El primer alunizador estadounidense, desde el Apolo, se prepara para despegar el lunes
Ilustración por computadora del módulo de alunizaje Peregrine, la primera misión que volará en el marco de la iniciativa de servicios comerciales de carga útil lunar de la NASA. Foto: Astrobotic Technology/AP

En Cabo Cañaveral (Florida) se ultiman los preparativos para la misión Peregrine 1, que marcará un hito: poner un módulo de alunizaje estadounidense en la Luna, un logro que no se había visto en más de 50 años, desde el final del proyecto Apolo.

Dejando a un lado los problemas de última hora, la misión Peregrine 1, bautizada con el nombre del animal más rápido de la Tierra, surcará los cielos el lunes a las 7:18 (hora del Reino Unido). Tras dar la vuelta al planeta, se dirigirá a la Luna y entrará en órbita lunar antes de intentar aterrizar poco después del amanecer local el 23 de febrero.

Incluso en el mundo de la exploración espacial, la misión se considera arriesgada. Aunque la NASA dispone de instrumentos a bordo del módulo de aterrizaje robótico, se trata de una operación comercial. Ninguna empresa privada ha logrado nunca un aterrizaje suave en la Luna, ni en ningún otro cuerpo celeste.

“Hay mucho en juego”, afirma John Thornton, director ejecutivo de Astrobotic, la empresa de Pittsburgh que dirige la misión. “Es una mezcla de emociones. Hay emoción y entusiasmo, pero también estoy un poco aterrorizado porque hay mucho en juego”.

A los nervios se suma el hecho de que el cohete Vulcan sobre el que se asienta el Peregrine nunca ha volado antes, aunque su fabricante, United Launch Alliance, ha tenido una tasa de éxito en misión del 100% con sus cohetes predecesores.

Peregrine es la primera misión que vuela en el marco de la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la NASA, un nuevo plan por el que la agencia espacial paga a empresas privadas para que lleven equipos científicos a la Luna. Peregrine transporta cinco cargas útiles de la NASA y 15 más. Una de ellas, un vehículo de exploración del tamaño de una caja de zapatos de la Universidad Carnegie Mellon, se convertirá en el primer robot estadounidense en dar una vuelta por la Luna.

Chris Culbert, director del programa CLPS en el Centro Espacial Johnson de la NASA, afirma: “No es tarea fácil. Alunizar es extremadamente difícil. Reconocemos que no se puede asegurar el éxito”.

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Gráfico de The Guardian. Fuente: NASA. Peregrine. Nota: el gráfico omite las naves espaciales diseñadas para impactar contra la superficie lunar.

No todas las cargas útiles son científicas: en el viaje hay una copia de Wikipedia, una moneda física cargada con un bitcoin y “cajas lunares” de DHL con recuerdos que van desde novelas y fotografías hasta un pequeño trozo del Monte Everest. Las empresas Elysium Space y Celestis también llevan a bordo restos humanos incinerados y ADN, parte del cual pertenece a Gene Roddenberry, el creador de Star Trek.

Estas últimas cargas útiles han provocado divisiones. En una carta a la NASA, Buu Nygren, presidente de la Nación Navajo, subrayaba que la Luna es sagrada para muchas culturas indígenas, y afirmaba que depositar el material era “equivalente a una profanación”. En respuesta, Culbert subrayó que Peregrine era una misión comercial y que la NASA no estaba en posición de decir a Astrobotic lo que podían o no volar.

Peregrine se dirige a una antigua formación de lava llamada Sinus Viscositatis (Bahía de la Pegajosidad) llamada así porque las formaciones sugieren que la lava tenía una consistencia inusual. Si todo va bien, los instrumentos de Peregrine medirán los niveles de radiación, el hielo de agua superficial y subsuperficial, el campo magnético y la capa de gas extremadamente tenue llamada exosfera. Se espera que las lecturas ayuden a minimizar los riesgos y a aprovechar los recursos naturales de la Luna cuando los humanos regresen a su superficie.

“El riesgo es alto, sin duda, pero ya lo sabíamos cuando nos metimos en este juego”, afirma Simeon Barber, investigador principal de la Open University y coinvestigador principal del Reino Unido en el espectrómetro de masas de trampa de iones Peregrine, o instrumento PITMS, un miniespectrómetro de masas que aspirará las moléculas cuando reboten por la superficie lunar.

El PITMS analizará la composición de la exosfera lunar y observará cómo cambia a lo largo de los aproximadamente ocho días terrestres en los que funcionará el módulo de aterrizaje. Los investigadores esperan ver el efecto de los ciclos naturales, como las oscilaciones de temperatura de 100ºC a -100ºC, y las propias actividades del módulo de aterrizaje. “Hemos pedido al equipo del vehículo de exploración que haga una que expulse algunos gases”, dijo Barber. “Han dicho que lo intentarán”.

Como recurso potencial para futuras misiones, el agua es una molécula clave que hay que encontrar. El PITMS podría revelar cómo las moléculas de agua se liberan de la superficie durante el día y quedan atrapadas de nuevo por la noche, arrojando luz sobre la circulación del agua lunar.

Peregrine no es más que el primero de una oleada de módulos de alunizaje destinados en el marco del programa CLPS. El siguiente, construido por Intuitive Machines, con sede en Houston, se lanzará a mediados de febrero. Tomará una ruta más directa a la Luna e incluso podría aterrizar antes que Peregrine.

Aunque muchos científicos acogen con satisfacción el aumento del interés comercial por la Luna, algunos han pedido acuerdos para proteger lugares de especial interés, como posibles futuras bases para telescopios lunares o detectores de ondas gravitacionales. La profesora Katherine Joy, de la Universidad de Manchester, miembro del equipo científico Prospect, que utilizará un instrumento de perforación y muestreo en una futura misión CLPS para evaluar los recursos de la Luna, afirma: “La gente debería pensarlo ya”.

“Estamos muy lejos de la minería espacial, pero las empresas están dando los primeros pasos para saber adónde iríamos y qué tecnología utilizaríamos. Tenemos que pensar en el marco regulador antes de que las cosas vayan demasiado deprisa”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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