Los conductores de Uber de Nueva Zelanda ganan un caso histórico que los declara empleados
El tribunal laboral de Nueva Zelanda falló que los conductores de Uber deberían ser considerados empleados. Foto: Adrien Fillon/ZUMA Press Wire/REX/Shutterstock

Un grupo de conductores neozelandeses de Uber ganó un caso histórico contra la empresa mundial de servicio de viajes compartidos, obligándola a tratarlos como empleados, no como trabajadores independientes, y haciéndoles acreedores de un conjunto de derechos y protecciones de los trabajadores.

El tribunal laboral de Nueva Zelanda dictaminó el martes que los conductores eran empleados, no trabajadores independientes. Aunque la sentencia se aplica específicamente al caso de cuatro conductores, el tribunal señaló que puede tener implicaciones de mayor alcance para los conductores de todo el país.

El tribunal “no tiene jurisdicción para realizar declaraciones más amplias sobre la situación laboral”, por lo que todos los conductores de Uber “no se convierten instantáneamente en empleados como consecuencia de esta sentencia”, escribió la jueza principal Christina Inglis.

Sin embargo, prosiguió: “Puede tener un impacto más amplio, particularmente cuando, como en este caso, existe una aparente uniformidad en la manera en que las empresas operan, y el marco bajo el cual los conductores son contratados”.

El estatus laboral es la base sobre la que se sustenta la mayor parte de los derechos laborales mínimos de Nueva Zelanda.

Es “la puerta por la que un trabajador debe pasar” antes de poder acceder a los derechos mínimos legales, que incluyen el salario mínimo, seis horas mínimas de trabajo, descansos y comidas, vacaciones, permiso parental, permiso por violencia doméstica, permiso por duelo, posibilidad de presentar una reclamación personal y acceso a la afiliación sindical así como a la negociación colectiva.

El caso fue llevado conjuntamente por el sindicato First union y el sindicato E tū union, los cuales celebraron la decisión el martes.

“Se trata de una decisión jurídica histórica, no solo para Aotearoa, sino también a nivel internacional”, señaló Anita Rosentreter, coordinadora de proyectos estratégicos de First Union. En vista del veredicto, explicó, First Union ahora acepta a los conductores de Uber como miembros y actuará para iniciar las negociaciones colectivas.

Praful Rama, uno de los conductores de Uber representados en el caso, dijo en un comunicado: “Por fin hay justicia para los conductores de Uber. Esto significará que los conductores tendrán voz y voto, y no solo estarán sujetos al control de Uber”.
“Somos empleados”, indicó.

Un vocero de Uber señaló que la empresa estaba “decepcionada” y que apelaría la decisión. Indicó que era “demasiado pronto para especular” sobre si el hecho de que los conductores neozelandeses tengan el estatus de empleados afectaría las operaciones de la empresa en el país de forma más extensa.

La decisión se produce después de una serie de casos internacionales en los que los trabajadores han llevado a los tribunales a empresas de la economía gig para luchar por sus derechos laborales.

En 2021, los análisis indicaron que empresas de economía gig como Uber y Deliveroo se habían enfrentado a al menos 40 importantes demandas judiciales en 20 países, entre ellos Australia, Chile, Brasil, Corea del Sur, Canadá y en toda Europa.

En Italia, en 2021, las autoridades multaron a UberEats, Glovo, Just Eat y Deliveroo con 733 millones de euros por clasificar erróneamente a 60 mil repartidores. En el Reino Unido, la Corte Suprema ratificó el año pasado una sentencia según la cual los conductores de Uber deberían ser clasificados como trabajadores y no como trabajadores independientes.

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