La caza ilegal de tortugas para el comercio de mascotas amenaza a la mitad de las especies del mundo
Una tortuga Casquito de Vallarta (Kinosternon vogti) es vista en un río en Puerto Vallarta, México. Foto: Ulises Ruiz/AFP/Getty Images

La caza ilegal de tortugas para satisfacer la creciente demanda de estas especies como animales de compañía ha acercado a la extinción a más de la mitad de las casi 300 especies vivas de tortugas y galápagos, según se informó en una conferencia mundial sobre la vida silvestre.

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), integrada por 184 países y que se reúne en Panamá del 11 al 25 de noviembre, recibió una propuesta que prohibiría o limitaría el comercio de más de 20 especies de tortugas de lodo. Se han recibido más de 10 propuestas que aumentarían la protección de las tortugas de agua dulce.

En la presentación de las propuestas, Estados Unidos y varios países latinoamericanos citaron datos mexicanos según los cuales se decomisaron casi 20 mil tortugas de este tipo entre 2010 y 2022, principalmente en el aeropuerto de la Ciudad de México.

La venta de tortugas en el mercado negro en Estados Unidos, Europa y Asia ha provocado un aumento de los niveles de caza ilegal que ha perjudicado a las poblaciones de tortugas. Según un análisis de los datos del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos realizado por un candidato a un doctorado de la Universidad de Michigan y citado por la agencia de noticias Associated Press, el comercio de exportación de tortugas de lodo en los Estados Unidos aumentó de mil 844 a 40 mil entre 1999 y 2017. En el caso de las tortugas de almizcle, aumentó de 8 mil 254 a más de 281 mil en un periodo similar.

“La situación se está volviendo despiadada y estamos observando cómo miles de tortugas salen de Estados Unidos cada año”, señaló Lou Perrotti, del zoológico Roger Williams Park en Providence, Rhode Island. “Las poblaciones de tortugas no pueden soportar ese tipo de impacto con tanta extracción de ejemplares silvestres”.

Las tortugas de agua dulce son uno de los animales más traficados a nivel mundial. La demanda existe debido a diversas razones: los consumidores las quieren como mascotas, la cría comercial, el consumo como alimento, para medicamentos y por la popularidad de sus coloridos caparazones.

El comercio de la caza ilegal se concentraba anteriormente en el sudeste asiático, no obstante, tras el declive de muchas especies, la actividad aumentó en África, y ahora se dirige a las Américas, según explicó Matthew Strickler, del Departamento del Interior de Estados Unidos.

El género de las tortugas también es preocupante. Muchos de los traficantes tienen como objetivo tortugas hembras, lo cual supone un problema dado el lento ritmo de reproducción de las tortugas. Además, muchas especies de tortugas tardan una década o más en crecer lo suficiente como para poder reproducirse.

Dave Collins, director de conservación de tortugas en Norteamérica de Turtle Survival Alliance, comentó a Associated Press que esta situación puede provocar un “declive progresivo” de las tortugas que puede ser irreversible.

Associated Press contribuyó a este artículo.

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