Se espera que el diamante rosa alcance más de 20 mdd en una subasta en Hong Kong
El diamante en forma de cojín de 11.15 quilates lleva el nombre del diamante Pink Star y la piedra Williamson. Foto: Ali Haider/EPA

Se espera que el segundo diamante “fancy vivid pink” más grande y sin defectos internos que jamás ha salido a subasta se venda por más de 20 millones de dólares cuando sea subastado por la casa Sotheby’s en Hong Kong este viernes.

El diamante de 11.15 quilates con forma de cojín, conocido como Williamson Pink Star, lleva el nombre de otros dos enormes diamantes rosas: el diamante Pink Star de 59.60 quilates, de corte mixto y ovalado, que fue vendido por un precio récord de 71.2 millones de dólares en una subasta realizada en 2017, y la piedra Williamson, un diamante de 23.60 quilates que el geólogo canadiense y ardiente monárquico John Thorburn Williamson le regaló como obsequio de boda a la difunta reina Isabel II en 1947.

Montado en forma de broche floral diseñado por Frederick Mew de Cartier en 1953, se dice que el diamante Williamson era uno de los favoritos de la reina, quien lo usó en muchas ocasiones durante su reinado, incluido su jubileo de plata.

Williamson era propietario de la mina Mwadui, ubicada en Tanzania, donde se descubrieron las piedras Williamson y Pink Star.

Wenhao Yu, presidente de joyería y relojería de la casa de subastas Sotheby’s Asia, comentó: “El descubrimiento de un diamante rosa de calidad gema de cualquier tamaño es un acontecimiento extremadamente excepcional, algo que –con el reciente cierre de la mina Argyle– parecía, hasta hace poco, muy improbable”.

Argyle, una mina de diamantes propiedad de Rio Tinto ubicada en el remoto norte de Australia Occidental, fue clausurada en 2020 tras 37 años de explotación, durante los cuales produjo más de 865 millones de quilates de diamantes en bruto.

“Debido a la escasa oferta y a la creciente demanda, los precios de los grandes diamantes rosas de alta calidad de más de cinco quilates han aumentado exponencialmente a lo largo de la última década, sentando así las bases para la aparición de esta piedra única”, explicó Yu.

Los diamantes rosas son particularmente raros entre los diamantes de color y nadie sabe con exactitud cómo se vuelven rosas geológicamente.

“Mientras que el nitrógeno y el boro son los responsables de las vivas tonalidades de los diamantes amarillos y azules, respectivamente, no existe ninguna prueba de que los diamantes rosas adquieran su color a partir de oligoelementos”, señaló Sotheby’s.

“Más bien, la estructura cristalina de la piedra absorbe de forma selectiva la luz como resultado de un defecto idiosincrásico de la red cristalina que provoca un orden inusual de los átomos en el cristal. Estas dichosas anomalías producen ocasionalmente un granulado rosa en el cristal del diamante, una muestra de imperfección perfectamente brillante”.

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