‘Enseñar el dedo medio es un derecho de Dios’: juez en Canadá
Un juez canadiense sentenció que el acto de enseñar el dedo medio está amparado por el derecho a la libertad de expresión consagrado en la Constitución. Foto: Probal Rashid/Zuma Press Wire/Rex/Shutterstock

Es posible que el acto de enseñarle el dedo medio al vecino no sea cortés, pero está protegido como parte del derecho de una persona a la libertad de expresión en virtud de la Constitución canadiense, dictaminó un juez.

En una sentencia de 26 páginas, Dennis Galiatsatos desestimó la demanda presentada contra un hombre acusado de acosar a su vecino en un suburbio de Montreal.

“Para ser absolutamente claro, no es un crimen enseñarle el dedo a alguien”, indicó en una sentencia fechada el 24 de febrero. “El acto de enseñarle a alguien el dedo medio es un derecho otorgado por Dios, consagrado en la Carta, que pertenece a todos los canadienses enérgicos”, añadió, refiriéndose a la Carta de Derechos y Libertades de Canadá.

El acusado, Neall Epstein, profesor, fue detenido por la policía en mayo de 2021 por proferir amenazas de muerte y “acoso delictivo” contra su vecino en la localidad de Beaconsfield, Quebec.

En su sentencia, Galiatsatos pronunció un severo reproche contra el vecino y demandante, Michael Naccache, cuyas reclamaciones, señaló, no eran “más que banalidades mundanas y mezquinas de vecindario”.

“Es deplorable que los denunciantes hayan convertido en arma el sistema de justicia penal en un intento de llevar a cabo su venganza contra un hombre inocente debido a algunos desaires percibidos que son, en el mejor de los casos, molestias banales”, escribió Galiatsatos.

Naccache acusó anteriormente a Epstein de agredir a sus padres en marzo de 2021, una demanda que el juez desestimó rotundamente. No obstante, el asunto central del caso ocurrió más tarde ese mismo año. En mayo, Epstein testificó que su vecino levantó un taladro y dijo: “Maldito vecino loco; idiota”, añadiendo: “Estás muerto, carajo”.

En respuesta, Epstein le contestó “vete a la chingada” y procedió a enseñarle el dedo a Naccache mientras se alejaba, según consta en los documentos judiciales.

Las pruebas de video, tomadas de las grabaciones de las cámaras de seguridad, “muestran claramente que Epstein mira en la dirección del demandante y le enseña el dedo, algunas veces con las dos manos”.

Más tarde, ese mismo día, Epstein regresó a casa y descubrió que lo esperaban unos agentes de policía. Lo detuvieron por proferir amenazas de muerte.

Sin embargo, Galiatsatos opinó que “el hecho de que te digan ‘vete a la chingada’ no debería motivar una llamada al 911”.

El juez señaló: “Los demandantes son libres de mostrarse exageradamente sorprendidos ante semejante insulto. No obstante, el departamento de policía y el servicio de emergencias del 911 tienen prioridades más importantes que atender”, indicó.

El gesto del dedo medio, sentenció Galiatsatos, “puede no ser civil, puede no ser cortés, puede no ser amable… Sin embargo, no genera una responsabilidad penal”.

Añadió que, a pesar de la jerga común, “en realidad no se tiran los casos”, pero que en este asunto “el tribunal tiende realmente a tomar el expediente y tirarlo por la ventana”.

“Lamentablemente”, señaló, “las salas del tribunal de Montreal no tienen ventanas”.

Agence France-Presse contribuyó a este artículo.

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