Biden presenta un plan estilo Trump para disuadir a los solicitantes de asilo en la frontera México-EU
Migrantes formados cerca de la valla fronteriza, después de cruzar el río Bravo, para solicitar asilo en El Paso. Foto: José Luis González/Reuters

Estados Unidos podría impedir que decenas de miles de migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México soliciten asilo, en virtud de una propuesta presentada el martes que constituiría el intento de mayor alcance realizado hasta la fecha por el gobierno de Joe Biden para disuadir los cruces no autorizados.

En virtud de las nuevas normas, Estados Unidos denegaría en general el asilo a los migrantes que lleguen a la frontera sur sin haber solicitado antes protección en un país por el que hayan pasado, imitando así un intento del gobierno de Donald Trump que nunca entró en vigor debido a que fue bloqueado en los tribunales.

La medida, aunque no constituye una prohibición total, impone graves limitaciones en materia de asilo a las personas de cualquier nacionalidad, salvo los mexicanos, quienes no tienen que viajar a través de un tercer país para llegar a Estados Unidos.

La norma propuesta establece “una presunción refutable de no ser elegible para el asilo” para toda persona que atraviese otro país para llegar a la frontera de Estados Unidos con México sin solicitar primero protección en dicho país, según indica un aviso publicado en el Registro Federal. Habrá excepciones para las personas que sufran una “emergencia médica grave”, una “amenaza inminente y extrema” de delitos violentos como asesinato, violación o secuestro, que sean víctimas de trata de personas u “otras circunstancias extremadamente apremiantes”. Los niños que viajen solos también quedarán exentos, según la norma.

La medida, publicada en internet el martes, estará sujeta a un periodo de observaciones públicas de 30 días antes de su aprobación formal. También sería temporal y limitada a un periodo de dos años, con posibilidad de ampliación.

Biden, un demócrata que asumió el cargo de presidente en 2021 y se espera que busque la reelección en 2024, se comprometió en un principio a restablecer el acceso al asilo que se vio restringido bajo el mandato de su predecesor republicano. Sin embargo, sus defensores y algunos compañeros demócratas lo han criticado por aplicar cada vez más restricciones similares a las de Trump a medida que ha tenido dificultades para hacer frente al número récord de migrantes que llegan.

Es casi seguro que la medida se enfrente a desafíos legales; Donald Trump intentó aplicar una prohibición similar en 2019, no obstante, un tribunal federal de apelaciones impidió que entrara en vigor.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) prometió luchar contra la norma de Biden en los tribunales, comparándola con la restricción de Trump, que los activistas denominaron como “prohibición de tránsito”.

“Demandamos con éxito para bloquear la prohibición de tránsito de Trump y demandaremos nuevamente si el gobierno de Biden prosigue con su plan”, señaló Lee Gelernt, el abogado de la ACLU que argumentó la demanda de la era Trump.

Karen Musalo, directora del Centro de Estudios sobre Género y Refugiados de la Facultad de Derecho de la Universidad de California, San Francisco, comentó que la propuesta de Biden ignoraba las peligrosas condiciones y la limitada capacidad de asilo existentes en los países de tránsito donde se espera que los migrantes busquen protección.

“Es un ejemplo terrible de intentar burlarse de sus obligaciones legales nacionales e internacionales”, señaló.

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La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) prometió luchar contra la norma de Biden en los tribunales. Foto: Gerardo Vieyra/NurPhoto/REX/Shutterstock

El gobierno de Biden comenzó a discutir la prohibición y otras medidas similares a las de Trump el año pasado como una manera de reducir los cruces ilegales en caso de que terminaran las restricciones impuestas en la era de la pandemia que permitían la expulsión de muchos migrantes a México. El gobierno avanza en el endurecimiento de las normas relativas al asilo, ya que parece probable que las restricciones, conocidas como Título 42, expiren el 11 de mayo, cuando finalice la emergencia de salud pública de Covid-19.

Los departamentos de Seguridad Nacional y Justicia argumentaron que el aumento del número de migrantes no les dejaba otra opción. Prevén que los cruces ilegales aumenten a entre 11 mil y 13 mil al día en caso de que no se tomen medidas tras la finalización del Título 42, una cifra incluso superior a los 8 mil 600 cruces diarios registrados a mediados de diciembre, cuando se extendió la expectativa entre migrantes y traficantes de que el Título 42 estaba a punto de finalizar.

“Sin un cambio significativo de política, los encuentros fronterizos podrían aumentar, y potencialmente hacerlo de forma dramática” después del levantamiento del Título 42, señalaba el texto de la norma propuesta.

Biden amplió el Título 42 en enero con el fin de expulsar a otras nacionalidades, al tiempo que permitía que algunas personas de esos países solicitaran la entrada legal por vía aérea a través de la libertad condicional humanitaria si contaban con patrocinadores estadounidenses. El programa de libertad condicional, previsto para un máximo de 30 mil inmigrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos al mes, constituiría una de las vías legales que, según dice el gobierno, permitiría a los solicitantes de asilo eludir las restricciones propuestas.

Por otra parte, los migrantes que solicitan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México pueden agendar una cita en un puerto de entrada terrestre a través de una aplicación llamada CBP One. Sin embargo, desde el lanzamiento de CBP One en enero, los migrantes indican que las citas se agotan rápidamente.

Reuters y Associated Press contribuyeron con información.

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