Estoy casada, pero tengo sueños eróticos con un compañero

He estado con mi pareja desde hace seis años y llevo tres años casada. Hace poco, en el trabajo, me hice amiga de alguien que es comprensivo y dulce, y empecé a sentir algo por él. Él también tiene una relación duradera, pero parece que también coquetea. Ha llegado un punto en el que he tenido unos cuantos sueños eróticos con él. ¿Qué puedo hacer para evitar cometer un error?

El hecho de estar casado no lo aísla a uno de las atracciones externas, por lo que siempre habrá tentaciones. Tener fantasías privadas con otra persona puede ser algo inofensivo y no es asunto de nadie más, pero estoy segura de que ya eres consciente de los posibles problemas que podrían surgir si decides actuar conforme a esas fantasías.

El erotismo suele aumentar cuando el objeto del deseo de una persona está prohibido o fuera de su alcance y es por eso que muchas personas sucumben a él. La proximidad no es tu amiga. Si de verdad quieres evitar que las cosas pasen a algo más, sería prudente que intentaras distanciarte socialmente de tu compañero de trabajo.

No caigas en la tentación de responder favorablemente a sus coqueteos y no los inicies tú misma. No cabe duda de que se trata de una tarea difícil porque, aparte del interés sexual, sospecho que te sientes mejor contigo misma. Por lo tanto, vale la pena que reflexiones sobre qué puede estar faltando en tu relación principal y cómo eso podría haberte llevado a este dilema. El sentirse apoyado y escuchado puede ser un poderoso afrodisíaco.

Pamela Stephenson Connolly es una psicoterapeuta ubicada en Estados Unidos que se especializa en el tratamiento de desórdenes sexuales.