Thom Browne lleva la moda a la luna en su desfile neoyorquino inspirado en El Principito

Las conversaciones en la Semana de la Moda de Nueva York giran en torno a algo que dista mucho de ser extraordinario: el regreso a las prendas “ordinarias” y fáciles de vestir sobre la pasarela, en lugar de aquellas que buscan el momento viral. Sin embargo, el diseñador estadounidense Thom Browne no se enteró. Su colección, presentada en la noche del martes, fue fantástica.

El set incluía un avión anticuado “estrellado” y las dos primeras modelos –eso dijo la voz en off– eran visitantes de un nuevo planeta. Una de ellas lucía un mono acolchado, mientras que la otra llevaba el cabello en picos y un blazer con las polémicas cuatro rayas de Browne en el brazo.

El desfile continuó con una serie de modelos hombres que lucían vestidos adornados con largas uñas de manos y pies y tocados que parecían Saturno.

Les siguieron diseños que utilizaban tweed tipo Chanel y los voluminosos hombros de un mariscal de campo, faldas en forma de burbuja, corsés y bolsas con forma de perros salchicha. También hubo –tal vez de forma inevitable– una serie de camisas de rayas deconstruidas en chaquetas y faldas envolventes. El conjunto final fue un vestido hecho de tul blanco y chaquetas blancas reutilizadas como falda.

Entre bastidores, Browne –que en enero ganó una batalla legal contra el gigante deportivo Adidas en relación con su uso de las rayas– explicó que el desfile estaba basado en El Principito, la novela de 1943 que cuenta la historia de un niño que visita varios planetas, entre ellos la Tierra. “Son los adultos los que no entienden nada y los niños los que entienden todo”, comentó, añadiendo: “Es tan importante crear una fantasía que haga que el mundo sea mucho más interesante de vivir”.
¿Se siente más libre ahora que terminó el proceso judicial? “¡Es un alivio! Pero habría hecho esto aunque hubiera perdido”.

No obstante, no cabe duda de que el veredicto habría sido aún más dulce. La marca deportiva acusó a Browne de utilizar rayas que se parecían demasiado a su logotipo de tres rayas. De haber ganado, Adidas pedía 867 mil 225 dólares (unos 16 millones de pesos) en concepto de posibles derechos de licencia y más de 7 millones de dólares que representaban las ganancias que, según Adidas, Browne había obtenido por el uso de las rayas.

Tras el veredicto, un vocero señaló: “Esperamos seguir diseñando y proporcionando los productos creativos que se han convertido en el sello distintivo de la marca Thom Browne”.

La temporada 2023 de Browne ha transcurrido de forma positiva. Poco después, anunció que la marca se haría cargo de las operaciones de su negocio en Corea, país en el que hasta entonces se había asociado con Samsung.

Luego, JuJu Smith-Schuster, receptor de los Kansas City Chiefs, lució una falda de Thom Browne en el Superbowl.
Whoopi Goldberg y Queen Latifah se sentaron en primera fila en su desfile con el socio de Browne, el curador Andrew Bolton. Para su final, le regaló a Bolton una caja de chocolates por el día de San Valentín.

Si el extraordinario desfile de Browne se desvió de la idea de crear ropa que elevara lo ordinario, Gabriela Hearst se suma a este punto de vista. La colección de Hearst, inspirada en parte en la diseñadora modernista Eileen Gray, fue presentada en Brooklyn más temprano ese mismo día. La colección incluyó trajes con falda, vestidos de jersey y abrigos de corte impecable. Con el saldo bancario necesario, podríamos haberlos sacado directamente de la pasarela.