forma un tanto críptica: “Ni siquiera yo lo sé realmente. Podría surgir de las primeras letras del título del peor álbum de Lou Reed, Metal Machine Music“.

También resulta un poco cuestionable la afirmación de Ememem de que él inventó esta forma de arte. Si uno busca “flacking” en YouTube, el primer video que aparece es el de un artista afincado en Chicago llamado Jim Bachor, que desde 2013 tapa baches con mosaicos, aunque con obras de un estilo mucho más figurativo. “Algo parecido también existe en Sudamérica desde hace un tiempo”, señala Martine Blanchard, fundadora de la Biennale Internationale de Mosaïque Contemporaine en la comuna de Auray, en la región de Bretaña.

Lo cierto es que Ememem creó su primer “flacking” en febrero de 2016 en un callejón del centro de Lyon. Rápidamente se convirtieron en una obsesión. “Durante los primeros años, fue completamente frenético”, comenta Abou. “Creaba al menos dos a la semana”. Dado que la legalidad de su práctica es bastante imprecisa (no pide autorización para intervenir en el espacio público), trabaja exclusivamente de noche. Para tener más discreción, en ocasiones se disfraza o lleva utilería. Abou recuerda que una vez Ememem se disfrazó como plomero y que también colocó conos y cinta roja y blanca alrededor de un bache en Guadalupe para dar la impresión de que estaba realizando un trabajo legítimo.

Aunque Ememem no se autopromueve, su fama trasciende los límites de Lyon. Martine Blanchard se inspiró en él para crear 11 flackings diferentes realizados con grupos de lugareños en la periferia de la Bienal de Auray. “Lo que me parece particularmente interesante es la forma en que sus creaciones se parecen a los restos arqueológicos”, explica. El propio Ememem ha participado en un festival de arte llamado Nuart, tanto en Aberdeen como en Stavanger, Noruega, y ha creado flackings en Madrid, Barcelona y Turín. También recibió la propuesta de un estudio de arquitectura chileno para trabajar en un proyecto en Santiago y Valparaíso.

Además está ganando reconocimiento oficial. Las autoridades del distrito 9 de Lyon le encargaron seis “flackings” y les proporcionaron a los seguidores de su cuenta de Instagram pistas para que los localizaran. La prestigiosa Galerie Italienne de París incluyó varias de sus obras en una muestra titulada Ceramics Now in 2021. Compuestas por mosaicos colocados sobre una base de pavimento, parecen “flackings” portátiles y tienen un precio de entre 10 mil y 12 mil euros. “Tiene un gran don para combinar diferentes colores”, afirma entusiasmado el director de la galería, Alessandro Pron, quien le augura a Ememem un futuro brillante en el mundo del arte contemporáneo.

Quienquiera que sea y cualquiera que sea su creciente popularidad, una cosa es segura: Ememem seguirá saliendo por las noches para embellecer las calles y banquetas deterioradas de Lyon. Él considera sus intervenciones no solo como un servicio a la comunidad, sino también como un medio para aportar encanto a la vida cotidiana. “El objetivo”, escribe, “es esparcir un toque de poesía bajo las suelas gastadas de nuestros zapatos, provocar un momento de asombro, una sonrisa”.