La nueva canción de Pussy Riot protesta contra la guerra en Ucrania y pide que se procese a Putin
'Un llanto desesperado' ... (De izquierda a derecha) Diana Burkot, Taso Pletner, Maria Alyokhina y Olga Borisova de Pussy Riot presentándose en Edimburgo en noviembre. Foto: Roberto Ricciuti/Redferns

El grupo Pussy Riot publicó una nueva canción en la que protesta contra la guerra en Ucrania, la censura rusa y el “patrocinio” del régimen por parte de Occidente mediante la compra de petróleo y gas ruso. También pidieron que el líder ruso, Vladimir Putin, sea juzgado en un tribunal internacional.

En un comunicado, describen al gobierno de Putin como un “régimen terrorista” y lo califican a él, a sus funcionarios, generales y propagandistas como “criminales de guerra”.

Calificaron el tema Мама, не смотри телевизор (Mamá, no veas la tele), que llega 10 meses después de que Rusia invadiera Ucrania, como: “La música de nuestro enojo, indignación, desacuerdo, un grito desesperado de recriminación contra las marionetas sedientas de sangre de Putin, dirigidas por un verdadero monstruo caníbal, cuyo lugar está en la infinidad de las feroces llamas infernales sobre los huesos de las víctimas de esta terrible guerra”.

El colectivo, en este caso representado por Maria Alyokhina, Olga Borisova, Diana Burkot y Taso Pletner, comentó que el coro está basado en las palabras de un soldado recluta ruso capturado que le dijo a su madre: “Mamá, aquí no hay nazis, no veas la tele”.

“La propaganda rusa envenena diariamente los corazones de las personas con odio”, escribieron. “La ley sobre agentes extranjeros es utilizada para silenciar a los activistas de la oposición y a los periodistas, para detener las actividades de las últimas organizaciones independientes de derechos humanos”.

Pussy Riot lanza una canción en protesta por la guerra de Putin contra Ucrania, video

Describen las consecuencias que sufrirá todo aquel que desafíe al régimen. “Aquellos que se oponen a Putin son encarcelados, envenenados con venenos militares y asesinados”, señalaron, dirigiendo la atención a la “tradición del envenenamiento político” representada por el Laboratorio X de Rusia, una fábrica de venenos que ayudó a silenciar a los críticos de los soviéticos y de la cual se cree que desempeña una función similar en la actualidad.

“Figuras de la oposición de movimientos antigubernamentales se convirtieron en víctimas de los ‘experimentos’. Putin y el FSB están orgullosos de esta “tradición” y la perpetúan: Alexander Litvinenko, Sergei Skripal, Vladimir Kara-Murza, Pyotr Verzilov, Alexei Navalny”.

El grupo señaló que el dinero que el Kremlin recibe de la comunidad internacional que hace negocios con Rusia se convierte “en sangre ucraniana”.

El colectivo hizo pública una exigencia de tres puntos, en la que pedían la imposición de un embargo sobre la compra de petróleo y gas rusos y sobre la venta de armas y munición policial destinada a Rusia; el embargo de las cuentas bancarias occidentales y de las propiedades de los funcionarios y oligarcas rusos así como la imposición de sanciones personales contra ellos; y la creación de un tribunal internacional para juzgar a Putin, a los empleados de la propaganda estatal rusa, a los oficiales del ejército y a todos los responsables del genocidio de la nación ucraniana.

Pidieron al pueblo ruso que ignorara la propaganda y no participara en la guerra, ni aceptara los avisos de movilización ni acudiera a la oficina militar del gobierno soviético. “Toda acción contra esta guerra es importante”, señalaron.

Alyokhina es una de las tres integrantes de Pussy Riot que fueron condenadas a dos años de cárcel por organizar una presentación en el interior de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú en febrero de 2012. Ella y Nadya Tolokonnikova fueron puestas en libertad en diciembre de 2013.

En julio, Alyokhina comentó a The Guardian: “Tenemos un nuevo Hitler en Rusia”. Explicó cómo abandonó el país en abril disfrazada de repartidora de comida, tras ser detenida en repetidas ocasiones. Viajó a Islandia, donde ha estado recaudando fondos para organizaciones benéficas ucranianas y presos políticos rusos, y presentó una exposición sobre la historia de Pussy Riot, Velvet Revolution, en la galería Kling & Bang.

Hace poco el grupo presentó un musical de las Pussy Riot, titulado Riot Days. En agosto, Tolokonnikova publicó un álbum como Pussy Riot denominado Matriarchy Now.

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