Turquía, Grecia y Bulgaria afectadas por mortales inundaciones repentinas
Turquía, Grecia y Bulgaria afectadas por mortales inundaciones repentinas . Foto: Screenshot The Guardian

Al menos 11 personas han muerto en Turquía, Grecia y Bulgaria cuando inundaciones repentinas provocadas por tormentas torrenciales convirtieron ríos en torrentes, arrasaron puentes e inundaron calles, viviendas y edificios públicos.

El ministro de crisis climática y protección civil de Grecia, Vassilis Kikilias, dijo después de una reunión de emergencia del gabinete: “Este es el fenómeno más extremo en términos de la cantidad máxima de lluvia en un período de 24 horas desde que comenzaron los registros en el país”.

Personas atrapadas y ciudades inundadas por las tormentas que azotaron Grecia, Turquía y Bulgaria.

En Turquía, seis turistas fueron arrastrados por un torrente que arrasó un campamento en la provincia noroccidental de Kirklareli, cerca de la frontera con Bulgaria. Se recuperaron dos cadáveres el martes por la noche y dos más el miércoles por la mañana.

Las autoridades dijeron que más de una docena de turistas se encontraban en el lugar cuando llegaron las inundaciones, arrasando con varios búngalos. Dijeron que la búsqueda de los dos turistas desaparecidos “continúa ininterrumpidamente”.

Imágenes de la televisión turca mostraron a los rescatistas llevando a una niña y a un adulto a un lugar seguro desde aguas que llegaban hasta la cintura en algunas áreas. Las lluvias también dañaron y obligaron a cerrar una carretera principal, informó Habertürk TV.

Dos personas murieron en Estambul. Se cerraron varias estaciones de metro y una docena de personas fueron rescatadas después de quedar varadas dentro de una biblioteca de la ciudad inundada.

La tormenta nocturna, que siguió a un verano inusualmente seco, inundó calles y estaciones y arrasó automóviles y puestos de mercados de la ciudad.

Las víctimas en Estambul fueron un ciudadano guineano de 32 años atrapado en un apartamento de la planta baja en el distrito de Küçükçekmece, y una mujer de 57 años que murió tras ser arrastrada. En otra parte de la ciudad, los comensales de un restaurante subieron al tejado para escapar de la crecida del agua.

Las crecientes inundaciones afectaron a más de mil 750 hogares y negocios en la ciudad, según la oficina del gobernador. Entre ellos se encontraba una hilera de tiendas en el distrito de Ikitelli, donde el diluvio arrastró vehículos estacionados y lodo hasta las tiendas de muebles.

En el este de Grecia, un hombre murió en la ciudad costera de Volos cuando un muro se derrumbó sobre él, y el miércoles se descubrió el cuerpo de una mujer de 87 años en la cercana zona de Pelión, donde se reportó la desaparición de otras cuatro personas. Al menos seis aldeas en la cordillera del Pelión y sus alrededores sufrieron enormes daños, informaron los medios locales.

“Nunca he visto nada como esto. Miles de tiendas y edificios se han inundado en Volos y nadie está aquí para ayudarnos”, dijo Vassilis Tsalamouras, un residente de la ciudad del centro de Grecia, de 58 años, a la Agence France-Presse.

Los arroyos de la zona se desbordaron y arrastraron los coches al mar, mientras que desprendimientos de rocas bloquearon las carreteras, un pequeño puente quedó destruido y muchas zonas sufrieron cortes de electricidad. Un hospital y una residencia de ancianos en Volos se inundaron y tuvieron que ser evacuados.

Según el servicio meteorológico nacional, una aldea de Pelión registró 750.4 mm de lluvia en 24 horas, en comparación con una precipitación media anual en la región de Atenas de unos 400mm.

El meteorólogo Panagiotis Giannopoulos declaró a la emisora ERT que “la cantidad de agua caída en 24 horas es la misma que la lluvia habitual durante todo el otoño”.

La policía prohibió los viajes a Volos, a algunos pueblos de Pelión y a la cercana isla de Skíathos, donde “los aviones no pueden acercarse al aeropuerto” debido a las inundaciones, dijo a la AFP Savvas Karagiannis, portavoz de Fraport, la empresa alemana que gestiona los aeropuertos regionales de Grecia.

Las autoridades también enviaron una serie de alertas a través de teléfonos móviles a los habitantes de otras zonas del centro de Grecia, de las islas Espóradas y de la isla de Eubea, cerca de Atenas, advirtiéndoles que limitaran sus movimientos al aire libre.

Las inundaciones en Grecia se producen tras una serie de feroces incendios forestales este verano que mataron a más de 20 personas, incluido un enorme incendio que ha estado ardiendo desde el 19 de agosto y que ha destruido amplias zonas del parque nacional de Dadia en la región norte de Évros.

Clasificado como un “mega incendio”, el incendio, ahora bajo control, destruyó 81 mil hectáreas de tierras forestales, protegidas por la agencia europea Natura 2000, casi la mitad del área total quemada por incendios forestales en Grecia desde principios del verano.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, atribuyó los incendios forestales y las tormentas a la crisis climática, aunque admitió que su gobierno de centroderecha “claramente no gestionó las cosas tan bien como nos hubiera gustado”, en respuesta a los incendios.

“Me temo que los veranos sin preocupaciones, tal como los conocíamos… dejarán de existir y a partir de ahora los próximos veranos probablemente serán aún más difíciles”, dijo Mitsotakis el martes.

Más al norte, en la costa sur búlgara del Mar Negro, el miércoles se recuperó del mar el cuerpo de un turista desaparecido, lo que aumentó el número de muertos por las inundaciones repentinas en el país a tres.

Buques de la policía fronteriza y drones buscaban a otras dos personas que aún figuran como desaparecidas, mientras la zona sufría cortes de energía y las autoridades advertían a la gente que no bebiera agua del grifo debido a la contaminación de las inundaciones.

Imágenes de televisión mostraron automóviles y camionetas siendo arrastrados al mar en la ciudad turística sureña de Tsarevo, donde las autoridades declararon el estado de emergencia. La mayoría de los ríos de la región se desbordaron y varios puentes quedaron destruidos.

La ministra de Turismo, Zaritsa Dinkova, dijo que unas 4 mil personas a lo largo de la costa se habían visto afectadas por el desastre. “Hay un problema con el transporte de turistas, porque es peligroso ir en autobús por las carreteras afectadas por las inundaciones”, añadió.

La Agence France-Presse y Associated Press contribuyeron a este informe.

Traducción: Ligia M. Oliver

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