China se retracta después de que su Embajador negó la soberanía de expaíses soviéticos

Beijing insistió en que respeta el estatus de los países independientes que surgieron de la URSS, tras los comentarios “totalmente inaceptables” del embajador de China en Francia, que cuestionaron la soberanía de los expaíses soviéticos y desataron la indignación en las capitales de la Unión Europea.

Francia y los tres países bálticos de Estonia, Lituania y Letonia fueron algunos de los Estados miembros que convocaron el lunes a los enviados de China para que rindieran cuentas por los comentarios que Lu Shaye pronunció a finales de la semana pasada y que desataron una ola de indignación en toda Europa.

El ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, indicó que se pediría a los diplomáticos que explicaran si “la postura de China ha cambiado… y que recordaran que no somos países postsoviéticos, sino países que fueron ocupados ilegalmente por la Unión Soviética”.

Landsbergis escribió en Twitter: “Si alguien todavía se pregunta la razón por la que los países bálticos no confían en China para que ‘medie a favor de la paz en Ucrania’, aquí hay un embajador chino que argumenta que Crimea es rusa y que las fronteras de nuestros países no tienen fundamento jurídico”.

China redujo sus lazos diplomáticos con Lituania –y presionó a las empresas multinacionales para que rompieran sus vínculos con este país– en diciembre de 2021, después de que este país báltico, que desde hace tiempo se ha mostrado partidario de una postura firme de la Unión Europea respecto a Beijing, permitiera que Taiwán abriera una embajada de facto en la ciudad de Vilna.

El ministro de Relaciones Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, señaló que estaba tratando de averiguar “la razón por la que China tiene tal postura o comentarios sobre los países bálticos”. Tsahkna añadió: “Espero que haya una explicación. No nos satisface”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores francés comentó que Lu recibiría “una severa reprimenda”; Alemania señaló que Beijing debe aclarar su postura, y el ministro de Relaciones Exteriores checo, Jan Lipavský, calificó los comentarios como “totalmente inaceptables”. El ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, expresó también su desacuerdo con los comentarios de Lu.

Cuando se le preguntó por su postura sobre si Crimea formaba parte de Ucrania o no, Lu comentó en una entrevista en la televisión francesa el viernes que históricamente formaba parte de Rusia y que el exlíder soviético Nikita Jruschov se la había ofrecido a Ucrania.

Los países soberanos independientes que surgieron tras la caída de la antigua Unión Soviética “no tienen un estatus efectivo bajo el derecho internacional porque no existe un acuerdo internacional que confirme su estatus como naciones soberanas”, señaló.

El lunes, Beijing intentó calmar los ánimos. La embajada china en París emitió un comunicado oficial en el que indicó que los comentarios de Lu “no eran una declaración política… sino la expresión de una opinión personal durante una entrevista televisada”.

Cuando se le preguntó si China respaldaba los comentarios del enviado, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, señaló que China fue uno de los primeros países en establecer relaciones diplomáticas con los expaíses soviéticos.

“La parte china respeta el estatus de los estados miembros como países soberanos tras la caída de la Unión Soviética”, indicó Mao, añadiendo que en cuanto a la cuestión de la soberanía territorial, la postura de Beijing era coherente y clara.

China respeta la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países y defiende los propósitos y principios contenidos en la Carta de las Naciones Unidas, indicó, describiendo la postura del país respecto a Ucrania como objetiva y justa.

Neysun Mahboubi, académico investigador del Centro para el Estudio de la China Contemporánea de la Universidad de Pensilvania, comentó en Twitter que los comentarios de Lu eran “completamente tontos” y que “el nivel de incompetencia es simplemente impactante”.

Por su parte, el enviado de China ante la Unión Europea, Fu Cong, señaló en una entrevista publicada el lunes que la cooperación de Beijing con Europa y otros países era “infinita”, del mismo modo en que sus lazos con Rusia eran “ilimitados”.

El máximo diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, señaló que el bloque “reevaluaría y reajustará nuestra estrategia respecto a China”, y añadió que los ministros de Relaciones Exteriores analizarían los comentarios de Lu en el marco de las conversaciones que la Unión Europea tiene previsto mantener el lunes sobre China.

Se espera que los líderes de la Unión Europea debatan la política relativa a China en junio, después de que un reciente viaje del presidente francés, Emmanuel Macron, expusiera las diferencias de enfoque que existen en relación a cómo gestionar el régimen autoritario de Xi Jinping.

El presidente francés causó indignación y alarma cuando dijo que Europa necesitaba evitar verse arrastrada a un conflicto entre Estados Unidos y China a causa de “crisis que no son nuestras”, concretamente el estatus de Taiwán. Su postura –y su aparente apoyo a las iniciativas de China para desempeñar un papel pacificador en la invasión de Rusia contra Ucrania– contrasta con el enfoque más radical que ha adoptado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

En los últimos meses, Beijing ha intentado mejorar su relación con Europa, recibiendo en China a varios líderes europeos. La Unión Europea es un importante socio comercial de China. En 2019, un documento político de la Unión Europea describió a China al mismo tiempo como “socio”, “competidor económico” y “rival sistémico”, no obstante, los distintos Estados miembros otorgan una importancia diferente a cada parte de dicha valoración.

Un alto diplomático de la Unión Europea indicó que la Unión tenía que “actuar mejor” en su forma de tratar las relaciones con China y encontrar una postura unificada. “Es importante que, cuando se trate de China, la Unión Europea hable con una sola voz. Si no lo hacemos, nos superará”, afirmó.

Lu reconoció anteriormente que pertenecía a la clase de diplomáticos chinos “guerreros lobo”, sobrenombre que reciben los enviados que responden con vehemencia a las críticas que perciben como hostiles contra China.

El pasado mes de agosto, causó indignación al sugerir que sería necesario “reeducar” a los taiwaneses tras la toma de la isla por parte de China, mientras que durante la pandemia del Covid-19 sugirió que Francia estaba abandonando a los ancianos de los asilos.

Información adicional de Amy Hawkins.