China minimiza la rebelión del grupo Wagner calificándola como ‘asuntos internos’ de Rusia

Funcionarios chinos describieron la rebelión abortada del grupo de mercenarios Wagner como “asuntos internos” de Moscú, mientras que un vocero de un medio de comunicación estatal desestimó las divisiones que existen en Rusia calificándolas como una “ilusión” que está explotando Occidente.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrei Rudenko, mantuvo conversaciones en Beijing el domingo después de que se produjera el desafío más serio al control que el presidente Vladimir Putin ejerce sobre el poder desde que llegó al mismo en el año 2000.

En un principio, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China se limitó a decir que Rudenko intercambió puntos de vista con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, acerca de las relaciones chino-rusas, así como sobre “asuntos internacionales y regionales de interés común”.

Posteriormente indicó que China apoya a Rusia en su objetivo de mantener la estabilidad nacional.

“Como vecino amistoso y socio estratégico integral en la nueva era, China apoya a Rusia en el mantenimiento de la estabilidad nacional y en la consecución del desarrollo y la prosperidad”, señaló, sin referirse de forma explícita a Putin personalmente.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia indicó que China había declarado su apoyo a los dirigentes de Moscú.

“La parte china expresó su apoyo a los esfuerzos de los dirigentes de la Federación Rusa encaminados a estabilizar la situación en el país en relación con los acontecimientos del 24 de junio”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

Se desconocía el momento en que Rudenko llegó a Beijing, o si su visita a China, un aliado clave de Rusia, se produjo en respuesta a la aparente rebelión dirigida por el líder mercenario Yevgeny Prigozhin.

El sábado se abortó la rebelión después de que se llegara a un acuerdo que eximía a los mercenarios del grupo Wagner de enfrentarse a cargos penales a cambio de que Prigozhin retirara a sus combatientes a la base y se desplazara a Bielorrusia.

China no había realizado antes ningún comentario sobre la rebelión que, según dijo Putin, amenazaba la propia existencia de Rusia.

Los medios de comunicación chinos siguieron con gran atención la rebelión, pero se abstuvieron en gran medida de hacer comentarios antes de los comunicados oficiales.

El periódico chino Global Times, controlado por el Estado, informó el sábado que la exageración de la “rebelión” de Prigozhin y la creación de una “ilusión” de que Rusia padece numerosas contradicciones internas y de que “el edificio se está derrumbando” constituían el último ataque de los medios de comunicación occidentales y otro intento de socavar la unidad social rusa.

China y Rusia, aunque no son aliados formales, han mantenido estrechos lazos durante la invasión de Ucrania por parte de Moscú, que China se ha negado a condenar. Estados Unidos y otras potencias occidentales instaron a Beijing a no suministrar a Rusia armas que pudieran ser utilizadas en el conflicto ucraniano.

En la noche del domingo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mantuvo llamadas telefónicas con los líderes de Estados Unidos, Canadá y Polonia.

“Discutimos el curso de las hostilidades y los procesos que se están desarrollando en Rusia. El mundo debe presionar a Rusia hasta que se restablezca el orden internacional”, indicó Zelenski tras una llamada telefónica con el presidente estadounidense, Joe Biden.

“Los acontecimientos de ayer evidenciaron la debilidad del régimen de Putin”, señaló el comunicado.

Reuters y Associated Press contribuyeron a este artículo.